¡Que emoción!

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        LUCÍA

— ¡Lucia!,¡¡Lucia!!

— ¡¡Ya voy,mamá!!

— ¡¡Hija,apresurarte,que llegarás tarde a tu primer día de escuela!!— esta vez,fue la voz de mi padre la que traspasaba las finas paredes de mi habitación.

Rebuscando entre las maletas mal echas y las cajas sin abrir de la mudanza,maldigo una y mil veces por no encontrar la sudadera que me regaló mi hermano por el día de Acción de Gracias, cuando aun vivíamos en la otra ciudad.

Todo fue por culpa del trabajo de papá, si no trabajará en una de las cadenas de tiendas, con el lugar #3,mas importantes del país ahora estuviese tomándome una cerveza con mis amigos luego de habernos escapado de clases por que la profesora de Historia del Arte rendía mas que los regaños de mi santa madre. La mudanza fue realizada hace una semana,pero mi primer día es hoy lunes por cosas legales  que — según papá — son de suma importancia para mi aceptación en el centro estudiantil.

Pequeños detalles que no pasan por alto.

Con un suspiro cansado,y lanzando maldiciones,me apresuro acoger mi maleta y bajar de una vez ,para evitarme la furia de mi madre y,de paso,la de papá. No se cual de las dos son peor.

— Hija — murmuró mamá, saliendo de la cocina y llenado a parar a la sala,tomando su gabardina negra y las llaves del coche —¿Se puede saber que hacías allá arriba qué haga que te tardes tanto en bajar?

— Es que,no encontraba mi sudadera.

— ¿Tienes una sudadera?No lo sabía, ¿desde cuándo?

—Desde siempre ,mamá.

— No lo sabía, cariño. Disculpa.

— Esta bien,mamá.

— ok— me acarició mi corto cabello. —¡¡Julian!!,¡¡¿Dònde estas?!!¡¡Ya vamos tarde!!

— ¡Voy!

Papá bajó como rayo las perfectas escaleras echas de madera de abedul,envuelto en un traje de negocios echo a su medida,perfectamente planchado.

— Perdón, amor,me estaba ajustando la corbata.— se excusó.

— Y bien mal que lo has echo.— suspiró la jefa de la casa,sobandose las sienes — Venga ,vamos que se nos hace tarde ,a ti — me señaló — para la escuela,y a nosotros para la reunión sobre los papeles de la nueva tienda que queremos abrir aquí.

— ¿Otra?

Jadee.¿En serio? Nunca han estado conmigo y con mi hermano desde que tengo memoria solo por que la ambición de mamá va en aumento,pero ¿otra? ¡Ya tiene como cuarenta!

Eso sin exagerar.

— Oh,Lucía, amor..

Intentó acercarse pero la aparté sin parecer muy brusca.

— Da igual. ¿Sabes por que no sabías lo de mi sudadera?¿Sabes? Por que no nos dan ni una pizca de atención. Por que tú, mamá no piensas en nada mas que en ti y en lo que obtendrás si ahces esto y aquello. ¿Y nosotros qué, eh? ¿Tus hijos,qué? Que se jodan,¿no?

— Lucía, ¿que es esa forma de hablarle a tu madre?

— ¿Te vas a poner de su lado?¿En serio papá? ¿Cunto hace que no sales a disfrutar con tus amigo?¿A beber a un bar de la zona?¿A una comida familiar?¡Dime!¿Cuando has echo algo que has querido? Nunca,¿por que?Simple,a tu mujer no le importas.

Mama que estaba a mi lado,estaba roja de la rabia. No me importó, por que sabia que era de verdad,que tenia la razón. A paso decidido me acerqué a ella hasta tener su rostro a milímetros del mío.

EL CLUB DE ZAPATOS CARMELITASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora