*CAPITULO 13*

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Minji tenia los ojos cerrados, los auriculares puestos, acostada en su cama. Estaba escuchando flightless bird, american mouth de Iron and wine. Y aunque normalmente escuchaba canciones de un género completamente diferente a este, continúo repitiendo la canción.

Sintió emociones que nunca antes había sentido, repentinamente arrastradas por la cuidadosa construcción de sonidos melodiosos. Para una chica cuya vida estaba dirigida por el enfoque y los objetivos fijados, no estaba acostumbrada a que los acontecimientos la desviaran tanto del rumbo que no podía explicar.

Creía que todo tenía una ciencia, sabia que si se esforzaba lo suficiente, todo lo que había conocido podría resolverse con números y un genio silencioso.

Había sido firme creyente en la construcción de todo lo que conocía como un número más. La vida eran datos, todo a lo que se había comprometido alguna vez habían sido datos, su trabajo, sus rutinas diarias y toda su vida eran solo otro algoritmo que sabía que se podía resolver en papel y lápiz.

Entonces ¿por qué una llamada telefónica arrojó repentinamente todas sus creencias por una cascada de locura? Podría haberse aferrado a la única persona en su vida a la que la alguna vez le había importado un carajo, pero sintió algo más en medio de la imposibilidad las circunstancias extravagantes, había una emoción que se formó simplemente al intercambiar palabras en un dispositivo conectado por una rasgadura en la línea tiempo.

No iba a acudir a un científico para obtener una explicación o publicar sobre el milagro que era este viejo telefono y mostrarle al mundo que había descubierto algún tipo de magia. Era casi como si quisiera a hanni para ella, que este vínculo se hizo estrictamente para ellas y que el mundo no estaba destinado a saberlo.

La voz de hanni tiro su lógica por el desagüe, junto  con todas sus tonterías sobre pruebas científicas y tonterías algoritmicas. Ella había sido la atracción magnética que necesitaba para darse cuenta de cuanto había arruinado su vida, sus relaciones y todas las decisiones que había tomado, todo para ayudarse a si misma. Así que se quedó allí preguntándose por qué la única entidad en su vida que parecía arreglarlo era alguien a quien no podía tener.

¿Como quería a hanni? No estaba segura, nunca había tenido una amistad en la que encontraría seguro derramar sus demonios internos a cambio de palabras de consuelo y crítica honesta.

Minji y hanni habían hecho un horario en el que hanni llamaría a las 8 pm  todas las noches e incluso antes los fines de semana. Minji miro el reloj, vio que aún tenía dos largos minutos más para esperar antes de escuchar la gracia salvadora que era el teléfono sonando. Habían pasado 3 minutos y aunque minji sabia que no todas las llamadas iban a ser puntuales, se sentía un poco sola y preocupada a la vez.

Pasaron 10 minutos luego 30, después hora y media. Había escuchado un golpe en su puerta justo cuando estaba a puntobde dejar de esperar y preparar la cena. Coloco una pequeña figura en el teléfono de modo que si sonaba el teléfono temblaria y la figura caería, y cuando minji regresara y viera la figura en el suelo sabría que hanni había marcado.

Bajo las escaleras rápidamente no queriendo perderse la llamada en caso de que alguna vez llegara. Abrio la puerta y vio a hyein, con su habitual cuaderno de bolsillo en mano y ni ki sosteniendo una botella de sidra de manzana.

– Hyein, ni ki. – saludo minji. – que los trae por aquí a las 9 de la noche.

Hyein escribió en su cuaderno y se lo metió en su bolsillo – Bueno, a pasado un tiempo desde que teníamos amigos con quien charlar y tomar una copa, así que pensamos en llamar a la puerta de nuestra compañera asiática para ver si esta disponible.

Minji vacilo un poco en caso de que hanni llamara pero hyein y su familia habían sido muy amables con ella y era difícil decirles que no. – Me encantaría.

FLORES DE 1970 [Bbangsaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora