Taipán (YM)

1. Los versos más tristes

El Hotel del grupo Kim tenía una segunda entrada, el parqueadero subterráneo les permitió ser sigilosos. Luego de la sorprendente noticia, la comunicación con los walkie talkies se detuvo, eso hasta llegar al penthouse.

Los escoltas se retiraron para informar a profundidad sobre los heridos y las bajas que habían sufrido.

La negación sobre la muerte de su padre rondaba sobre la mente de Jungkook, ¿cómo era posible eso? ¿Su padre? ¿Él?

Sentado en una esquina, Yoongi fue a abrazarlo, su hermano estaba perdido, anonadado y asimilando la devastadora noticia.

Taehyung estaba reprimiendo sus lágrimas mientras que Hoseok se aisló fumando en el balcón.

Ninguno estaba bien, nadie lo estaba.

Jimin comprendió que la pérdida de una persona era un ente invisible, como una sombra que acecha y sorprende cuando menos lo esperas.

Yoongi cargó a Jungkook dormido hasta la habitación. Tras recibir una llamada de Chen, su infórmate; salió al balcón para charlar con Hoseok.

Taehyung tocó tierra al percatarse de la presencia de Jimin sentado a su lado. Al verlo descalzo le propuso tomar una ducha y le prestó un cambio de ropa.

Cuando Jimin salió del baño, encontró a Taehyung acurrucando a Jungkook, al parecer se había despertado. Él le invitó a acostarse del otro lado de la cama, dubitativo y con cuidado, se acomodó en el espacio vacío. Acomodó la sabana y evitó moverse, lo que menos quería era despertar a Jungkook, él más que nadie, en ese momento; entendía que un buen escape era dormitar.

Los tres se quedaron dormidos con el foco encendido, Taehyung en medio de ambos.

En un momento de la noche, una oleada de viento hizo que Jimin despertara, percatándose que la luz de la habitación era inexistente y sus acompañantes seguían sumergidos en el sueño. Con los ojos pesados, pudo percibir la silueta de un hombre fuera del balcón, fregó sus ojos para poder distinguirlo, era Yoongi. Él miraba el cielo nocturno mientras mantenía los brazos cruzados. Jimin solo se preguntó qué podría haber estado pensando, restándole importancia, volvió a dormir.

—El cuerpo del tío fue trasladado a Daegu tal y como lo pediste, tus abuelos se ofrecieron a encargarse del resto. Desearía estar con ustedes, pero la competencia de Soyoon...

—Gracias por ayudar con lo de papá, Namjoon. Y tranquilo, ella merece el apoyo de su hermano mayor. Por cierto, al medio día partimos hacia Daegu, queremos reunirnos con los abuelos y despedirnos de papá.

—Papá está devastado, él todavía cree que es mentira, no ha dicho si irá. ¿Cómo sigue Jungkook?

Antes de que Namjoon recibiera una respuesta por parte de Yoongi, la puerta fue tocada.

—Yoongi, necesitamos hablar, es acerca de Jimin—detalló Taehyung entrando e interrumpiendo la videoconferencia, en realidad era usual de él merodear cuando Yoongi o Hoseok tenían reuniones telemáticas de negocios, le gustaba enterarse de las nuevas rutas de embarque para las armas o saber cuándo sería el siguiente blanqueo de capital—. Necesito que llames a Adriana, quiero que ella nos lleve a la casa de Jimin.

Namjoon desconocía el trasfondo de la conversación, no interrumpió, pero sus facciones lo decían todo, apoyó los codos sobre la base del escritorio y las manos sobre su quijada. Yoongi se frotó las cejas y le regaló una mirada exhausta.

—Namjoon, ¿podemos hablar más tarde? Necesito arreglar este problema de una buena vez.

—Bien, más tarde te llamo—se despidió acercándose a la cámara—. Adiós, para ti también,Taehyung.