El suave tic tic de los engranajes del reloj pegado en la parte superior del pizarrón que se encontraba en medio de la sala tenía sumamente concentrados a los alumnos del gran salón.
Através del rápido sube y baja de se pierna se podía notar la impaciencia de su cuerpo, el profesor había terminado de hacer su clase hace mucho tiempo pero sin el sonido de la campana nadie podía hacer ningún movimiento.
Solo faltaba un minuto, solo uno y podría comer el delicioso estofado que preparo su madre en casa, ya tenía todos los materiales guardados hace más de media hora pero todavía faltaba ese insignificante y pequeño minuto para poder marcharse.
¡¡ Tic !!
"¡¡Vamos!!". Se escuchó entre los sonidos de sillas y mesas siendo movidas rápidamente.Y con esto, como un gran grito de batalla el enjambre de estudiantes no se hizo de esperar para elevarse de sus asientos y agarrar sus pertenencias, comenzando su carrera hacia la salida de la escuela.
Pero bueno, por otro lado, a diferencia de sus desesperados y atolondrado compañeros de clases. Damián recien comensaba a recoger sus cuadernos y lapiceras, ya con una nueva semana de clases recién comenzando y con sus mismos compañeros de clases de todos los años la cotidianidad era algo muy común.
Ya con su mochila lista en su hombro escucho el grito desde la puerta del salón.
"Damián!! ¿Estas listo?". Como siempre Jon se tomaba el tiempo de ir a buscarlo antes de dirigirse juntos hacia el club de fútbol.
"Vamos". Respondió suavemente mientras comensaba a salir del salón .
La llegada al club de futbol fue como siempre, con los incontables temas de conversación de Jonathan y sus pequeños comentarios ocasionales que consistían en si o no, pero no por eso la caminata fue menos agradable.
Al llegar Jon empezó a correr para unirse a sus compañeros que ya se estaban reuniendo serca del entrenador un hombre de aproximadamente 30 años que luciría muy joven si no fuera por las incontables canas blancas que se ubicaban en su cabeza.
Con el menor de ojos azules ya enfocado en su club, Damián comenzó a subir los escalones de las gradas para ubicarse en lo que el llamaría su lugar designado solo para el, un lugar ideal que tenía la suficiente sombra y luz del sol para su comodidad.
Mientras abajo los chicos empezaban a hacer su trote para poder calentar su cuerpo para el duro entrenamiento que tendrían, el comenzo a sacar su block de dibujo y algunos lápices que Grayson le había regalado en su cumpleaños pasado, solo dando algunas miradas hacia el frente para ver que todo estuviera correcto en perspectiva y demás, el ojiverde comenso a pintar su alrededor con sumo detalle, los bocetos de los jugadores se empezaban a hacer notar entre las blancas hojas además de algunos árboles o cosas que llamarán su atención.
Mientras las horas iban pasando, el ojiverde vio a través del reloj de su muñeca que faltaba pocos minutos para que terminara las jornadas de talleres de la escuela por lo que comenso a apurarse para poder terminar.
No quería volver a terminar alguna obra en casa como la ves pasada, terminaría apuñalado a alguno de sus '"hermanos" si volvían a burlarse de el por estar tan concentrado en pintar a su amigo tan detalladamente.
Todavía sentía escalofríos por los sonidos de besos que Todd realizó en esa ocasión que se detuvieron cuando el mayor notó la furia en los ojos del menor de la familia.
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Sigue Andando
RomanceAcompaña a nuestros personajes en esta aventura escolar en la que el amor empieza a rondar en el aire. Damián aprenderá que el amor y la amistad no son la mejor combinación, mientras nuevos personajes entran en escena. •UA escolar •Sin poderes •Si...