Los días pasaban y nuestra exploración del reino continuaba, pero algo en el aire había cambiado desde que conocimos a Kiera nuevamente. Aunque nuestras aventuras seguían siendo emocionantes y desafiantes, no podía evitar sentir una cierta tensión en el ambiente. La presencia de Kiera parecía haber agitado algo en nuestro grupo.
Un día, mientras Cassandra y yo explorábamos una ruina antigua, Kiera se acercó a mí con una expresión decidida en el rostro. "Rapunzel, hay algo de lo que quiero hablar contigo."
Nos sentamos en un rincón tranquilo de la ruina mientras Kiera explicaba sus sentimientos. "Rapunzel, desde que volví a ver a Cassandra, no puedo evitar sentir una conexión especial con ella. Me he dado cuenta de que me importa más de lo que creía, y he llegado a valorar mucho su presencia, ella me gusta."
La sinceridad en las palabras de Kiera era palpable, y podía sentir la intensidad de sus emociones. "Lo que quiero decir es que me gustaría que me ayudaras a acercarme más a Cassandra, a fortalecer nuestra amistad."
Asentí, tratando de parecer comprensiva. "Claro, Kiera. Cassandra es una persona maravillosa, y estoy segura de que apreciará tener una amiga como tú."
Sin embargo, mientras trataba de mantener una actitud neutral, sentí una punzada de celos que me sorprendió. ¿Por qué estaba sintiendo celos por algo que no tenía sentido? Cassandra y yo éramos amigas, y eso era lo que importaba. Pero la idea de que Cassandra pudiera conectar con alguien más de manera profunda me hacía sentir incómoda.
A medida que pasaban los días, seguía viendo a Kiera y Cassandra interactuar, compartiendo risas y momentos de complicidad. Intentaba no prestar atención a mis propios sentimientos de celos, pero eran difíciles de ignorar.
Una noche, mientras estábamos en el castillo, Cassandra me miró con una sonrisa. "Rapunzel, quiero agradecerte por ser una amiga tan increíble. Siempre estás ahí para mí, y eso significa mucho."
Claro amiga, sonreí, pero algo en mi interior seguía luchando contra la sensación de que algo estaba cambiando. Kiera había mencionado su interés en acercarse a Cassandra, y yo intentaba ser madura y comprensiva al respecto. Pero mi corazón seguía inquieto.
La tensión finalmente alcanzó su punto máximo una tarde mientras Cassandra y yo estábamos entrenando en el patio del castillo. Kiera se unió a nosotros y comenzamos a practicar nuestras habilidades. Pero cuando vi a Kiera y Cassandra riendo juntas, un nudo de celos se formó en mi estómago.
Finalmente, no pude contener mis emociones más. "Cassandra, ¿puedo hablar contigo un momento?"
Nos alejamos unos pasos y suspiré, tratando de encontrar las palabras adecuadas. "Cassandra, sé que Kiera es una amiga importante para ti, y quiero que sepas que apoyo tu amistad con ella. Pero... me siento un poco incómoda alrededor de ella, y no sé por qué."
Cassandra me miró con atención, sus ojos llenos de comprensión. "Rapunzel, entiendo lo que sientes. Las emociones pueden ser complicadas y a veces difíciles de entender. Pero quiero que sepas que tú eres mi mejor amiga. Nada cambiará eso."
Sus palabras me aliviaron, aunque no me gustó el que dijera amiga, pero sentí una oleada de gratitud por su comprensión. "Gracias, Cassandra. Aprecio mucho tu amistad y tu sinceridad."
La tensión entre nosotros se disipó, y continuamos nuestro entrenamiento con un sentido renovado de conexión. A medida que enfrentábamos desafíos juntas, me di cuenta de que mi amistad con Cassandra era algo precioso y único. No importaba cuántas personas entraran en nuestras vidas; nuestra amistad era inquebrantable.
Una semana después
A medida que los días pasaban, los eventos continuaban desarrollándose en formas que nunca habría imaginado. Mi amistad con Cassandra seguía siendo una fuente de fortaleza, pero también había desafíos que debía enfrentar en mi propio corazón.
Un día, mientras explorábamos un hermoso prado lleno de flores silvestres, Eugene se acercó a mí con una expresión nerviosa en el rostro. Mi corazón comenzó a latir más rápido, ya que había notado ciertas miradas y gestos de Eugene que parecían indicar algo más que amistad.
"Rapunzel", comenzó Eugene, su voz temblorosa. "Hay algo que he querido decirte desde hace tiempo, y siento que es hora de que lo sepa todo el mundo."
Mi corazón latía con fuerza mientras lo escuchaba hablar. Me sentí nerviosa y emocionada al mismo tiempo, pero también sabía que había algo en mí que no estaba del todo en paz.
Frente a nosotros, mis padres, la Reina Arianna y el Rey Frederic, habían aparecido, aparentemente conscientes de la importancia de este momento. Estaban sonriendo expectantes, listos para ser testigos de lo que estaba por venir.
Eugene tomó una profunda inspiración antes de hablar con determinación. "Rapunzel, desde el momento en que entraste en mi vida, supe que estaba destinado a algo más grande. Tu valentía, tu alegría y tu forma de ver el mundo me han cambiado de formas que nunca imaginé."
Cerré los ojos por un momento, sintiendo la emoción en sus palabras. Sabía que Eugene había tenido un viaje increíble de autodescubrimiento, y yo había sido parte de eso.
"Rapunzel, lo que quiero decir es... Rapunzel, ¿te casarías conmigo?" Eugene preguntó finalmente, su mirada llena de esperanza y vulnerabilidad.
Mis padres sonreían, esperando mi respuesta con anticipación. Pero en mi corazón, algo no se sentía del todo bien. Mi mente divagaba hacia Cassandra, hacia Kiera, y hacia los celos que había sentido en los últimos tiempos.
"Eugene, eres una parte invaluable de mi vida", comencé, mi voz suave pero llena de conflicto interno. "Pero también hay cosas en mi corazón que aún estoy tratando de entender."
Vi la decepción en los ojos de Eugene y sentí un apretón en mi pecho. Mis padres también parecían sorprendidos, pero su expresión seguía llena de cariño y comprensión.
"Eugene, necesito tiempo para reflexionar sobre mis sentimientos y tomar la decisión correcta", expliqué, buscando sus ojos con sinceridad.
Eugene asintió, aunque no pude evitar sentir que había herido sus sentimientos. Mis padres se acercaron a mí, ofreciendo abrazos de apoyo y palabras de aliento.
Mientras observaba la reacción de Eugene y sentía el peso de mis propios sentimientos, me di cuenta de que había mucho más en juego de lo que había anticipado. Mi amistad con Cassandra, los celos inexplicables, y la pregunta que Eugene me había planteado, todos se entrelazaban en una red complicada. Lo único que faltaba.
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𝘽𝙡𝙤𝙣𝙙𝙚 - 𝘾𝙖𝙨𝙨𝙪𝙣𝙯𝙚𝙡
Fanfiction"En cada paso incierto que tomas, encontrarás mi mano extendida para sostener la tuya, porque juntas encontramos el coraje para enfrentar lo desconocido." Rapunzel x Cassandra. El dibujo de la portada no me pertenece, créditos a su respectivo creado...