—¿Qué sucede con Ella?
Dongyoung casi nunca prestaba atención a los planes divinos, mucho menos a las cosas que solía hacer Dios de vez en cuando para entretenerse. La última apuesta había terminado con mucha gente inocente siendo víctima de un terrible virus y, de hecho, grandes catástrofes mundiales fueron originadas por simples apuestas celestiales que estaban fuera de su comprensión.
Lo poco que le importaba la humanidad podía ser incluso asombroso.
¿Qué era un humano ante Dios?
Una hormiga.
"Nadie hay tan osado que lo despierte;
¿Quién, pues, podrá estar delante de mí?"
(Job 41:10)El demonio se acercó a su jefe, ofreciéndole una copa de vino.
—Sucede que apostamos, ya sabes, por los viejos tiempos —Lucifer tomó la copa entre sus manos, examinando el contenido mientras sus piernas se cruzaban. —Hablamos sobre aquellos días en los que solía ser el gran ejemplo de un hijo perfecto y no el rebelde que soy ahora. Son cosas que quedaron en el pasado, yo sé que Ella me adora y por eso me dió un puesto importante en el infierno, pero muchas veces necesito vacaciones de todo ese paraíso infernal.
—Bastante normal.
—¿Aún sigues enojado con Ella? —preguntó, aunque su tono indicaba más una afirmación. Al no recibir una respuesta clara, simplemente continuó: —Te entiendo, niño, también comprendo que el castigo que te dieron fue terriblemente doloroso para ti.
—Lord Lucifer —Dongyoung gruñó, dándole una mirada de advertencia a su jefe. —No me gustaría tocar esos temas ahora. Usted me dijo que necesitaba hablar conmigo, parecía ser algo más importante que un simple miércoles de terapia infernal.
Lucifer se rió.
—Tengo una apuesta interesante con Ella, veremos hasta donde llegan a causa de esta y, casualmente, vamos a necesitar mucho de tu ayuda. Como embajador del infierno en la tierra debes de tener muy en claro que estas cuestiones te corresponden.
—¿Puedo saber de qué trata todo su plan? —preguntó Dongyoung, con curiosidad.
—Tentación —se alzó de hombros. —Así, sin más.
—Es fácil, lo he hecho miles de veces-
—Al escribano —Lucifer observó fijamente al demonio, quién se paralizó en su lugar. —Ella insistía tanto en volver a ese escribano un arcángel ya que tiene las cualidades suficientes, sin embargo, yo le sugerí que le diera un par de pruebas antes de brindarle un puesto tan importante.
Eso era estúpido.
Realmente estúpido.
Los ángeles nunca caían ante las tentaciones.
—No puedes...
—¿Dices que no puedo? —la voz de Lucifer se elevó, dándole una advertencia al demonio. —Soy el mismísimo príncipe del infierno, la magnitud de mi poder es divinamente infinita, tanto que podría desaparecer al escribano de un chasquido, pero me contengo para no crear guerras innecesarias.
Dongyoung intentó mantener sus ojos rojos en la mirada infernal de su jefe, queriéndole hacer saber indirectamente que no deseaba ser parte de ese maldito juego, pero terminó perdiendo al sentir la maldad que este emanaba con tan solo inclinarse un poco hacia adelante.
Imposible ganarle al rey de las tinieblas.
—Como sea —habló Dongyoung. —No cuenten conmigo para esa labor —insistió.
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Ineffable Divinity
FanficAlgo sucede en la tierra. Definitivamente no tiene nada que ver con cierto ángel y su amigo demonio.