JAEMIN
Cuando dije que hicieran sus cosas de pareja y que yo pasaría el rato entre medias, no me di cuenta de la cantidad de cosas de pareja que habría.
Woo y Luka me invitan a un montón de cosas con ellos, pero cada vez que Yuck y Jeno se van a hacer algo, Yuck deja muy claro que quiere a Jeno para él solo.
Después de unos días aquí, empiezo a sentirme como una quinta rueda, y empiezo a sospechar que esto es peor que estar sentado en casa lloriqueando por una ruptura.
En realidad, no, es peor.
Yeeun me hizo enojar con las cosas que dijo, pero no la echo de menos. Jeno está literalmente ahí, sentado al otro lado de la mesa, y lo extraño más que nunca.
Pero es mi mejor amigo. Y si mi mejor amigo es feliz, eso significa más para mí que unos sentimientos malhumorados que superaré pronto.
—¿Qué vamos a hacer hoy? —Le pregunto, y por supuesto Yuck aprovecha ese momento para salir de la nada.
—Vamos a subir a esa colina.
—¿Puedo ir? —¿Tal vez pueda empujar a Yuck fuera de ella?
La mirada de soslayo que me lanza Yuck deja claro lo que está pensando. —No quieres ver lo que vamos a hacer allí arriba.
En eso tiene razón. De verdad, de verdad que no quiero. Y no por todo el sexo gay, sino porque cada vez que Yuck le da a Jeno cualquier cantidad de afecto, me pone... de los nervios. Jeno no parece disfrutar de ello, y tal vez sea porque nunca le han gustado las demostraciones de afecto o porque Yuck no para de hacerlo. Yuck no se comporta de forma tan diferente conmigo, pero cada vez que toca a Jeno, esa vocecita en mi cabeza insiste en que está reclamando su derecho.
A mi Jeno.
Me cruzo de brazos y me desplomo en mi asiento. —Puedes besar a tu... lo que sea. No es que no lo haya visto nunca—. Mis palabras salen más enfurruñadas de lo que deberían.
—Vamos, cariño, —dice Yuck, tomando la mano de Jeno. —Vamos a vestirnos.
Código para el sexo. Juro que lo hacen más que Woo y Luka.
Me voy antes de que empiecen, decidido a que Jeno no vea mi decepción por tener que pasar otro día sin él. Es justo. Yo tengo a Jeno todo el tiempo, y él apenas ve a Yuck. Así es como debe ser. Está bien. Normal. Nada por lo que molestarse.
Huyo de la casa tan rápido que casi me topo con la otra feliz pareja fuera.
—¿A dónde vas corriendo? —Woo pregunta.
—Si hubiera sabido que este lugar iba a ser un festival de sexo, al menos habría traído auriculares con cancelación de ruido.
Luka va a decir algo, pero Woo le da un codazo y le dice: —Vamos a sacar uno de los botes. ¿Quieres venir?
—Depende.
—¿De? —pregunta Woo.
—¿Puedes ahogarme mientras estamos ahí fuera?
—Estoy seguro de que se puede arreglar. Sólo no te resistas, ¿de acuerdo? Entonces me sentiré mal.
—Vaya—. Tan desesperado por pasar tiempo conmigo, que está considerando el asesinato. —Si Luka no hubiera dicho ya que no comparte, pensaría que ustedes dos se estan acercando a mí.
Woo se ríe, pero Luka sigue mirándome.
—¿Estás bien, Jae?
Oh no. Tenía que ir a preguntar eso, ¿no? Estoy bien, totalmente bien, pero en el momento en que me hace esa pregunta, se me hace la garganta y se me humedecen los ojos. Intento reprimirlo todo y recordarme a mí mismo que me alegro por Jeno. Si él es feliz, yo soy feliz. Así es como funcionamos.
