Al principio, Crowley no siente nada. Bueno, nada se queda corto. Pero está vacío. Ni ira, ni tristeza. Solo adormecimiento. Siempre pensó que cuando... si... se lo dijera, el resultado sería diferente. Pensó que tal vez... pero eso ya no importa ahora. Nada importa ahora, porque él ya no existe. Al menos no en cualquier lugar donde Crowley pueda ir.
Y ese pensamiento lo llena de... nada. O más bien, lo vacía. Deambulaba por su departamento -que por fin ha recuperado- por horas, días, semanas, meses. No tiene ni idea, porque no siente nada.
Y luego un día se da cuenta.
Eso es todo. Esta es la vida ahora. Dando vueltas en su departamento - solo. Ir a desayunar, solo. Sentarse en una banca, solo. Y tantas otras soledades para las que aún no tiene nombre, porque lo único que ha conseguido hacer desde hace... el tiempo que ha pasado desde que Azira... desde que él se fue, es caminar. Ha recorrido Londres de punta a punta, atravesando sin pensar las calles y los parques mientras su mente estaba ocupada. Se ha dejado guiar por sus pies, con el desafortunado resultado de acabar siempre en algún lugar que preferiría no volver a ver.
La librería.
La librería de él.
Su librería.
Y cada que sucede, se detiene. Todo se paraliza. Su mente se queda en blanco, su boca se seca, su corazón (o cualquier atisbo de corazón que tenga) deja de latir.
Solo está ahí. Y se ve exactamente igual, pero de alguna manera diferente. Porque sabe que si entrara (¿y toca? ¿Debería de tocar ahora? No solía hacerlo) no habrá ningún ángel al otro lado. Nadie con quien alegrar su día, con quien discutir, con quien compartir el vino, un desayuno o una historia. Nadie que lo hiciera todo mejor. Nadie que lo hiciera volver. Que lo mantuviera cuerdo. Que lo hiciera sentirse apreciado. Que le hiciera sentirse amado.
Se llevó todo eso con él cuando dejó la librería.
Cuando dejo la tierra.
Cuando lo dejo a él.
Y Crowley sabe que aún no está listo para enfrentar ese vacío. El vacío dentro de él es suficiente por ahora.
—
Después de un tiempo, honestamente, él no sabía cuanto, comienza a sentirse decepcionado. Decepcionado e irritado. Y luego enfadado. Increíblemente enfadado.
Cada vez que piensa en ello, puede sentir la furia subir por su cara. Puede que sea su imaginación, pero sus mejillas se enrojecen, toda su cara parece que está ardiendo. ¿Cómo se atreve a arrebatárselo? A arrebatarle la idea de ellos. Toda la base de su vida en la tierra siempre fueron ellos. Bueno, no siempre. Al principio, él fue enviado allí con un objetivo diferente, seguro, pero estaba aquí, experimentando la humanidad, fue la primera vez que sintió que podía ser, lo que realmente era. Nunca antes se había sentido satisfecho. Nunca se sintió cómodo en ninguno de los lugares en los que se había encontrado hasta que llego aquí.
Hasta que lo conoció a él.
Y de repente ya no se trataba solo del lugar, o los humanos o las experiencias vividas. Se trataba de él. De tenerlo en su vida.
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En busca de un final feliz. :AziraCrow: :Traducción:
De Todo_______________ ཻུ۪۪͎ ꜜ Al principio, Crowley no siente nada. Bueno, nada se queda corto. Pero está vacío. Ni ira, ni tristeza. Solo adormecimiento. Siempre pensó que cuando... si... se lo dijera, el resultado sería diferente. Pensó que tal vez...