VOLVER A LA VIDA (Transformers Prime X My Little Pony: Equestria Girls)

Capitulo 13

Capitulo 13: Es un sentimiento que no desaparecerá

Shockwave estaba tras la pista de Cliffjumper y sus amigos humanos, Applejack y Pinkie Pie, persiguiéndolos implacablemente en su modo vehículo mientras ellos se alejaban en el modo vehículo propio del Autobot. Es más, disparaba repetidamente a su presa con su cañón y, aunque seguía fallando cada vez que lo hacía, los disparos se acercaban al objetivo previsto. De hecho, su último disparo logró detenerse justo al lado de Cliffjumper y le hizo desviarse violentamente durante unos segundos para mantener el equilibrio, tiempo suficiente para que Shockwave alcanzara al Autobot y chocara contra su trasero.

Esto provocó que todo el coche temblara y los pasajeros se golpearan la cabeza contra las ventanillas cercanas. Mientras ambos gritaban de dolor, escucharon el sonido del cañón apuntando hacia ellos y cuando miraron detrás del auto, se horrorizaron al ver el cañón cargando lentamente para una explosión indudablemente poderosa a quemarropa.

En ese momento, sin embargo, Cliffjumper exclamó frenéticamente: "¡Chicos, tengo un plan! ¡Aunque no les va a gustar!".

"¿Qué?" Preguntó Applejack con incredulidad. "¿Qué diablos quieres decir con- ¡¡¡GUAU!!!!"

Justo antes de que pudiera terminar esa frase, tanto ella como Pinkie Pie fueron arrojados afuera por su propio guardián Autobot, quien procedió a transformarse en su modo robot, agarró el cañón, se giró hacia arriba en el aire, causando que Shockwave fallara el disparo. Luego, su oponente aterrizó en la parte superior del tanque y comenzó a dispararle repetidamente con sus propios desintegradores mientras gritaba: "¡Vamos, punk Decepticon!"

Sin embargo, ninguno de los disparos logró hacer mella y Shockwave pronto también se transformó en su modo robot antes de agarrar a Cliffjumper por la cabeza y arrojar la pequeña molestia de su espalda. Afortunadamente, el Autobot volvió a transformarse en su modo vehículo justo cuando aterrizó en el suelo, condujo de regreso a Shockwave y luego, una vez que estuvo lo suficientemente cerca de su objetivo, se transformó nuevamente en su modo robot mientras saltaba hacia su enemigo antes de entregarle un puñetazo en la cara.

El golpe resultante tiró a Shockwave al suelo y justo cuando comenzaba a levantarse, vio a Cliffjumper sonriendo con total confianza y apuntando ambos blásters directamente a su cabeza. Al darse cuenta de que no podría salir de esta situación solo con la fuerza bruta, el científico jefe lógico de los Decepticons preguntó con curiosidad: "Estás dispuesto a enfrentarme en combate tú solo para proteger a tus compañeras humanas del daño". Dime, ¿realmente te preocupa su seguridad o son simplemente sustitutos de tu amiga?

Al escuchar esa pregunta, la expresión facial de Cliffjumper cambió a una mueca furiosa y pisoteó la cabeza de Shockwave mientras seguía apuntando con sus desintegradores. Luego, gritó: "¡No te atrevas a mencionarla, monstruo tuerto! ¡Deberías lamentar el hecho de que elegiste masacrarla a ella en lugar de a mí! Ella hubiera querido que simplemente te derrotaran y te mantuvieran prisionero hasta el final de la guerra. ¿Yo? ¡Sólo quiero que sufras tanto como ella! De hecho, ¡desearía que fueras tú quien fuera despedazado por el ejército de no-muertos de Megatron!"

Desafortunadamente, durante esta perorata, no se dio cuenta del cañón de Shockwave apuntando a su espalda y tan pronto como terminó su última frase, su no tan indefenso oponente disparó con él una ráfaga tan poderosa que lo hizo no solo llorar en inmenso agonía, pero también lo enviaría volando a varios metros de distancia. Después de verlo caer en el desierto unas cuantas veces y finalmente aterrizar de cara al suelo con un fuerte ruido sordo, Shockwave rápidamente se levantó y comenzó a caminar hacia el completamente indefenso Cliffjumper. A pesar de los mejores esfuerzos del Autobot herido por levantarse del suelo mientras gemía de intenso dolor, el genio Decepticon procedió a agarrarlo por la pierna al acercarse lo suficiente, levantarlo y luego aplastarlo repetidamente contra el suelo.