² START A RIOTㅤㅤㅤ|ㅤㅤㅤJUJUTSU KAISEN.

━━ 𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁: birthday.

CAPÍTULO OCHO:
cumpleaños.

  EL ONCE DE NOVIEMBRE HABÍA LLEGADO.

Yuta estaba acostado en su cama cuando escuchó el alboroto que provenía del pasillo fuera de su habitación.

Llevaba una hora o tal vez dos despierto. Ya había cepillado sus dientes, cambiado su pijama por su uniforme y ahora esperaba pacientemente que la puerta de la habitación de al lado se abriera, lo cuál le indicaría que Raiden ya estaba despierto y listo para comenzar su día.

Tenía todo un plan, de hecho. Se haría el sorprendido al salir de su habitación y luego iba a sonreír, preguntándole si quería caminar a su lado, cosa que no habían hecho por ya un largo tiempo.

Las voces en el pasillo lo hicieron levantarse de la cama, bostezando ruidosamente antes de abrir la puerta y echar un vistazo.

Ladeó su cabeza al ver a sus compañeros caminando de manera sigilosa (aunque no era así, estaban haciendo demasiado ruido como para pasar desapercibidos). Sus dos profesores iban detrás de ellos; la mujer llevaba un pastel en sus manos y un gorro de fiesta sobre su cabeza, justo al igual que Gojo, quien llevaba para variar lentes oscuros sobre sus brillantes ojos azules.

Okkotsu no tardó mucho en darse cuenta de la persona que faltaba en aquel grupo. Su ceño se frunció al mismo tiempo que se asomaba aún más al pasillo, atrayendo la atención de Satoru quien volteó a verlo casi al instante.

— ¡Oh, Yuuuta! —Saludó alargando su nombre, atrayendo la atención de Kazume de igual manera, quien se detuvo en su lugar—. Deberías venir con nosotros a despertar a nuestro querido Rai.

— ¿Despertar a Rai? ¿Por qué harían eso? —Bostezó una vez más.

La verdad era que mientras esperaba había entrado a un estado somnoliento, apenas sabía que día era y en dónde estaba, pero si sabía algo a la perfección de Raiden Makino era que no le gustaba que lo despertaran a menos que alguien estuviera al borde de la muerte.

— Hoy es su cumpleaños, tarado. —Maki rodó los ojos ante lo despistado que podía ser, colocándose de mala gana el gorro de fiesta que Toge seguía ofreciéndole.

Yuta casi sonrió ante aquello, pues aún así pasaba su día a día discutiendo con el pelinegro o amenazándolo de muerte, sabía que había una parte de ella que le tenía un gran aprecio al hechicero.

— Deberíamos entrar ya. —Panda los apresuró, tomando el antebrazo del muchacho Okkotsu para integrarlo al grupo formado por los estudiantes de primer año y sus dos profesores—. Kazume Sensei, usted debería ir primero para que así Raiden no se enoje tanto.

La mujer de cabello rosa se echó a reír, mostrando el pastel en sus manos.

— Me niego, si a Raiden le da por taclearme terminará el pastel en el suelo.