Cap único

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James Potter y Regulus Black habían sido enemigos jurados en Hogwarts, desde que el menor sangre pura había descubierto que al mayor le gustaba hacerle bromas a los Slytherin por diversión.

Claro, las bromas no eran lo que le molestaba al pequeño Black, solo le molestaba que las bromas eran únicamente a los de su casa, y a veces estas se pasaban de la raya.

Pero lo que nadie sabía era el secreto que se escondía entre las sombras del Slytherin y el Gryffindor.

Todo comenzó en el cuarto año de James y el tercer año de Regulus.
Estos dos habían sido castigados por pelear en clase de pociones, y arruinar la de sus compañeros cuando los hechizos comenzaron a salir de sus varitas.

Cabe aclarar que Regulus estaba ayudando a su profesor, ya que tenía clase libre en esa hora.

Después de eso les toco pasar un mes completo juntos durante el castigo, que pasaba de profesor en profesor pidiéndoles cosas que necesitarán , o simplemente limpiaban los salones.

Al principio eran racios el uno con el otro, y se ignoraban mutuamente intentando evadir los problemas para que el castigo no se alargará.

Pero una noche, mientras limpiaban los calderos, a James se le cayó una pócima encima que le volvió el cabello más largo y lo cambio a un color azul oscuro.
Regulus al ver esto no pudo evitar reírse aunque intento no hacerlo.

James no pudo evitar pensar en lo lindo que se veía Regulus riendo, por primera vez se había quitado su máscara de indiferencia, y eso por alguna extraña razón lo alegraba.

Poco después el también se comenzó a reír haciendo que la incomodidad que sentían los dos se fuera.

En los siguientes días ya podían tener una conversación más civilizada, ya no se peleaban, y se fueron conociendo de a poco.

Cuando el castigo terminó, no volvieron a hablar;hasta unos días después de que regresaran de vacaciones de Yule.

James se encontraba cansado, las actividades que les dejaban los profesores ya no le daba tiempo de hacer bromas, y lo extrañaba.

Cuando este salio de transformaciones se fue directamente al lago negro, quería relajarse antes de que comenzará su próxima clase.

Lo que no esperaba era encontrarse a cierto pelinegro que estuvo rondando en sus pensamientos desde que hablaron por primera vez sin una pelea.

-Que haces aquí Potter, siguiéndome?-pregunto burlón el pelinegro viendo como James se acercaba a él.

-Puede ser-le contesto de la misma manera-tal vez planeó hacerte una broma y te estoy distrayendo-Sonrió mientras se sentaba al lado de Regulus.

-Sabes? Pensé que no me ibas a volver a hablar después de que terminó el castigo-Dudo bajando la cabeza.

-Yo pensé lo mismo de ti, pero miranos acá, teniendo una conversación civilizada-Lo miro.

Se quedaron unos minutos en silencio antes de que el pelinegro lo rompiera.

-Se que....no soy bueno con las conversaciones, pero eres el único con el que puedo tener una conversación sin miedo a que mis padres se enteren de lo que digo-confesó murmurando.

-Pensé que estabas de acuerdo con que tus padres controlarán tu vida.

-Nunca estuve de acuerdo con las creencias de mis padres, con Sirius cargabamos juntos el peso de la familia, y no era tan difícil, pero desde que el se fue todo el peso paso a ser completamente mío, las etiquetas, matrimonio arreglado...-Contó

-Pensé que lo del matrimonio arreglado lo habían dejado hace mucho.

-No iba a ser así, se supone que podríamos elegir con quien nos íbamos a casar en un futuro, pero mi madre se enfureció cuando Sirius se fue, y ya no quiere que yo tenga una vida más "libre"-dijo entre comillas.

Entre las sombras del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora