Sin Brillo - Tomioka Giyuu

[四]

— ¿Porqué no llegaron?... — 

— Tomioka, nosotros- —

— Mi hermana estaría viva si hubieran llegado... Y no estaría con él. Yo, ya no quiero estar más con él—

— Tomioka, lo lamento en verdad, pero hay veces en las que nosotros los cazadores no somos lo suficientemente rápidos... Por más que queramos salvar a todos, no podemos. — Tomioka guardó silencio mientras las lágrimas seguían cayendo de sus azulados ojos. Las palabras del hombre alto de alguna forma tenían razón, era egoísta pensar que ellos pueden salvar a todos y culparlos de algo que no lograron hacer. 

Si, claro que les tiene un poco de resentimiento de no llegar antes, sin embargo, se culpa más a si mismo por no ser lo suficientemente fuerte y proteger a su hermana.

— Tomioka, quiero hacerte una pregunta muy seria. Esta bien si no quieres responder, pero queremos ayudarte. — La mujer de mechones morados, hincada y sosteniendo con suavidad los hombros del niño, tomó aire con profundidad. — Tu tío, él... ¿Ha realizado acciones nada agradables contigo? Como, ¿golpearte o algo relacionado?—

— Yo... — Era difícil hablar. 

¿Acaso ha hablado acerca de la situación con alguien? Tampoco es que tenga a alguien con quien discutirlo. Es decir, su tía está al tanto de la situación, él lo ha intentado hablar, pero ella prefiere hacer ojos ciegos y oídos sordos. 

Él no la culpa de cualquier forma. 

No es más que una mujer que teme perder su matrimonio. Una mujer con un esposo abusivo; una mujer sin trabajo ni estudios; una mujer incapaz de tener hijos; una mujer que quiere sentirse amada, incluso si sabe perfectamente que aquel hombre no la hace feliz. 

Pero no tiene a nadie más.

Mientras que para la sociedad, ella -al no poder concebir-, su único labor es complacer a su esposo.

Ante los ojos de Giyuu, esa mujer, quien a pesar de no ayudarlo, lo ha tratado de buen modo y no es más que otra victima de ese hombre. 

Pero a pesar de no culparla, el encono hacia ella permanecía. Si fuera por él, la ayudaría a darse cuenta del daño que ella se causa, sin embargo, eso no quita el hecho de que se sienta traicionado y decepcionado. 

Aún recuerda esas noches, donde su tío lo deja en aquel cuarto oscuro, el cual no solo era el lugar donde "descansaba" sino también era donde diferentes hombres e incluso mujeres abusaban de él. 

Esas noches donde su tía observaba de lejos, donde se mantenía callada. Donde él terminó odiando esa mirada de lastima y culpa que era dirigida hacia su persona, esas disculpas constantes por no ayudar, y el llanto de la mujer debido a los golpes que ambos recibían. 

Comenzó a detestar el pesar de los otros hacía él, pero terminó detestando aún más el ver a alguien, y él ser, abusado. 

Noches donde su tío realizaba duros métodos para curarlo de su "locura". Noches donde era llamado puta o lunático. No entendía las formas de su tío, pero sabía que no eran de alguna ayuda. 

Aunque no estaba seguro si era mejor estar ahí o si era mejor si lo hubieran trasladado a un hospital psiquiátrico.

— Si. — Fue directo. Ahora tenía a alguien que lo podía ayudar, ¿no es así? Aún no sabe si confiar, pero por lo menos, hablar de esto le haría sentir mejor. Era lo que su hermana decía, llorar y hablar con alguien cuando estas triste es un gran consuelo. 

Esas personas, no se veían malvadas. No tenían la misma mirada que esos adultos le dirigen cada noche.

E incluso si son del futuro, al menos contarlo le haría sentir mejor, ¿No?