*CAPITULO 17*

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Danielle era la amiga más cercana a hanni, se conocieron en 1962 después de la escuela. Hanni estaba sentada en una escalera y Danielle acababa de salir por las puertas metiendo papeles en su mochila. Una página de su tarea de matemáticas salió volando, el viento la llevó hasta donde estaba hanni sentada. Danielle corrio rápidamente hacia las escaleras para recuperarla cuando vio a hanni justo al lado de donde había aterrizado, llorando en sus brazos.

– ¿estas bien? – Danielle le pregunto pero hanni se negó a mirarla ni a mostrar algún indicio de haberla escuchado. – no viene a molestar solo quería tomar mi tarea.

Hanni se reveló desde su posición vulnerable, evitando el contacto visual antes de tomar la hoja y entregárselo. – aquí tienes, lo siento.

Danielle tomo su hoja y estaba a punto de marcharse pero decidió que no quería dejar a aquella chica sin saber si podría llegar a casa sana y salva.

– No parece que estés bien. – Danielle dijo lo obvio y hanni se quedó mirando frente a ella a un hombre que agarraba una botella y le gritaba a una mujer.

Danielle siguió la línea de visión y vio lo que la chica miraba – ¿Es por eso que estas así? ¿Quien es ese?

Hanni se quedó callada durante un momento pero al final decidió responderle.

Mi padre.

– esa mujer ¿es tu mamá?

si, mi padre es un auténtico saco de pulgas para ella, no la lastima pero si le grita y a mi.

– el mio también, mamá dice que es porque todavía está salido de la guerra.

Wow mi mamá también me dice eso. ¿tu papa también peleo en la guerra?

– Si, tiene muchas medallas y esas cosas aunque no me deja tocarlas.

– Mi padre nunca recibió ningún premio. – hanni señaló a su padre que estaba apoyado en su auto mientras su madre se pellizcaba la nariz con molestia.

Un auto blanco se detuvo cerca. – Bueno tengo que irme ya llegaron por mi. ¿Quizás podamos hablar más en la escuela?.

Si, suena bien – hanni extendió su mano – soy hanni, estoy en la clase B.

– Danielle, puedes decirme dani, bueno nos vemos mañana – grito mientras corría hacia el auto.

Hanni se levanto empezó a caminar en dirección a sus padres con duda pero antes de cruzar la calle escucho a dani gritarle, cuando voltio vio que ella se dirigía hacia ella.

– mi mamá dijo que puede llevarte a mi casa ¿que dices?.

Si, me encantaría gracias.

– no hay problema, pero a tus padres ¿les parece bien?.

no les importa si salgo siempre y cuando vuelva antes que oscurezca.

– Bueno ahora que somos amigas puedes ir a visitarme cuando desees. – dani sonrio mientras abría la puerta del auto para hanni quien entró feliz.

Era la primera vez que hacía una amiga.

– Me estas asustando hanni, ¿que te esta molestando?. – si hubiera sido una situación normal, hanni le habría contado todo a dani. Podía confiar en ella con su vida y también sabía que le daría un buen consejo. Sin embargo ¿como podría contarle a su amiga ese problema? ¿Como podía decirle que estos últimos 2 meses había estado hablando por teléfono con una chica del futuro?.

Otro problema seria que incluso si omitia los detalles de las llamadas, no estaba segura de cómo reaccionaria su amiga cuando le dijera que se había enamorado de una chica que todavía ni nacía.

Entonces por mucho que quisiera decirle, no sabía por dónde empezar.

solo es el blues. – hanni tomó un sorbo de refresco y evitó los ojos de su amiga.

– algo te sucede. ¿Crees que no me di cuenta de eso? – dani le quito el refresco y lo dejo aun lado – lo que quiero saber es cual es la razón.

Hanni jugueteo con sus manos – Dolor de corazón. – fue todo lo que pudo dejar salir de su boca.

La boca de dani se abrio, parecía ofendida. – ¿corazón roto? – dani hablo alto – ¿¡Nunca me dijiste que alguien te arrebato el corazón y lo termino descubriendo ya cuando te lo rompieron!?.

Lo se y lo siento...solo tenia miedo de que pensarías.

– ¿Que pensaría?, me has hablado de chicos muchas veces antes ¿por qué estás asustada ahora?.

Esa es la cosa...no es un chico.

Dani asimilo la información, estaba sorprendida pero se calmo rápidamente y se acercó más a hanni. – eso..no es lo que esperaba pero no me molesta ¿por qué lo haría?.

No lo se, tenía miedo de que me vieras de manera diferente.

Dani rio – Vamos, siempre serás engreída y tonta, hanni cualquier tipo de persona que te arrebate el corazón no puede cambiar eso y definitivamente no cambiará mi manera de verte.

El alivio fluyó en el cuerpo de hanni y se pregunto por qué había esperado tanto en contarle, ella sonrio. – Por cierto, no soy engreída.

– No, definitivamente no lo eres. – dani sonrio. – Entonces ¿quien es la afortunada?.

Sabía que dani preguntaría eso y aún no tenía respuesta preparada. – No vive cerca de aquí.

– ah ya veo, la distancia es dura, entonces ¿es esa la razón del dolor de tu corazón?

S-si.

El problema era de hecho la distancia, pero era algo de lo que dani aún no estaba lista para escuchar o tratar de entender. Quizás algún día pero por ahora quería mantener las llamadas telefónicas en secreto. Hanni estaba mirando un jarrón de orquídeas en la esquina de la habitación de dani. Se estaban marchitando lentamente lo que le molestaba un poco ya que deseaba que su amiga las cuidara mejor.

Estaba en un mal lugar, simplemente sentados en el agua a la sombra oscura de la habitación cuando pertenecían al suelo con el sol. Se dio cuenta de que solo se pueden tener flores lejos de donde se supone que deben estar durante un tiempo antes de que comiencen a morir.

Hay un lugar para vivir, para pertenecer.

Esa es la única forma en que las flores podían sobrevivir al tiempo, si se quedaban donde se suponía que debían estar.

Eran como ella y minji. Ambas ambas tenían sus lugares donde pertenecían y es mejor que se quedarán en ellos. Le hubiera encantado tenerla cerca de ella, pero al igual que las flores de dani que morían lentamente, sólo podía esperar tanto tiempo antes de que inevitablemente sus posibilidades se marchitaran.

Entonces ¿por qué es tan difícil seguir adelante? La respuesta era fácil: le encantaba cuando minji le decía que la extrañaba. Le encantaba escucharla hablar sobre sus anécdotas e historias de su vida. Le encantaba cuando minji se detenía cuando se daba cuenta de que masticaba demasiado alto en el teléfono. Le encantaba la voz de minji. Amaba escucharla reír.

Había mucho que amar de ella pero era mejor que la amara alguien que pudiera estar allí. Alguien que pudiera decirle todas esas cosas mientras le sostenía el rostro. Necesitaba a alguien que fuera de su época, eso era algo que hanni no podía darle y eso la destrozaba.

Quizás estaba siendo egocéntrica pero sentía que minji la merecía. Minji insinuaria sutilmente que hanni era la única que la había entendido o le había hablado con todo su corazón. Seguramente estaba siendo egocéntrica por sentir que se merecía a minji. Esas eran las cosas que hanni podía darle. Su oído atento, su tranquilidad, sus historias. Pero eso no era suficiente, no podía tener a minji y no podía esperar por ella.

– ¿Hanni?

Hanni salió de sus pensamientos tratando de contener sus lágrimas. – Realmente deberías de cuidar esas flores dani.

FLORES DE 1970 [Bbangsaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora