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Siempre he vivido del mismo modo, todos mis días son iguales... una monotonía. Las sábanas cambiadas a diario, las camisas bien planchadas. Todo debe estar limpio y ordenado. Incluso en mi propia habitación nunca soy descuidado. Cada mañana voy a la universidad después de comprar un café y alguna bollería, por la noche, si tengo tiempo, suelo cocinarme yo mismo la cena... supongo que ya es tarde para cambiar, esta es mi forma de vivir ahora.

No importa quién sea, al final todos son atraídos por mí mientras camino por las calles de esta ciudad. Una vida como una pieza de arte... todo esto me hizo lo que soy ahora.



- Estas gambas estás deliciosas- comentó Jimin mientras comía.

- En realidad es un plato de estilo español- le respondí.

- Tae, tu habilidad para la cocina es realmente genial, Jungkook tú también come.

- No me gustan los mariscos- le respondió mi hermano sin apartar la vista de él.

- Eso me recuerda que solía ayudarte a terminar tus gambas sobrantes de tu arroz frito cuando comías.

- ¿En serio?- preguntó Jimin- que lindo.

- De verdad, este tipo era un niño muy problemático- dije sin evitar mi tono burlesco típico.

- No quiero oír eso justamente de ti, Taehyung- me respondió mi hermano sin dejar su postura, descansaba su cabeza en su mano que se apoyaba en la mesa-... de todos modos, ¿qué pasa contigo? Solo vine a recoger el auto. ¿Será que quieres poner tus manos encima de Jimin?

No le respondí, en su lugar llevé con mi cuchara un poco de comida a la boca de mi cuñado quien la recibió sin dudar.

- Jiminie ¿no quieres salir conmigo? Soy realmente bueno en el sexo.

- Lo siento, Tae, pero mi trasero solo le pertenece a Jungkook.

- No lo digas tú mismo- habló por encima mi hermano.

- ¿Es así? Que lastima- le respondí sonriendo.

Pretendía seguir molestando la tranquilidad de Jungkook cuando el timbre me hizo levantar de mi lugar. La molestia me invadió cuando vi de quién se trataba.

- Emmm... perdón por la repentina visita- dijo él sin verme a los ojos-... es solo que... no puedo olvidarte.

- ¿Ah? ¿Por qué estás aquí de nuevo?- pregunté sin ocultar mi evidente desinterés- ¿acaso no te dije que no vuelvas nunca más?- sus lágrimas solo tardaron segundos en aparecer, su mirada bajó al piso y sus quejidos, aunque intentó ocultarlos, inundaron mi entrada.- No creas que por llorar así te trataré de una manera gentil. Eso solo me hará pensar lo mal que te ves ahora.

- Tan cruel- escuché desde atrás la voz de mi hermano.

- Comparado a como nos trató a nosotros es bastante horrible.

No me importaba, no tenía interés en aquel chico y él lo sabía -tanto como todos con quienes me acostaba- era solo placer momentáneo. Por eso cuando lo vi alejarse entre llantos lo ignoré volviendo adentro, Jimin y Jungkook se encontraban a pasos de la entrada.

- Bueno, es hora de que nos vayamos- dijo mi hermano tomando el abrigo de su novio.

- ¿Eh? ¿pasó algo? ¿no pueden quedarse un poco más?

- Estoy muy lleno, no podría comer nada más- comentó mi cuñado.

- Jimin, tu chaqueta- dijo Jungkook.

- Gracias- le respondió antes de colocársela- muchas gracias por la comida, Tae- mencionó luego haciendo una corta reverencia.

- ¡Hey!- exclamé desde la puerta cuando los vi alejarse- la próxima vez no vuelvan a dejarme solo así.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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El ser ideal (Hopev)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora