Te llevaré a la libertad (narusasu) / omegaverso

Vivo o muerto

Las gotas de lluvias se habían intensificado, el suelo se estaba volviendo inestable a causa de la tormenta, pero a él eso no le importaba, aunque no los escuchaba, sabía que aún lo seguían, a eso se suma que el cachorro seguía chillando, llamando a su madre, pero está estaba a cientos de kilómetros.

— "lo lamento"

Pese al cansancio, aumento la velocidad ..... Varias horas después llegó a una cueva, en la entrada de esta sacudió su cuerpo para quitarse algo de agua que retenían su pelaje, ingreso más en la cueva y pudo oler una vieja fogata, dejo al pequeño cachorro dormido por el llanto, a un lado de él, el humo se hizo presente para dejar ver a un joven de dieciséis años, de rubios cabellos y unas graciosas marquitas, con desesperación saco de aquella bolsa que cargaba junto al cachorro, una linterna, con ella observo el lugar y al ver que no había peligro se dejo relajar un poco, se acercó a los residuos de madera y con dos viejas piedras comenzó a golpearlas para sacar algunas chispas, estás hicieron efecto y en poco tiempo la fogata se prendió, se sacó su chaqueta y de nuevo fue por la bolsa, de ella saco un abrigo y lo acomodo como pudo cerca de la fogata, luego fue por el cachorro, quien estaba tan cansado de llorar que seguía en un sueño profundo, le retiró el impermeable y lo acomodo sobre el abrigo, el pequeño se relajo más al sentir el aroma de su madre en esa prenda y el calor de aquella fogata.

Se alejo un poco de aquel calor y con puño en mano golpeó la pared, estaba enojado, estaba devastado.

— Sasuke ....

Golpeó con más fuerza, en ese momento no le importa que su sangré salpique su rostro, solo quería aplacar su dolor.

—¡¡Vete!! ¡¡Salvalo a él!!

— sin ti no puedo

—¡¡Si lo salvas a él, me salvas a mi!!

— no, yo ....

— ¡¡Naruto!! ¡¡Vete ahora!!

Su cabeza se apoya en aquella fría pared, los recuerdos siguen llegando y el sigue lamentando su perdida, escucha un pequeño suspiro, sabe que no puede dejarse vencer, sabe lo que tiene que hacer, pero ahora solo quiere unos minutos para llorar su pena.

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Abre sus ojos, detalla aquella precaria habitación, los recuerdos se precipitan en su mente, su cuerpo extraña aquel ser que cobijo por nueve meses, aún su vientre se mueve buscando a su inquilino y es que solo lleva horas  de haber parido, sus lágrimas se dejan ver, entonces la puerta de aquella habitación se abre, con prisa seca sus lágrimas.

— tranquilo, soy yo

— Gaara, pensé que era ....

Gaara: no, supe que fue a buscarlo, no piensa perdonarlo, después de todo eras su favorito y ... Ya sabes

El azabache bajo la mirada y apretó sus sábanas.

— no lo encontrará, ellos estan a salvó

Gaara: ¿Por qué no te fuiste con ellos?

— acaso no me vez, acababa de parir, Naruto podía con nuestro cachorro, pero yo hubiera Sido una carga, hubiera hecho que ese imbécil nos atrapará.

Gaara: ahora su irá a crecido, no parará hasta darle muerte y a ti, bueno, si antes iba a esperarte, ahora lo dudo.

— mientras mi cuerpo esté herido, él no hará nada.

Gaara: ¿Qué estás diciendo?

Entonces paso, sin ningún grito y con la cara de horror del pelirrojo, el felino elevó su mano ensangrentada, se había lastimado el estómago.