Capítulo 4 - PRIMER DIA DE COLEGIO Y MALAS NOTICIAS

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Ya era lunes por la mañana, estaba muy nerviosa, ya que era el primer día y no conocía a nadie más que a Ryan.

Cuando llegue a la puerta con mi prima, vi a Ryan con unos amigos, no me atreví a acercarme, tenía demasiada vergüenza, así que entre directamente hacia mi clase.

Cuando llegué no había nadie, todos deberían estar reencontrándose, así que me senté en primera fila a la derecha, las mesas eran de dos, por eso mismo estaba nerviosa, por saber quien ocuparía la silla que estaba al lado mío.

Al cabo de unos minutos empezó a llegar gente, alguna no se daba cuenta de que estaba, ya que estaban riendo y contándose cosas, pero otras me miraban mal, como... ¡si fuera un BICHO RARO!.

Vi que Ryan se sentaba al final del todo, con él se sentó un chico más o menos de su misma estatura, pero era todo lo contrario a él, si Ryan era moreno, él era rubio, si Ryan tenía los ojos marrones, el azules, y así con todo, era bastante irónico, peo bueno dicen que los polos opuestos se atraen.

Cuando el profesor entró en clase se hizo un silencio sepulcral, parecía que le tenían respeto (o eso o le tenían un miedo impresionante), puso su nombre en la pizarra y dijo:

- Soy el Sr. Brown- dijo divertido y serio a la vez, no sé por qué pero este profesor me va a caer bien.

- Seré vuestro tutor durante todo el año, vamos a empezar diciendo cada uno su nombre y su afición, empezaré yo, hola soy el Sr. Brown y me encanta leer. Adelante - dijo.

Todos los niños y niñas empezaron y cuando llego a mi dije.

- Ho, Ho, Hola, so, soy Alicia y me, me gusta vi, viajar- dije temblando.

Cuando llegó a Ryan dijo:

- Hola soy Ryan y me gusta hacer deporte - dijo tranquilo.

Luego le toco al niño de su lado:

- Hola soy Marco y me gusta escuchar música - dijo.

Y así hasta que lo dijimos todos. Justo en ese momento, sonó el timbre del patio y todos salieron de clase como si no hubiera un mañana.

En el patio estaba sentada en un banco sola, hasta que se acercó una chica de mi altura, con ojos y pelo marrones, se sentó y dijo:

-Hola, soy Vicky, cómo vas?, me han dicho que eres nueva, yo también lo fui, es difícil te gusta el cole?, el profesor?, conoces a Ryan y a Marco?, a que son guapos, y a las pijas?, no las soporto...- hablaba y hacia preguntas sin parar, yo puse una cara rara y se debió de dar cuenta porque paró.

- Lo siento, hablo mucho - dijo sonriendo.

- No pasa nada - dije con tono amable y sonriendo.

- Si soy nueva, me gusta el cole y el Sr. Brown, SI conozco a Ryan no a Marco, no conozco a las pijas y si que me han dicho que son insoportables.- dije guiñándole un ojo. Ella riéndose mucho dijo:

-Enserio conoces a Ryan? De qué?- dijo.

- Me enseño el cole - dije yo.

- Que guay, yo nunca he hablado con él, ni con Marco, te parecen guapos?- dijo con ojos como platos.

-Sí, bueno no, bueno no están mal, bueno mejor déjalo- dije, haciéndome la interesada.

- No me creo que no te parezcan guapos-dijo con cara de pillina.

- No están mal y punto- dije como quien no quiere la cosa.

-Bueno, cambiando de tema...- y en ese momento sonó el timbre.

-Tenemos que ir, sino nos echaran bronca - dijo levantándose.

- Si - dije levantándome también.

Todo el día fue prácticamente igual en cada clase, los profesores se presentaban y nos hacían algún juego de presentación, lo único que esta vez a mi lado se sentó Vicky (tengo la impresión que seremos muy buenas amigas).

A las cinco, vino mi prima a recogerme y fuimos para casa, durante el camino me preguntó:

-Cómo ha ido el primer día?, has conocido a alguien?- dijo interesada.

- Bien, he conocido a una niña que se llama Vicky, es muy habladora y súper simpática.

-Qué bien! - dijo.

- Y tú? Que tal el primer día? - dije.

- Bastante bien, he vuelto a ver a mis amigas y estoy muy contenta - dijo sonriendo.

Fueron pasando, los días, las semanas y todo iba genial en Londres, con Vicky y sobretodo con Ryan, nos llevábamos genial y éramos súper buenos amigos, hasta que un día al llegar del colegio, con Olivia, vimos que mi padre estaba sentando en la cocina hablando con mi tía y con la mano en la frente, mientras mi tía le decía:

-Como se lo vas a decir a Ali? Ya habrá hecho amigos- decía preocupada.

-Como me va a decir qué? - pregunte nerviosa.

Mi padre me cogió la mano y me llevó al sofá, allí me dijo:

- Mira Ali, sé que estas muy contenta con tu nuevo colegio y con tus nuevos amigos, pero...- dijo inquieto.

- Pero qué? - pegunte medio asustándome.

- Que tenemos que mudarnos a Nueva York- dijo casi llorando.

- Estarás de broma no? - dije poniéndome a llorar.

- Me temo que no - dijo mi padre.

- No es justo! - dije levantándome y chillando.

-Tranquilízate - dijo Olivia.

- No!, no me quiero tranquilizar!, cada vez que nos instalamos en un sitio, ago amigos y encajo, nos tenemos que ir, siempre! - dije subiendo llorando y yéndome a mi habitación.

Cerré de un portazo la puerta y empecé a llorar, me acordé de mi madre y de mi familia, CUANTO LOS ECHABA DE MENOS.

El viaje de AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora