Flor Marchita [Obikaka]

|-°-°-Capítulo Diez-°-°-|

Obito estaba con lágrimas en los ojos mientras abrazaba con un sumo cuidado a Kakashi entre sus brazos. Sentía que el de cabello plateado se iba a romper en cualquier momento, y todo por su maldita y estúpida culpa. Obito murmuraba una y otra vez un 'Lo siento'. Kakashi solo respondía con una voz suave y demasiado débil que estaba bien, pero sabía que no lo estaba.

Nada estaba bien para ninguno de los dos, principalmente porque Kakashi estaba muriendo por culpa de Obito, de una manera lenta, tortuosa, pero sobre todo muy dolorosa sin importar cuantas medicinas se intentaran nada había funcionado para retener el avance esa enfermedad misteriosa. 

—Obito... —Kakashi lo estaba llamando por su nombre, y se sentía increíblemente miserable al escucharlo salir de aquellos labios— no llores...

—No puedo evitarlo —fue su respuesta mientras se aferraba al delgado cuerpo de Kakashi, estaba tan pequeño y frágil que le dolía a Obito verlo de esa forma— perdóname... incluso si no merezco tu perdón en realidad...

Una de las manos de Kakashi se aferró a la camiseta de Obito mientras hundía su rostro en el pecho de Obito con lágrimas en sus ojos. Obito en verdad estaba ahí, estaba vivo, y aunque le dolía, su corazón añoraba permanecer aunque sea unos cuantos días más con él, incluso si su vida se estaba agotando tan lentamente por todo lo que estaba pasando. 

Dolía, dolía mucho... el corazón de ambos dolía demasiado, se sentían culpables, uno más que el otro en realidad, pero ambos querían permanecer aunque sea un par de momentos más juntos, incluso si aquello hacía que su corazón doliera más de lo que debería. Ninguno de los dos sabía que decir, incluso se podría pensar que ninguno de los dos quería decir palabra alguna. Se sentían tan aliviados de que el otro estuviera bien, pues sabían que aquella discusión los había afectado a ambos.

—Obito...—susurró Kakashi en una voz suave, Obito pudo escuchar la amargura y un toque de sorpresa en aquella voz— en verdad eres tu...

—Si, soy yo, te lo prometo, te prometo que estoy aquí —dijo Obito, mientras acariciaba el cabello de Kakashi entre sus manos, era suave, pero había perdido su brillo, un brillo que hace mucho tiempo tenia— no me pienso ir 

En ese momento Kakashi se derrumbo en lágrimas, amargas y de felicidad, una mezcla de emociones un tanto conflictiva, pero no se iba a quejar de ello, no podía, pues incluso hablar le dolía demasiado. Obito sintió como Kakashi se aferraba a él, y no pudo evitar sentirse aún más culpable que antes, cuanto daño le había causado a una persona que no tenía culpa de nada solo por ser egoísta. 

Obito en este caso quería seguir siendo egoísta, quería ser egoísta con todos, ser egoísta con Akatsuki y todos esos malditos del mundo shinobi, quería seguir siendo egoísta con el mundo con tal de poder tener a Kakashi en sus brazos todo el tiempo, incluso si no es demasiado, lo quería, lo anhelaba y lo conseguiría, por que el deseo de un Uchiha era fuerte, pero el amor de un Uchiha haría lo que fuera. 

—No me pienso ir nunca más —eso fue lo que se dijo a si mismo. Nunca más se volvería a ir de la vida de Kakashi, nunca más— te lo prometo.

Que momento tan bonito... todo parecía haberse calmado, sin embargo aún habían cosas que tenían que aclararse, principalmente entre Obito y el resto de las personas de su generación, por que... no se... esta vivo, cuando se supone que en realidad debería de estar muerto. Y fue justo en ese momento en el que Anko decidió hacer su entrada, jalando a Obito de Kakashi y tirándolo al suelo. 

—Aleja tus manos de Kakashi —dijo Anko apuntando un kunai al cuello del Uchiha sin miedo alguno de que este active el sharingan, cosa que claramente Obito no iba a hacer por que... era Anko— tienes explicaciones que dar, así que habla. 

Obito había olvidado lo temeraria que podía llegar a ser Anko cuando se lo proponía en realidad. Sin embargo a Obito no podía valerle mas que uno de los ancianos del consejo, claro, Danzo era la excepción  

—Por qué todo el mundo me esta tironeando a todos lados?! —dijo Obito en frustración mientras se levantaba del suelo para poder mirar a Anko— "Por qué te lo mereces Idiota" —ah claro, ahora su subconsciente se esta poniendo en su contra, muchas gracias.

—Anko... —dijo en un susurro Kakashi, mirando la escena que se estaba por llevar a cabo, puede que esto termine muy bien, o muy pero muy mal... para , claro. 

—Qué quieres saber? —pregunto Obito con calma, sabía perfectamente que Anko era muy protectora de sus dos amigos— 

—Como sigues vivo? —preguntó ella, Obito ya se lo esperaba en realidad, así que decidió darle con todo detalle como y quien lo había salvado— 

Con cada palabra que salía de su boca Anko apretaba su mano alrededor del kunai mucho más que antes. Sin embargo, no tuve a la mujer queriendo matarme hasta el momento en el que decidí hablar de cuales eran mis intenciones al entrar a Konoha con la identidad de Tobi, podía ver la decepción en el rostro de Kashi, me dolía, pero decidí que era el momento de disculparme con él. 

Obito se acercó a Kakashi sin importarle que Anko lo mirara con desprecio, sabía que ese sería un tema del que tendría que encargarse en solucionar después, no tenía la cabeza para ello ahora en realidad, y si era sincero Anko en este momento no podría valerle menos. 

—Se que te he lastimado — habló mirando a Kakashi a los ojos— y se que te he fallado, pero por favor.... te pido que si lo deseas... me des otra oportunidad.

Kakashi lo miraba con duda, pues Obito lo miraba con tanta sinceridad y cariño que le parecía demasiado irreal en verdad.

—Que me des la oportunidad de poder arreglar todo el mal que te eh hecho —Obito se arrodilló tomando las manos de Kakashi entre las suyas con delicadeza, el rostro de Kakashi adoptó un ligero tono rojizo. 

—Obito no es necesario que- —fue interrumpido por el Uchiha negando con la cabeza aquella frase. Anko por su parte se quería ir de la habitación antes de gritar de la emoción— 

—Si lo es... —dijo el Uchiha mirándolo con el cariño que en verdad se merecía— por que tu te mereces todo. Te mereces mucho más que lo que te he dado. 

—Obito... —Kakashi no tenía palabras, quería llorar, gritarle, preguntarle tantas cosas que aun quedaban en duda en su mente— 

—Tu eres alguien que se merece el mundo entero —Obito besó el dorso de las manos de Kakashi mientras sonreía suavemente. Kakashi sintió como un sonrojo cubría sus mejillas en ese momento— alguien que se merece todo el amor que desea...

Obito no sabía muy bien que estaba haciendo en este momento, pero se sentía feliz al ver como el rostro de Kakashi se ponía cada vez más rojo, y el nerviosismo de este se le hacía completamente adorable. Obito quería verlo así siempre, por el resto de su miserable vida, deseaba ver a Kakashi siendo feliz. 

—Por eso te pido —habló Obito llevando una de sus manos al rostro de Kakashi delicadamente— que me dejes ser egoísta con el mundo, que me dejes ser egoísta con todos, con tal solo permanecer a tu lado el resto de mis días contigo.