Tres

1.2K 31 20
                                    

° ° ° Descubriste mis demonios Los amas o te vas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

° ° °
Descubriste mis demonios
Los amas o te vas.

° ° °

Tres

Entreabro los ojos cuando el sonido de una llamada estridente resuena por lo alto, mi almohada vibra debajo de mi cabeza, provocándome un pequeño cosquilleo. Mis dedos se deslizan por mis párpados para quitar la somnolencia y despertar, sabía que era capaz de simplemente  ignorar el sonido y caer rendida de vuelta sobre mi cama. Me siento sobre el colchón con el cuerpo adolorido, sin poder abrir uno de mis ojos. Siempre me había costado despertar, era más buena en dormir en cualquier lugar. Siempre y cuando me ganará el sueño.

¿Quién será? Pensé, quejosamente, antes de tomar el celular que estaba bajo una de mis almohadas. Odiaba que me despertarán, mi humor prácticamente dependía de ello.

Pestañeo sintiendo mis ojos pesados y con las pocas fuerzas que me quedaba acerco la pantalla frente a mí cara para leer el nombre de la persona que llamaba a las dos de la mañana:

Flynn.

Coloco el móvil en mi oreja al contestar, su voz preocupada desde el otro lado de la línea me borra el sueño al instante y debo enderezarme sobre la cama con el rostro confundido.

Alex necesito decirte algo, solo no te molestes —pide por lo bajo. Al fondo logro escuchar un par de carcajadas varoniles y ya no entiendo nada.

—¿Dónde estás? —pregunto saliendo de la cama para encender las luces de mi habitación. Medio cierro los ojos en cuanto la luz repentina me ciega por un instante. —¿Y donde está papá? Se supone que debiste haber estado en casa hace más de cinco horas.

Lo sé, pero ocurrió algo…

Suelto un enorme suspiro sabiendo lo que se aproxima, cada vez que Flynn salía de casa algo ocurría. Pero al menos esta vez no le echaría toda la culpa a él, se supone que estaba a cargo de un adulto “responsable”

—¿Qué ocurrió? —pregunto ya resignada, mientras me recargo en mi escritorio.

Del otro lado de la llamada se hace un silencio poco duradero, puedo oír su respiración mientras que responderme.

Papá me trajo a una cena de su trabajo y…

—¿Qué te llevó a dónde? —lo interrumpo frunciendo el ceño —¿Qué no iban a cenar en su casa?

Si, pero hubo un cambio de planes y sabía que no ibas a aceptar que asistiera —cubro mi frente en cuanto comienza a explicarme—. Pero ahora el verdadero problema es que papá ya está demasiado borracho y no puede traerme a casa…

Ese desobligado

—¿Por qué no tomas un taxi? —pregunto intentado reunir paciencia—. Róbale dinero y ya, nunca se va a enterar de todos modos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MI DULCE APRENDIZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora