capitulo 1

892 88 5
                                    


Les agradecería mucho que dejarán su voto para que está historia pueda crecer.

~~~~~~~~~~~~~•~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Amaya Lawrence,¿Cómo describir su vida?

Amaya Lawrence era una adolescente no muy diferente a los de su edad e igual que otros adolescentes de su edad ella tenía su grupo de amigos, salía de fiesta y había tenido un par de novios, ninguno tuvo suficiente importancia para ella como para durar más de el mes a excepción de un chico, su último novio con el que duró un año lleno de idas y venidas.

Amaya se podría decir que era popular, se llevaba muy bien con gran parte de la escuela, a algunos les caía bien por ser bonita,  pero para los que la conocieron se dieron cuenta que era buena chica y eso lo trasmitía lo cual atraía a las personas, pero a pasear que muchos la consideran amiga ella no los consideraba de igual manera.

Amaya estaba acostumbrada a decir que no todos se merecen la palabra, amigos siempre habrán en las buenas pero en las malas se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos.

Tenía su grupito más cercano a ella, ellos hacían llamar a su pequeño pero unido grupo por tres apodos distintos, cada uno elegido por uno de ellos.

Eran las chicas super poderosas como decía Dalia, también eran las ardillas como los nombró Alex e igual eran el trío de oro como los llamaba  Amaya gracias a su obsesión por Harry Potter, ellos eran Amaya, Alex y dalia, los rubios y la pelinegra.

Alex era un chico que conoce desde niños, se podría decir que desde que tienen memoria, ellos desde muy niños eran vecinos y pronto se convirtieron también en compañeros de clases. Alex era su mejor amigo y confidente, era como su hermano, es la persona que Amaya llamaría si estuviera mal y viceversa, Alex era su rubio.

Amaya y Alex conocieron a Dalia apenas en secundaria pero eso no impidió que formarán una hermosa amistad, Dalia se ganó rápidamente la confianza y el cariño de los rubios.

Dalia era su mejor amiga, la que sabía de que se estaban riendo con tan solo una mirada, la que solo bastaba una mirada para saber lo que la otra quería decir, era su pequeña bellota, Dalia era dulce y amable pero cuando era necesario sacaba su caracter.

Amaya en la escuela no era muy diferente a los demás adolescentes de su edad.

No era de las que descuidaba la escuela, pero tampoco era de las que estaba todo el día encerrada estudiando o haciendo tareas para puntos extras, pero si trataba de entregar a tiempo las tareas que le dejaban, era responsable.

Sabemos que la escuela puede llegar a ser demasiado estresante para la mayoría de los adolescentes y para la mala suerte de la rubia, ella no fue la excepción.

La escuela provoco que en algún punto se sintiera consumida por ella, provoco que estuviera constantemente llena de estrés y ansiedad.

El estrés fue algo demasiado presente en su vida diaria,  por cosas del destino estaba acostumbrada a vivir con el, pero eso no duró mucho hasta que encontró su infierno pero ella lo llamaba una "escapatoria" de su estrés, lo que no sabía pero si temía era que aquella escapatoria le causará alguna adición, no se equivocó.

Amaya desde los 14 empezó a fumar para salir del estrés escolar con el que lidiaba a diario causándole una pequeña adicción por los cigarrillos, no le gustaba mucho tomar pero amaba fumar, eso fue algo que le traía consecuencias, ya no podía dejar de hacerlo por voluntad propia, el cigarrillo no la hacía sentir en otro mundo pero  la hacía distraerse y la ayudaba con la ansiedad que trataba de controlar debido a la escuela.

Despues consumió la marihuana, Amaya estaba mal, aunque no lo pareciera, su familia y ella parecían perfecta pero no era así, sus padres daban lo mejor de ellos para que a su hermana y a ella no les faltará absolutamente nada, Amaya agradecía todos los caprichos que le cumplían, pero la falta de atención, constantes burlas en su infancia hicieron que Amaya estuviera mal y creciera con problemas de autoestima.


•Enamorarnos fue nuestra ola•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora