ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ³

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Casi vuelco a Rowoon en mi apuro por girar y cambiar de dirección. Nos escurrimos y nos detenemos detrás de un camión de mudanza estacionado. Me asomo por detrás de él. Incapaz de dejar de ver.

Cinco ángeles más bajan en picada por donde estaba el de las alas Nevadas. A juzgar por su postura agresiva, es una lucha de cinco contra uno. Esta demasiado oscuro para ver los detalles sobre el aterrizaje de los ángeles, pero hay algo en la forma de las alas de uno de ellos que me sorprende de manera diferente. Estas se pliegan demasiado rápido cuando aterriza, haciendo que no pueda apreciarlas de manera apropiada y me quedo pensando si realmente había algo diferente acerca de ese ángel. Es un gigante, erigido sobre el resto.

Nos hemos agachado y mis músculos se congelan, negándose a pasar de la relativa seguridad detrás del neumático del camión. Hasta el momento, no parecen habernos notado.

Repentinamente, una luz parpadea y se enciende encima del hibrido aplastado. La electricidad ha vuelto y esta lampara de la calle es una de las pocas que aún no se han roto. La luz solitaria se ve más brillante y espeluznante, destacando contrastes más esclarecedores. Algunas ventanas vacías se encienden a lo largo de la calle también, dando suficiente luz para mostrarme a los ángeles un poco mejor.

Tienen alas de colores diferentes. Aquel que destrozó el coche tienen alas blancas como la nieve. El gigante tiene alas del color de la noche. Las otras son de colores azules, verdes, naranja quemado y unas rayas de tigre.

Todos sin camisa, sus formas musculosas se flexionan con cada movimiento. Al igual que sus alas, el tono de su piel varia. El ángel de las alas blancas que aplastó el coche tiene la piel color caramelo claro. El otro de las alas de noche, tiene la piel tan pálida como un huevo. El resto entre oro y marrón oscuro. Estos ángeles parecen el tipo que está fuertemente marcado por las heridas de la batalla, pero en lugar de eso, son del tipo de piel perfectamente inmaculada, el cual las reinas de graduación del país matarían a sus reyes por tener.

El ángel de Nieve rueda dolorosamente fuera del coche aplastado. A pesar de sus heridas, aterriza medio agachado, preparado para un ataque. Su gracia atlética me recuerda a un puma que una vez vi en televisión.

Puedo decir que él es un oponente formidable por la manera en que los demás se le acercan con cautela, aunque está lesionado y ahora superado en número. A pesar de que los otros son musculosos, lucen brutos y torpes en comparación a él. Tiene el cuerpo de un nadador olímpico, compacto y musculoso. Se ve que está listo para luchar contra ellos a mano limpia, sin importar que casi todos sus enemigos estén armados con espadas.

Su espada yace a unos metros del coche, donde aterrizó durante su caída. Como las otras espadas de ángel, es corta, menos de medio metro de hoja con doble filo.

Lo ve y se gira para abalanzarse por ella, pero el ángel con las alas quemadas patea la espada. Esta se desliza perezosamente sobre el asfalto, alejándose de su propietario, pero la distancia que se mueve es sorprendentemente corta. Debe ser tan pesada como el plomo. Aun así, está lo suficientemente lejos para asegurar que el de las alas nevadas no tenga la oportunidad de alcanzarla.

Me acomodo para ver la ejecución del ángel. No hay duda sobre los resultados. Aún así, el de las alas blancas da una buena pelea. Patea al que tiene rayas de tigre y logra defenderse de otros dos. Pero no existe comparación para cinco de ellos juntos.

Cuando finalmente cuatro de ellos logran inmovilizarlo en el suelo. Prácticamente se sientan sobre él, el gigante de las alas de Noche camina hacia él. Asechándolo, como el ángel de la muerte, el cual supongo que podría ser. Tengo la clara impresión de que esto es la culminación de varias batallas de estos ángeles. Siento historia entre ellos por la manera en que se miran, en la forma en que el de las alas de Noche tira del de las del de Nieve, extendiéndolas. El asiente al de las alas de rayas, quien levanta su espada por encima de las alas del de Nieve.

Quiero cerrar mis ojos frente al golpe final, pero no puedo. Mis ojos permanecen abiertos, como si estuvieran pegados, olvidando como cerrarse.

─Debiste aceptar nuestra invitación cuando tenías la oportunidad ─dice Noche, tirando del ala para alejarla del cuerpo de Nieve─. Aunque ni siquiera yo hubiera predicho este tipo de final para ti.

Él asiente nuevamente a Rayas. La espada cae y corta el ala.

Nieve lanza un grito de furia. La calle se llena de ecos de su rabia y agonía.

La sangre se esparce por todas partes, bañando a los demás. Ellos luchan para mantenerlo sujeto mientras la sangre lo hace resbaladizo. Él gira y patea a dos de los matones con la velocidad del rayo. Terminan rodando sobre el asfalto, curvándose alrededor de sus estómagos. Por un momento, mientras los dos ángeles restantes luchan por sujetarlo, creo que él va a lograr soltarse.

Pero el ángel de la Noche pisa con su bota sobre la espalda de Nieve, justo en la cruda herida.

Nieve sisea en un aliento lleno de dolor, pero no grita. Los demás aprovechan la oportunidad para escabullirse y volver a su posición, inmovilizándolo.

Noche deja caer el ala cortada. Esta se derrumba pesadamente, como un animal muerto, sobre el asfalto.

La expresión de Nieve es de furia. Todavía quiere seguir luchando, pero esto se drena rápidamente junto con su sangre. Sangre que empapa su piel, enredando su cabello.

Noche agarra el ala restante y la extiende.

─Si fuera por mí, te dejaría ir ─dice Noche. Hay suficiente admiración en su voz para hacerme sospechar que podría decirlo en serio─. Pero todos tenemos nuestras órdenes─ A pesar de la admiración, no muestra ningún arrepentimiento.

Rayas levanta su espada, posicionándola en el ala conjunta de Nieve, capturando el reflejo de la luna.

Me encojo de miedo, esperando otro golpe sangriento. Detrás de mí, un sonido más pequeño y simpático se le escapa a Rowoon.

El de las alas quemadas repentinamente levanta la cabeza desde atrás de Noche. Viendo directamente hacia nosotros.

Me congelo, todavía agazapado detrás del camión de mudanza. Mi corazón salta y luego se acelera al triple de su velocidad.

Quemando se levanta y se aleja de la carnicería.

Directamente hacia nosotros.

Holis, estas actualizaciones son sin revisión de errores, así que, si ven algún error por ahí, me lo pueden hacer saber

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Holis, estas actualizaciones son sin revisión de errores, así que, si ven algún error por ahí, me lo pueden hacer saber. Graciasss(:

Á𝒏𝒈𝒆𝒍𝒆𝒔 𝑪𝒂í𝒅𝒐𝒔 - 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝑽𝒌𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora