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Cuando la puerta del local se abrió nadie se dio cuenta de lo que sucedió en un primer momento, hasta que alguien lo hizo y un murmullo generalizado comenzó a extenderse por el lugar. La gente dejaba de bailar o de hablar para ver con sus propios ojos lo que decían los murmullos. Uno de los implicados se tensó al verse siendo el centro de atención, pero su acompañante acarició su mano animándola con una gran sonrisa y se dirigió con paso seguro hasta cierto grupo que se encontraba de igual forma que el resto de asistentes a la fiesta.

(T/N) agachó la cabeza en cuanto escuchó los murmullos de la gente. Era normal ya que nadie se esperaba ver a la chica en la fiesta y mucho menos del brazo de Usopp. Muchos la miraban con asco, otros muchos cuestionaban que habría hecho la (T/CP) para embaucar al chico de forma que la acompañase a la fiesta.

-¿Cómo se le ocurre venir?

-No tiene vergüenza, es una levanta tíos

-Debería caérsele la cara de vergüenza

Esos eran unos de los tantos comentarios que la pobre chica tuvo que oír mientras iba con Usopp del brazo. La pobre chica tenía ganas de irse de allí ya que no aguantaba tantas miradas y susurros hacia su persona y aunque era algo que sufriera todos los días, recibir tantos en tan poco tiempo no era algo que fuera capaz de soportar. El chico al notar como la chica apretaba el agarre temblando levemente, se acerco a susurrarle en un intento de calmarla.

-Tu no les hagas ni caso, que unas descerebrados no te amarguen la diversión.

-No sabría yo que decirte..

-Tu no pienses en esas chicas, en diez minutos se les pasará esa cara a oler a mierda que tienen, solo buscan un chisme para poder llenar sus vidas vacías.

Esbozó una pequeña sonrisa al escuchar al chico decir aquello ya que no se lo esperaba. Siguieron hasta colocarse frente al resto de sus amigos los cuales estaban igual de sorprendidos que el resto de asistentes a la fiesta. Estaba algo tensa ya que no sabia que decir o hacer sin parecer idiota o una de sus fans locas. Al final, Nami, que se había subido al sillón para ver lo que pasaba, bajó de un salto y abrazó a la chica de forma efusiva.

-Estoy tan contenta de que hayas venido al final, nos lo vamos a pasar genial ya lo verás.

La sonrisa de la pelirroja era de lo más contagiosa, ya que sin darse cuenta, su sonrisa se había ensanchado aún más. Sin que se pudiera negar, se sentó junto a la chica y poco a poco la fiesta volvió a la normalidad, aunque no del todo ya que los ojos de ciertas personas seguían puestos en ella.

-Chicos -empezó a hablar la pelirroja- Os presento a (T/N), una amiga del...

-Bueno tanto como amiga... Conocida de vista -se apresuró a aclarar la chica

-Eso no importa, está en la misma planta que Usopp y estudia ..... como ...

-Whaaa ¿enserio?

La chica miró hacia donde había sonado aquella voz la cual la había sorprendido un poco. Aunque estaban de fiesta, Luffy no se despegaba de su típico sombrero de paja cosa que le parecía bastante curioso. Muchas eran las historias que circulaban sobre el sombrero de Luffy, pero nadie sabía cual era la verdadera.

-Si, no sabía que Usopp y yo fuéramos vecinos -dijo la chica tratando de quitarle importancia.

-Eso es genial, oye (T/N)-chan, ¿Quieres unirte a nuestro grupo?

La chica se quedó bastante helada al igual que el resto de personas a su alrededor ante la pregunta del sombrero de paja. No era algo que pudiera esperar. ¿Ir con ellos a clase? Vale ¿Ir a tomar un café? Bueno ¿Ir a una fiesta con ellos? Demasiado ¿Unirse a ellos? Imposible. Impensable. Jamás en la vida.

Tres por el precio de unoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora