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Las siguientes tres semanas pasaron con una rapidez impresionante. A parte del continuo esnobismo de Cannelle y la preocupación por mi familia, tenía que admitir que nunca había sido tan feliz.

Era maravilloso estar con Hyungsik, mientras no discutiera con él o lo desafiara con una opinión distinta. Aprendí eso rápido. ¿Quién era yo, un adolescente, para discutir con un vampiro de dos mil años que poseía poder y conocimiento que yo ni siquiera podía imaginarme? Esa era la línea favorita de Hyungsik cuando era señalado. Era una buena, también.

Yo no tenía mucho con que refutar.

 Pero cuando Hyungsik estaba de buen humor, era celestial. Él escuchaba por horas mientras yo hablaba de mis crecientes inseguridades. Me animó a mostrar mis rasgos no humanos, algo que yo había tratado de esconder lo más posible alrededor de mi madre. Luego me compró ropa, zapatos y algunas joyas, ignorando mis protestas, diciendo que los chicos lindos debían tener cosas lindas.

Ningún chico me había llamado lindo antes. De hecho, nadie me había prestado atención nunca en la forma en que Hyungsik lo hacía. Había pasado de ser una paria solitaria a sentirme muy favorecido y especial casi cada noche. Este atractivo, suave y carismático hombre, pasando todo este tiempo conmigo y a pesar que sabía que era estúpido, cada día me enamoraba más de Hyungsik.

Hyungsik no actuaba como nada que no fuera un protector, sin embargo. Cada día, trataba de disuadirme de mi enamoramiento embarazoso. Hyungsik no solo es como mil años más viejo que tú, probablemente debe tener diez novios. Cannelle no podía ser más obvia sobre cuanto lo quería, pero él no le da ni la hora a pesar de que ella es una mujer hermosa. Así que, ¿Si no hacía caso una mujer hermosa, por que lo haria con un chico de dieciseis? No habia ninguna oportunidad.

Para el momento que me llevó a ver El Paciente Inglés, me había convencido a mi mismo con dejar de soñar secretamente con Hyungsik. Después de un curso intensivo, mi francés era lo suficientemente bueno como para que no necesitara leer todos los subtítulos para saber que estaba sucediendo, y habían ciertas partes que no requerían traducción.

El nombre del heroe se parecia tanto al mio. Oír mi nombre gemido durante las partes eróticas de la película fue un foco de mis fantasías ocultas. Yo era súper consiente de la rodilla de Hyungsik rozando la mía, su brazo apoyado en el divisor, y de cuán grande era él en su silla. Empecé a sentirme enrojecido y salí disparado del asiento con una excusa apresurada sobre ir al baño.

No lo logré. En el pasillo, me sujetaron y me dieron la vuelta, chocando contra el cuerpo de Hyungsik. Mi boca se abrió en sorpresa solo para tener la de él bajando hacia ella, sorprendiéndome con la invasión de su lengua. Él agarró mi cabello y sostuvo mi cabeza mientras me besaba.

Se sentía consumidor, aterrador, y bueno, todo a la vez. No pude moverme por el agarre que él tenía sobre mí, y no pude respirar por lo profundo que me besaba. Finalmente, debe haber registrado el golpeteo de mis palmas, porque me soltó. Casi me tropiezo, me alegré que la pared estuviera allí para evitar que me cayera. El latido de mi corazón debe haber sido lo suficientemente ruidoso como para hacer que su cabeza doliera.

"¿Tu primer beso?" preguntó marcadamente, dándole una mirada ruda a una pareja que se detuvo para mirarnos boquiabiertos.

No quería admitirlo, pero él siempre parecía saber cuándo mentía.

"Sí." Que patético. Tenía dieciséis; la mitad de mis compañeros de clase ya habían tenido sexo.

Una sonrisa curvó sus labios. "Esa es la respuesta que quería. Lo tomaste muy bien". Él colocó cada brazo a mis lados, enjaulándome contra la pared. "Me pregunto cómo tomarás los otros disfrutes que te mostraré".

Destinado a una Tumba Anticipada - #4 - KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora