- ¡Llegué! -Anunció su presencia alzando su voz, y así como apareció, su mascota corrió hacia él lanzándose con su pesado cuerpo sobre el de tez negra, quien le daba la espalda al estar cerrando la entrada de su casa
- ¡Eeeh, Walter! -Tanteando la puerta con sus dedos con torpeza, dió frente al animal y empezó a acariciar frenéticamente su peculiar rostro al mismo tiempo que sentía el mal olor salir de la boca de su perro- Fuaa amigo, lavate la boca -Reprochó riendo levemente al canino por su mal aliento y bajó las patas que presionaban por encima de sus caderas
- Aaah... -Dejó salir un pesado suspiro, reincorporándose. Con la mirada perdida colgó su capa roja y tiró las llaves en la mesita que se encontraba al lado de la entrada de su hogar, su vista se empezó a nublar sin razón aparente, pero ya le era normal.
Se acostumbró a los dolores de cabeza por dormir tanto, o no dormir nada. A los dolores de panza por no comer nada, o comer demasiado. Al ardor de su delicada piel de sus párpados al llorar demasiado. Esa era su nueva normalidad, e iba a aceptar esa realidad cuanto más se lo permitiese la vida.
Ladeó su cabeza de lado a lado para volver a sí. Caminó por la sala sacándose los brazaletes de su armadura hasta llegar a la mesa de su comedor y correr una silla para sentarse en ella. Ni bien se sentó su celular comenzó a vibrar con el caracterísitico sonido de su tono de llamada.
- ¿Hola? -Atendió sin leer quién llamaba
- ¡¿Qué onda putaaa?! -Se escuchó del otro lado la voz de su amigo Amilcar. Las facciones del rostro del menor se relajaron y una risa leve salió de su boca. - 'Cucháme pá, con el Cristo Verde vamos a armar una joda en el boliche de Sili, ¿te copa?
La boca de Farfa se movió más rápido que sus pensamientos e inconsientemente ya había aceptado.
- ¡¡Es eeeesa pááá!! -Alentó eufórico el bostero. El Farfano rió y colgó después de despedirse de él
Tiró con desprecio su celular en la mesa y la jaqueca empezó a punzar en su cabeza. Sentía que lo llamaban, pero el llamado venía desde alguna parte entre su cráneo y su tronco encefálico. Sentía cada palabra que pronunciaban pero no las podía escuchar realmente, no había sonido. Se sentía aturdido. Ansioso.
Trató de no darle importancia, no era algo nuevo. Terminó de sacar las partes de su armadura con dificultad, dejando solamente su pantalón gris y la remera manga corta negra que traía por abajo.
Una sensación incómoda se apoderó del de ojos aperlados al pensar en las malas jugadas que lo hacia pasar su mente cada día.'Como si no fuese suficiente, no va a parar.'
Pensó exhausto y suspiró.'Va a parar el día en el que no lo soportes más.'
Había jurado que ese pensamiento era el de alguien más, alguien que sabía con exactitud que permanecería a su lado lo que le resta de su desagradable e inmunda existencia.El ladrido de Walter lo saco de su tortuoso trance. Miró a su amigo peludo y le dedicó una mirada triste. Casi instanteneamente el canino acercó su cabeza a la zurda de su dueño y apoyó su trompa en la rodilla de este.
Farfa no se inmutó. Desvió la mirada hacia su celular y se fijo en la hora y, ahora que lo pensaba mejor, Amilcar no le había dicho a que hora lo venían a buscar, o es que siquiera lo iban a venir a buscar. Menos sabía dónde quedaba el boliche de Silithur.
Le mandó un mensaje a Cris preguntando cómo iban a hacer y se apresuró a su habitación buscando una toalla, iba a bañarse porque se veía venir que apenas el de cabellos rosados viera el mensaje, caería sin avisar en su casa y lo apurarían para perder el tiempo mientras se hacía la hora para ir al boliche.
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"Tiene el sabor a tí" - Farfarich
FanfictionAhora, miráme. Miráme como yo te miro a vos. Coméme. Coméme como yo engullo mis dientes en mi carne. Amáme. Sólo amáme, como te amo yo. Amáme. Y amáme sólo a mí. Por favor... Por favor... ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ‼️ NO COMPARTIR A NINGUNO...