Tal vez

3

—Que torpe es Sirius, verdad? —preguntó James a Regulus con una sonrisa de medio lado.

—Si... Es lo que tiene ser el hermano pequeño. Siempre eres el que la caga.

James se quedó unos instantes reflexionando sobre eso último.

—Sabes... Siempre había querido tener un hermano pequeño. 

—Uff... —resopló el. —No lo querrías si estuvieras en mi lugar.

Ambos soltaron una carcajada suave mientras se echaban miradas de vez en cuando.

—Sirius lo ha hecho aposta —soltó James, poco distraído.—Lo del agua.

Regulus le inspeccionó durante unos instantes. No parecía enfadado, si no perplejo y confundido.

—Porque lo haría queriendo?

Al ver que no entendía lo que James estaba intentando confesarle, se hecho a reír y lo soltó al fin.

—Me gustas.

Regulus estaba lavándose las manos y dejó caer el chorro de agua durante varios minutos. Como no le respondía, saco su arma secreta.

—Se que esto te va a parecer lo más cursi del mundo pero... Te he traído flores.

—F-flores...? N-no tenias porque... Ni siquiera deberías de haber gastado tu dinero en algo para mi...

—Respóndeme a una cosa. —James noto como el pelinegro se tensaba.—Porque siempre eres tan modesto e idiota? —este último soltó una risotada muy fuerte.—Enserio! No puedes ir por la vida diciendo que no eres suficiente o cosas así... Para mi eres perfecto.

James se quedó mirando a Regulus fijamente. El pelinegro tenía la vista fija en sus ojos y le brillaban como las estrellas.

De repente, el móvil de Regulus vibró. Cuando se volvió hacia el, se dio cuent de que alguien lo llamaba. James se volvió haci el móvil de Regulus y había un nombr impregnado en la parte de arriba, Dirk Cresswell.

Regulus hizo un gesto a James en señal de disculpa y el sonrió débilmente.

—Dirk! Hola, si! Que tal? U-una fiesta? Por el cumpleaños de Remus? Oh, mierda, lo había olvidado jaja! Si,claro!

Confuso, James se quedó petrificado unos minutos pensando en que decir, pero Regulus se adelantó.

--James! Siento haberte cortado pero... Un... Amigo me ha llamado para invitarnos a la fiesta sorpresa del cumpleaños de Remus! A que es genial?

James asintió sin muchas ganas.
--Porcierto, necesito un acompañante, podrías ir conmigo?

Oh, claro que podía. Era lo que más le apetecía.

--Claro. --dijo secamente.

Regulus fue más allá y se acercó a él para darle un abrazo.
Sin saber cómo reaccionar, James tan solo esbozo una pequeña sonrisa cuando se separaron.

--Venga, vamos a esa fiesta. --dijo Regulus extasiado.