El tren se detuvo, habíamos llegado, desperté a Mikasa y bajamos del tren.
- ¿Ahora a dónde iremos? - me preguntó Mikasa mientras se acomodaba la mochila.
- Tenemos que descansar un poco, después iremos con ese tal Marcel. - Mikasa solo asintió con la cabeza.
Caminamos por la ciudad hasta llegar a un hotel, un tanto discreto, como me gusta.
Entramos al Lobby y fuimos con la recepcionista.
- Buenas noches, queremos una habitación sencilla de dos camas, por favor. -
- Buenas noches, una disculpa por el momento solo tenemos habitaciones de cama matrimonial. -
- ¡Solo una cama! - Exclamó Mikasa nerviosa.
- Está bien deme una por favor. - Al parecer tampoco hoy podré descansar.
- Claro que si joven en un momento. - Mikasa me todo del brazo llamando mi atención.
- ¿Enserio Eren? -
- Si, no podemos separarnos. - Mikasa no tuvo de otra más que aceptar.
- Aquí tienen. - me entregó las llaves de la habitación. - disfruten su estancia.-
Agradecimos y subimos hasta nuestra respectiva habitación, al entrar notamos que la habitación no estaba tan mal, tenía una cama bastante grande, un pequeño balcón, una televisión y una computadora en un escritorio. Deje mis cosas en una silla y me dirigí a la entrada del cuarto.
- Te daré espacio, si me necesitas estaré en el lobby. - Abrí la puerta y salí.
...
Me encontraba sentado en un sillón del lobby, estaba todo en silencio, exceptuando los sonidos de la teclas al ser presionadas por las recepcionistas y los meseros y trabajadores de cocina levantado y ordenando el restaurante.
Miraba hacia la entrada del hotel, pensando, ¿Que mierda estoy haciendo?, ¿en serio voy a ayudar a esta chica?, ¿Que sera de mi si logro hacerlo?, ¿Podré vivir tranquilo?, no lo creo. Siento que cometí un error, pero por otro lado en verdad quiero ayudarla, no quiero volver a dejar a alguien así, no desde aquella vez.
Mire mi reloj, ya había pasado hora y media, creo que ya puedo volver con Mikasa para darme una ducha y relajarme un poco. Me levanté y me dirigí al ascensor.
Toque la habitación una vez.
- Mikasa soy yo, Eren, ¿puedo pasar? -
- ¡Si! - Abrí la puerta y Mikasa estaba sentada en la orilla del cama, viendo hacia la ventana mientras cepillaba su cabello, dándome la espalda, no le di importancia y entre al baño para poder darme esa ducha que necesito. Cerré la puerta, me quite la ropa y la dejé en un pequeño cesto, abrí la ducha y me metí.
Terminé de bañarme, tomé una toalla y con ella envolví mi cintura, pero me di cuenta que había olvidado el cambio de ropa, tenía que salir por el. Salí del baño, Mikasa estaba ordenando unas cosas pero en el momento en el que me vio salir con solo una toalla rodeando mi cintura un notable sonrojo surgió en su rostro, provocando que se pusiera nerviosa y girará la vista rápidamente. No le tome importancia y me dirigí hasta mi maleta, de ella saca la ropa que iba usar y volví al baño para vestirme.
Volví a salir ya vestido y ahora Mikasa estaba sentada en la cama recargando su espalda en la cabecera de la misma, no me miró al salir, parecía estar pensando en algo, me acerque y tome una de las almohadas, de igual manera saque una cobija del armario y las coloque en el suelo, tomé mi pistola y la metí por debajo de la almohada y terminé acostándome en el suelo.
ESTÁS LEYENDO
The perfect girl
RandomEn un futuro distópico donde la ley es una reliquia del pasado y la supervivencia es una lucha diaria, Eren, un cazarrecompensas experimentado, se encuentra en medio de un dilema moral. La mafia le encarga la misión de encontrar a una chica cuya imp...