II. Mi vida antes de ti

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Jihoon siempre había destacado por su desagradable personalidad. 

El joven de pequeña estatura parecía estar envuelto por un aura oscura y pesada, caminaba en perfecta postura, parecía pedante y arrogante a simple vista, demasiado franco para el gusto de cualquiera y siempre tenía un rostro que denotaba su desprecio hacia el mundo, hacia cada una de las personas existentes que no eran Jeonghan.

Jeonghan era el mejor amigo de Jihoon desde que el más bajo se mudó a su vecindario cuando ambos tenían alrededor de once años. Jugaban a las escondidas con los demás niños que residían en las cercanías. Jeonghan era amigo de todos, o casi todos; Jihoon sólo se llevaba bien con él mismo en un inicio, pero el mayor se ganó su confianza a base de invitaciones a jugar Digimon World en su consola, la primera PlayStation; almuerzos improvisados y regalos pequeños tales como piedras, hojas y monedas que hallaba en el suelo, pues el más bajo parecía tener hábitos de cuervo: coleccionista de todo lo bello y brillante. 

— ¡Woozi!

— ¿Woozi?

—Ah... ¿No puedo llamarte así? Lo siento mucho...

—No, no... Uh, es que no tengo apodos, todos me llaman Jihoon...

— ¡Ahora eres Woozi! —Jeonghan lucía tan alegre y radiante, mostraba la sonrisa más dulce de todas. Recordó entonces el motivo por el cual se acercó al chico y de su bolsillo sacó un pequeño botón dorado—. Mira lo que hallé para ti, es muy lindo—. Luego se acercó un poquito más y susurró juguetonamente—. Se lo robé a mi abuela.

—¡Jeonghan!, ¿No te va a regañar si se entera? 

—¡Bah! Ni lo notará, créeme, además si le digo que es para ti, ¡No habrá problemas! Te adora.

Jihoon era feliz cuando estaba con Jeonghan, el mayor era tan delicado y frágil que sentía la necesidad de protegerlo en todo momento, en especial de los chicos más grandes del vecindario, esos que estaban ensañados con la existencia de aquel muchachito de ojos amielados y cabello que llegaba hasta sus hombros. 

— ¿Y por qué no te lo cortas? Pareces niña.

—Me... me gusta así de largo...

— ¿Algún problema con su cabello? —Jihoon se colocó delante de Jeonghan, como si pudiese cubrirlo a pesar de medir tan poquito.

— ¿Qué te metes, enano? Quítate o te piso—. El chico más paliducho y alto de los tres que alteraban su paz alzó la barbilla agresivamente.

—Respóndeme: ¿Tienes algún problema con el cabello de Hannie? —El queridísimo Woozi había adquirido una postura firme y amenazante, pero lucía tan diminuto que no era posible tomárselo en serio.

—Jihoon-ah... Cálmate... 

—No es sólo su pelo, hasta su voz, su cara, ¡Todo! Es una chica, ¿A que sí? —El chico más fornido reía a carcajadas, apuntando al delicado joven.

—Ya... Vámonos, Jihoon... —Jeonghan tironeaba de la manga del chico que le defendía, tratando de evitar a toda costa los problemas.

— ¿Es una chica, dices? Es más linda que tu hermana en ese caso. 

El paliducho, indignado, se abalanzó contra Jihoon, pero éste se apartó con rapidez, empujándolo con fuerza y lanzándolo al suelo. 

— ¡Oye!, ¡¿Qué te pasa?! —Escuchó gritar al niño mayor que él, pero Jihoon pareció no escuchar, colocó un pie sobre la espalda del chico y comenzó a ejercer fuerza poco a poco, aplastándolo ya sin cuidado en un final.

— ¡Ya!, ¡Déjame! —Lloriqueaba éste, completamente humillado, tratando de liberarse de aquel pisotón.

— ¡Jihoon!, ¡Basta! —Gritó Jeonghan, asustado.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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Chasing Your Own Tail [JICHEOL] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora