|-°-°-Capítulo Nueve-°-°-|

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Obito no sabía lo caótico que podría ser el llegar a Konoha, o bueno, no pensaba que estuviera de esta forma. Al parecer el mundo ninja en si había entrado en crisis, crisis por lo que sea que sea aquella enfermedad. 

Obito pudo observar como varios de los afectados estaban siendo ingresados al hospital de Konoha, pero sin perder mucho tiempo —tiempo el cual ya estaba perdiendo— Sakura lo guio ante la hokage, la cual estaba siendo bombardeada por grandes cantidades de papeleo por decirlo menos. 

Tsunade se dio cuenta de su presencia después de unos minutos de estar parado en medio de la sala y que Obito se aclarara la garganta para llamar la atención de la Hokage. Cuando ella se dio cuenta de que el Uchiha se encontraba presente en su oficina se levantó y caminó frente a él. 

Lo único que Obito supo fue que recibió un fuerte impacto en su mejilla, no tan fuerte como para mandarlo volando conociendo la gran fuerza que la mujer poseía. Pero, aun así había dolido en gran escala. Lo merecía, eso lo puede admitir, pero no se pase, eso le iba a dejar marca. 

—Muy bien —habló Tsunade aclarando su garganta para señalar que Obito la siguiera— sabes por qué estas aquí, no es así Uchiha? 

—Si, lo se —la voz de Obito podría parecer fría y monótona para aquellos que la escuchen, pero Tsunade había tenido que lidiar con el mismísimo Orochimaru y sus raros cambios de humor, por lo que pudo escuchar la culpa en la voz de Obito— qué es lo que esta pasando?

—No lo se, y te aseguro que quisiera saberlo en este momento —habló Tsunade caminando por los pasillos de la torre hasta llegar a la entrada —también salida— de esta— pero a lo que has venido es por Kakashi. O me estoy equivocando?

Obito confirmó que ha venido por lo que estaba ocurriendo con Kakashi, más no se sentía listo para verlo, sentía que no tenía derecho alguno de estar frente a Kakashi, o si quiera ser capaz de escuchar sobre lo que le estaba ocurriendo, se sentía como un maldito cobarde. Y no negaría que en mayor parte eso era lo que era. 

Caminaron por las calles de Konoha, todo se encontraba callado, no había ni una sola alma en aquellas calles, asume que todos están en sus casa lidiando con lo que sea que fuera aquella enfermedad. Obito solo se deja guiar por Tsunade hasta el hospital de Konoha, con cada paso sabe que cada vez esta más cerca. 

Con cada paso sabe que pronto se encontrara cara a cara con él, que tendrá que enfrentar todos sus errores, todas aquella equivocaciones que lleva cometiendo año tras año. Que tendrá que enfrentarse al doloroso campo de batalla que son las emociones.

Obito no se sentía preparado, definitivamente era un maldito cobarde en cuanto a lidiar con emociones se trataba, era incluso más cobarde sabiendo que aquellas emociones son hacia Kakashi. Aquel ninja de cabello plateado.

Silencio, esos es lo único que Obito puede decir que se escucha en la habitación de Kakashi, un crudo y agonizante silencio, Kakashi estaba dormido, pues Tsunade le había explicado que hace menos de unas cuantas horas, Kakashi había entrado en pán...

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Silencio, esos es lo único que Obito puede decir que se escucha en la habitación de Kakashi, un crudo y agonizante silencio, Kakashi estaba dormido, pues Tsunade le había explicado que hace menos de unas cuantas horas, Kakashi había entrado en pánico y aquello en consecuencia le había generado un ataque. 

Se sentía culpable, pero culpable era una palabra que le quedaba corta para lo que él era. Era un mentiroso, un cobarde, una asesino, sus manos estaban manchadas con la sangre de personas inocentes que no tenían la culpa de haber nacido en un mundo tan cruel como en el que vivían. 

Era todo aquello quelas personas decían de Akatsuki, era lo que una simple palabra resumía todas esas características. Era todo aquel mal que aterraba al mundo, eso era lo que era.

—Un monstruo... —una risa amarga salió de Obito, era un monstruo, un maldito e insufrible monstruo, no había nada que lo negara. Y por ese monstruo en el que se había convertido, estaba matando a una persona que no tenía la culpa de todo lo que él había hecho— soy un maldito monstruo...

Ácida lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Obito, y pequeños sollozos comenzaron a ser escuchados en aquella habitación, el silencio remplazado por la pena y la culpa. Obito no merecía llorar, no merecía estar ahí, no merecía si quiera vivir. 

"Perdóname..." Un simple susurro, un susurro que fue contestado por el profundo silencio de aquella habitación. "Perdóname por favor..." otra vez, aquel silencio fue el que le contesto. "Pero en verdad merezco tu perdón?" La respuesta era un simple pero doloroso no, y eso Obito lo sabía por completo. 

Y otra vez, como todos estos últimos días, Obito estaba comenzando a caer en aquel pozo oscuro, y repugnantemente vacío viviente de voces que era su cabeza. La culpa esta acumulándose, y las voces gritaban sin para que aquello era su culpa. 

Y no podía negarlo, eso era su culpa, su asquerosa y miserable culpa, ahora Kakashi moría, y no había duda de que todo aquello recaía en sus imbéciles acciones. 

Por mentirle, por engañarlo, por culparlo sin prueba alguna, por ser cruel con alguien que no era culpable, por no detenerse, por simplemente enamorarse...

—Soy un monstruo... un miserable monstruo... —sollozó Obito mientras su rostro se enterraba en las sabanas de la camilla en la que se encontraba Kakashi, sus brazos cubriendo su cabeza mientras aquella agonizante desesperación era derramada por sus lágrimas— no... no merezco vivir...

—No digas eso... —un suave susurro fue lo único que Obito necesitó para levantar su rostro y ver como Kakashi lo miraba con una dulce y amarga tristeza— por favor...

—Kashi... —Obito no estaba preparado para verlo, más su corazón se alegraba por ello—

Flor Marchita [Obikaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora