Porno con trama
Capítulo 6
El fin de semana había sido agotador. Hermione había intentado cruzarse lo mínimo posible con Malfoy en la sala común, evitaba estar lo máximo posible a la vista de la mesa de Slytherin en el gran comedor y se refugiaba, algo bastante habitual y nada sospechoso, en la biblioteca investigando frenéticamente el funcionamiento del hechizo encapsulado. Su diario estaba repleto de fórmulas de aritmancia e incluso de algunas runas que pudieran dar una explicación a sus sueños tan vívidos. En él también anotaba los sucesos más relevantes de los sueños, buscando un hilo conductor en la historia.
Pero además había otro problema que le causaba un nuevo estrés, sería un milagro si terminaba el curso sin ninguna cana a sus dieciocho años.
El accidente con el que ambos premios anuales habían acabado encerrados en lo que parecía ser una aula en desuso y abandonada.
Malfoy había visto cómo había sucumbido en un ataque de pánico. No era común que ella sufriera por aquello y mucho menos en el mundo mágico, sin embargo al sentirse atrapada en un lugar donde la puerta no se abría por ningún medio había destapado la caja de pandora de sus recuerdos y por ende la afloración de uno en concreto.
De niña, había acompañado a sus padres a la clínica odontológica que ellos poseían en muchas ocasiones, para ella era natural y rutinario, prácticamente lo consideraba como su segunda casa. Allí mismo tenía una pequeña estantería colorida llena de libros y cuentos que no le importaba compartir con el resto de niños que visitaban la consulta.
Una tarde, cuando tendría unos siete u ocho años, un niño nuevo apareció en la clínica y esperaba ansioso su turno para la revisión de su boca. Por lo visto le dolían algunas muelas y aunque Hermione no era odontóloga, sabía por sus padres que esos dolores podían deberse a las caries y por eso la obligaban a cepillarse los dientes con frecuencia. El niño se veía malhumorado por el dolor que sentía y no parecía cómodo para jugar, por lo que Hermione se acercó y le prestó uno de sus cuentos favoritos para que se distrajera y ya no pensara en más dolor.
Nunca esperó que el arrebato de aquel niño, sin ton ni son. Agarró el libro de cuentos y con rabia empezó a arrancar las páginas. Hermione observó todo en estado de shock, sin saber cómo reaccionar hasta que el libro quedó totalmente destruido.
Ella nunca había sido una niña llorona, de hecho prefería mostrarse como un pequeño adulto, sin embargo aquella situación la dejó con tal golpe emocional que las lágrimas se agolparon en sus ojos y cayeron formando riachuelos. Sus gemidos por el llanto alertaron a sus padres que en ese momento salían de atender a un cliente y a llamar al niño de las caries. Su madre se sorprendió cuando vió la cara roja de Hermione llorando, surcada por lágrimas y moqueando, luego su mirada se dirigió al libro destrozado en el suelo y pudo adivinar qué había ocurrido.
La madre del niño lo estaba reprendiendo por su acción y este también lloraba sobre todo por su dolor de boca. Ambos niños lloraban en la sala de espera y la cacofonía se volvió insoportable, al punto que Stuart, el padre de Hermione, los hizo callar. Le informó a la madre del niño que ya era su turno y los hizo pasar a la sala mientras su esposa se hacía cargo de su hija.
"Hermione, no pasa nada, es un libro, podemos comprar otro"
"Pero era MI libro"
La niña estaba desconsolada con la mirada fija en una página donde aparecía la ilustración de una bruja. La hoja estaba rasgada por la mitad, partiendo a la bruja en dos.
La madre de Hermione observó que en la sala de espera no había nadie, que de hecho ese niño era el último cliente.
"Bien, vamos a recoger esto y luego vamos a la librería de enfrente y compramos un libro nuevo. No pasa nada cariño"
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Wonder Witch Collection ~ Hermione
Fanfiction~Fantasías patentadas Sortilegios Weasley ~ Tan sólo con un sencillo conjuro accederás a una fantasía de treinta minutos, de primera calidad y muy realista, fácil de colar en una clase normal y prácticamente indetectable. Posibles efectos secundario...