Gyutaro estaba mas que confundido.
Por qué una humana tan normal como ella no corría muerta de miedo al ver su horrible apariencia?
Daki simplemente la miraba con desconfianza.
Ella, a pesar de las miradas no tan agradables que estaba recibiendo, siguió sonriéndoles tan amablemente que llegaba a doler.
"..." Nadie dijo nada por un tiempo. Los hermanos no sabían que decir, Kotoha ya habia dicho lo que tenía que decir y Douma estaba contento simplemente mirando.
"Ma, por que los desconocidos nos miran tan extrañamente?" El niño presente no dejó que el silencio continuara por más tiempo que el necesario.
"Bueno, hay que darles tiempo. Tu padre ya te explicó hasta cierto punto la situación, hay que ser pacientes." La mujer contestó suavemente.
Daki miró a Gyutaro espantada, Gyutaro la miró de la misma forma. "Padre?!"
"Ehe, puede que haya una pequeña confusión, nos presentaré de manera adecuada." Douma sonrió apenado. "Esta es Kotoha, mi esposa. Él es Inosuke, mi hijo adoptivo y yo sigo siendo Douma."
Decir que entendieron sería mentir descaradamente. Desde cuando los demonios como Douma comenzaban una nueva familia?!
"Entiendo que estén un poco aturdidos con todos los repentinos cambios, así que quiero que sepan que son libres de tomarse su tiempo para acostumbrarse. Lo único que les pido es que nos dejen ayudarlos." La mujer, Kotoha, les habló tan suavemente que los hacían sentir extraños.
Gyutaro jamás ha escuchado a alguien hablar de esa forma con él. Daki solo lo ha escuchado falsamente de boca de los hombres que la buscaban en el distrito rojo, pero esta mujer se sentía tan realmente cálida que era extraño.
Aún confundidos, los hermanos asintieron.
"Genial! Ahora que ya pasamos las introducciones, sean libres de explorar sus nuevas habitaciones." Douma habló alegremente.
Inosuke parecía tener el ceño fruncido tatuado en el rostro. Por alguna razón, el pequeño estaba totalmente ofendido con la presencia de los hermanos. "Ma! El viejo dijo que iban a ser distintos, no que iba a traer a los tipos mas geniales que haya visto luego de ustedes dos!!"
La mujer solo río y acarició el pelo del pequeño. Douma simplemente sonrió un poco avergonzado.
Gyutaro se sentía extrañamente...cálido? No sabía describir el sentimiento.
Gyutaro usualmente solo sentía envidia y odio. Adoraba a su hermana pero en general eso era todo lo que sentía.
Este nuevo sentimiento no entraba en la categoría de ninguno de esos tres.
No era lo mismo que sentía cuando veía a su hermana pequeña sonreír. Tampoco lo que sentía cuando un cazador moría patéticamente a sus manos. Tampoco sentía la típica envidia que llenaba su ser al encontrarse un humano guapo.
Gyutaro no mentiría, el niño era injustamente bonito. Pero por alguna razón, el momento que el niño abrió la boca y expresó su envidia y ganas de ser tan genial como él y su hermana, cualquier odio que se estuviera formando en contra del pequeño desapareció.
En su lugar, estaba aquel extraño sentimiento.
Daki por otro lado no comprendía que estaba pasando.
El mocoso humano había visto su verdadera forma, y aún así los admiraba?
Y aquella humana, que está mal con ella? Por qué no se asusta?! Por qué no sale corriendo gritando que son monstruos?!
Los hermanos tardaron un tiempo en acostumbrarse al nuevo ambiente. Daki exigió a su hermano un escape repetidas veces, pero poco a poco, aquella mujer y su hijo lograron hacerse un lugar en el corazón de los demonios.
Ellos se demoraron un poco mas en salir se la maldición. Les costó confiar, y a medida que lo hacían, nuevas dudas impedían el proceso.
Finalmente comenzaron a tener sus primeros recuerdos de antes de la maldición.
Del señor que ahora mismo inspiraba miedo de solo pensar en él, de la mujer que siempre estaba a su lado y los trataba con cariño, de como eran las antiguas lunas superiores antes de ser bestias hambrientas.
De como el hombre que los encontró nuevamente actuaba de esa forma en vez del frío y despiadado Douma al que estaban acostumbrados.
Sinceramente, todo era tan extraño. Ambos demonios estaban tan acostumbrados a vivir en odio y envidia que el cambio de ambiente era casi demasiado para ellos.
Aun así, no se quejaban. Luego de romper poco a poco la maldición, se dieron cuenta que quizás vivir sin el odio y envidia que pensaban los hacía quienes eran, iban a ser más felices.
Kotoha, a pesar de ser una mujer mucho mas joven que ellos, actuaba con cierta madurez y sabiduría que les faltaba incluso después de haber estado vivos mas de 100 años. Ella los cuidaba con el mismo amor y cariño con el que cuidaba a su hijo.
Para chicos como Daki y Gyutaro, que crecieron sin amor paternal de ningún tipo, ese trato era posiblemente lo mejor de la situación.
El pequeño Inosuke también logró ganarse el cariño de los hermanos, y antes de que se dieran cuenta, ambos estaban cuidando y protegiéndolo como si fuera un hermano de sangre
Douma, quien alguna vez simplemente generaba molestia por su personalidad falsa y envidia por el físico bendecido que tiene, pronto comenzó a ser alguien que respetaban. No por miedo como estaban acostumbrados, sino por cómo actuaba.
Era muy loco. Si alguien hubiera ido un año atrás a decirle a Daki que pronto estaría envuelta en una familia muy desequilibrada, ella se habría muerto de risa y hubiera sacado a Gyutaro solo para reírse con él.
Aún así, aquí estaban. Ambos hermanos siendo parte de esta loca familia compuesta por el tercer demonio mas fuerte del mundo, una humana cualquiera y un cazador de demonios.
Holaa, este capitulo es un par (2mil) palabras mas cortas que los otros dos caps. Esto tiene una explicación.
Verán, el capítulo 2 sería muy largo si le agregaba esto, y no me gustaba la idea de simplemente meter esto en un capítulo que ya sea nuevamente en el presente.
De todas formas, el siguiente cap volverá a ser de las habituales 3k de palabras. Chau <3
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KNT〆Broken Soul〆 |∥Giyuu Angst∥|
FanfictionInspirado por el comic "Kinnotamamushi" Iban a matar a Nezuko. Tomioka no iba a permitirlo. Él se negaba a haber pasado por toda esa tortura para que al final la maten igual. Giyuu pataleó como pudo para evitar la muerte de la demonio, pero él est...