advertencia: ninguna, este es un capitulo romantico, agarren sus palomitas y preparense!
En un pequeño rincón tranquilo de la ciudad, entre las luces parpadeantes y el bullicio constante, vivía un joven llamado Eddie Munson. Eddie no era como los demás; su apariencia rebelde y su amor por la música metal lo distinguían en medio de la multitud. Su cabello oscuro caía en mechones desordenados sobre su rostro, sus ojos profundos reflejaban una pasión desbordante y su vestimenta consistía en camisetas negras con diseños de bandas legendarias y chaquetas de cuero.
Junto a Eddie vivía su mejor amiga, T/N. Aunque eran polos opuestos en muchos aspectos, su amistad había resistido la prueba del tiempo. T/N era un espíritu libre, amante del arte y la creatividad. Su cabello brillante y su sonrisa contagiosa iluminaban cualquier habitación a la que entrara. Siempre encontró la belleza en las cosas más simples y sabía cómo sacar a relucir lo mejor en Eddie, incluso en sus momentos más oscuros.
Un sábado por la tarde, Eddie se encontró en su tráiler, ajustando el equipo de sonido para la noche que le esperaba. Había invitado a T/N a pasar la noche viendo películas y compartiendo historias, una tradición que se mantuvo durante años. Eddie estaba ansioso por su llegada; la mera idea de pasar tiempo con su amiga era suficiente para hacerlo sonreir.
El sol se ponía lentamente, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Eddie encendió algunas velas y colocó almohadas en el suelo, creando un ambiente acogedor y relajado en su tráiler. Había preparado algunas botanas y bebidas, sabiendo que T/N disfrutaba de los pequeños detalles.
El timbre sonó, y Eddie sintió un cosquilleo en el estómago. Abrió la puerta con una sonrisa amplia, revelando a T/N parada en el umbral. Vestía una camiseta vintage y jeans desgastados, complementando su estilo único.
"¡Hola, Eddie!" exclamó T/N con entusiasmo mientras entraba y le daba un cálido abrazo.
"¡Hola, T/N! ¡Estaba esperando que llegaras!" Respondió Eddie, su voz llena de emoción.
Se sentaron en el piso entre las almohadas y comenzaron a explorar la selección de películas que Eddie había preparado. La conversación fluyó fácilmente, como siempre lo hacía entre ellos. Se reían de anécdotas pasadas, compartieron sueños y hablaron de sus inquietudes más profundas.
A medida que avanzaba la noche, las risas y las charlas se mezclaban con el sonido de las películas de fondo. Eddie se dio cuenta de que estaba mirando más a T/N que a la pantalla, sumergiéndose en su belleza natural y en la forma en que sus ojos brillaban con cada historia que contaba.
T/N lo atrapó mirándola y le lanzó una mirada juguetona. "¿Qué pasa, Eddie? ¿Hay algo en mi cara?"
Eddie rió nerviosamente, rascándose la nuca. "Nada, solo... es solo que, ya sabes, eres increíble".
T/N sonrió, sus mejillas rosadas. "Tú también eres increíble, Eddie. Siempre me has apoyado y me has animado a ser yo mismo".
La confesión sincera de T/N tocó el corazón de Eddie. Tomó un respiro profundo y decidió que era el momento de ser valiente. "T/N, hay algo que quiero decirte".
Ella lo miró con curiosidad, esperando a escuchar lo que tenía en mente.
"Eres mi mejor amiga, y nunca quisiera arruinar lo que tenemos, pero... no puedo evitar sentir algo más por ti", admitió Eddie con sinceridad, su voz temblando ligeramente.
T/N se quedó en silencio por un momento, sus ojos buscando a los de Eddie. Finalmente, sus labios se curvaron en una sonrisa tímida. "Eddie, no sabes cuánto tiempo estuvo esperando que digas eso".
La sorpresa y la alegría inundaron los ojos de Eddie. "¿En serio?"
T/N asintió, sus ojos brillando con emoción. "Sí, Eddie. Siempre he sentido algo especial por ti, algo que va más allá de la amistad".
Sin pensarlo más, Eddie se inclinó hacia adelante y capturó los labios de T/N en un suave beso. Fue un momento lleno de ternura y anhelo, una expresión de sus sentimientos largamente reprimidos.
Cuando finalmente se separaron, T/N acarició la mejilla de Eddie con cariño. "No sabes cuánto tiempo esperó por ese beso".
"Estaría dispuesto a esperar toda una vida por momentos como este", respondió Eddie, sus ojos fijos en los de T/N.
La noche continuó con risas, conversaciones profundas y besos robados entre películas. Eddie y T/N habían cruzado una línea importante, pero en lugar de sentirse incómodos, se sintieron más conectados que nunca. Se dio cuenta de que su amistad era la base sólida sobre la cual podría construir algo más.
Con el tiempo, Eddie y T/N exploran su nueva relación con valentía y pasión. Compartieron su amor por la música, la creatividad y la vida misma. Su amistad se transformó en un romance que les ayudó a crecer juntos mientras se mostró su individualidad y sus pasiones únicas.
Y así, en el rincón tranquilo de la ciudad, entre las luces parpadeantes y el bullicio constante, Eddie Munson y T/N enfriar que el amor podría florecer en los lugares más inesperados, y que la amistad verdadera podría ser el cimiento de un amor eterno. Juntos, enfrentando cada nota discordante y cada desafío que la vida les presentaba, fortaleciendo su vínculo con cada melodía compartida y cada beso robado en las noches de películas de sábado.