Sempiterno [Casi ángeles]

Donde Acaba el Camino

Kat volvió al NE y nadie quería hablar del tema a pesar de que los mellizos, Rama, Simón y Hope insistieron bastante.

 Ella estaba sentada en la cama lista para ir a dormir mientras su hermana desenredaba su cabello. Una vez que terminó, volteo a mirarla y le sonrió.

- Me voy a bañar - ella asiente y Vale deja un beso en su mejilla - ¿Podemos dormir juntas hoy?

- Obvio que si petite

Kat se arropa para dormir y apaga las luz cuando los platinados entran.

- ¡Día! - grita Alma encendiendo las luces - Vamos, arriba

- ¿Qué hacen? - pregunta ella confundida

- Cámbiate que hoy hay fiesta - le dice Apolo

Entre los dos consiguen sacarla de la cama. Cambia su ropa y Alma la maquilla.

Salen afuera y encuentra una gran fiesta montada, sus amigos estaban ahí mezclándose entre la gente.

Ella se acerca a su hermana y Nacho empezando a bailar.

Gonzalo la mira de lejos, sus hijos se acercan a él

- ¿Y Ani? - pregunta Alma

- Está con el profe - responde sin dejar de ver a su esposa

- Puedo sentir tu dolor, sabes? - le dice Apolo - ¿Qué pasó?

- Ella lo sabe. Me dijo que no recuerda nada de lo que sentía por mi. Ya está... Me rindo, perdí al amor de mi vida - Alma mira al rubio molesta e impacta su mano contra su mejilla - ¡¿Qué haces?!

- ¡Reacciona! ¡¿Dónde está el Gonzalo Roussell que me enseñó a no rendirme y luchar por lo que quiero?!

- Alma tiene razón Gonzalo. Ella está acá todavía, no la pierdas como la perdimos nosotros - él mira a sus hijos

- No recuerdo mucho pero todos nos decían que su amor era el más fuerte de todos, que eran la pareja perfecta. Lucha por mamá, volvela a enamorar, conquista su corazón, no renuncies a ella - dice apoyando una mano en su hombro - El Gonzalo que yo conocí, me enseño a ser una mujer fuerte, segura, que nunca se rinde y pelea por lo que quiere. Enséñame que sigue estando ahí - toca su pecho y se aleja no sin antes dejar un beso sobre su mejilla

- Yo sé que esto es difícil para vos pero mamá también sufre - dice el ojigris mirando a su madre quien siente su mirada y los ve pero cuando sus ojos se cruzan con los de Gonzalo voltea la mirada

Apolo palmea el hombro de el rubio y se aleja. Sus hijos tenían razón, él no iba a perder a Selene, no de nuevo.