Abro los ojos y frunzo el entrecejo por la cantidad de luz matinal que entra a la habitación de forma brusca cuando Taehyung corre las cortinas.
Me siento en la cama y me rasco la cabeza mientras intento asimilar todo lo que había pasado. Taehyung se sienta a mi lado y me da un beso en la frente. Luego me pasa la bandeja con el desayuno.
-¿Has dormido bien? -me pregunta con el rostro sereno y descansado.
-Si -respondo y me llevo una tostada a la boca-. ¿Tú?
El Idol asiente y se recuesta sobre su almohada con los brazos por detrás de su cabeza. Viste una camiseta negra y ropa interior blanca.
-¿Qué quieres hacer hoy?
Tomo un sorbo de mi jugo de naranja y miro hacia la ventana. Era nuestro día libre pero la mañana estaba nublada y parecía que iba a llover en cualquier momento.
-Podría quedarme todo el día en la cama -respondo con honestidad.
Cuando termino de desayunar vuelvo a meterme por debajo de las sábanas y me refunfuño al lado de Taehyung.
-¿No quieres ir a ver tu sorpresa? -me pregunta con un brillo especial en los ojos-. Acaba de llegar...
Había olvidado que la noche anterior Taehyung quería que durmiera en su casa por esa razón. Me levanto bruscamente y miro para todos lados, tratando de encontrar alguna pista.
-¿Está aquí?
El Idol niega con la cabeza mientras intenta disimular una sonrisa.
-En el comedor.
Me pongo una camiseta de Taehyung y me encamino por el pasillo con una mezcla de miedo y nervios. Como había dicho antes, no me gustaban las sorpresas.
Al lado del sofá hay una caja no muy grande que llama mi atención.
-¿Es eso? -consulto señalando el pequeño paquete con mi dedo índice.
Taehyung asiente y me toma de la mano para llevarme hasta allí. Luego me pide que me siente en el suelo, a su lado.
-Vamos -me anima-. Ábrelo.
Me muerdo el labio intentando anticipar lo que podría estar adentro de esa caja. Pero nada de lo que había imaginado se acercó a lo que realmente era. Levanto la tapa y una diminuta bola de pelos mueve la cola con alegría.
-Oh, Dios mío... -exclamo sin poder articular palabras.
Un hermoso pomeranian blanco me mira desde adentro de la caja con un gran moño rojo en su cuello. Sin pensarmelo dos veces lo tomo con rapidez y lo abrazo contra mi pecho.
-¿Te gusta? -me pregunta con una sonrisa gigante en su rostro.
-¿Es para mí?
El Idol asiente y frunzo mis labios, emocionada.
-Esto... Esto es demasiado...
Taehyung le acaricia la cabeza con ternura y luego me mira.
-Sé que recién empezamos a darnos nuestra última oportunidad, pero independientemente de lo que elijas quería que tuvieras a alguien que te hiciera compañía. Y si decides quedarte a mi lado estaría más que feliz de recibirlos a ustedes dos para formar una familia junto a Yeontan.
-¿Familia?
Sus palabras hacen que mi corazón se derrita un poco más.
-No tienes que decidir nada todavía -me dice-. Sólo... Sólo disfruta de su compañía y si no puedes cuidarlo en el horario de tu trabajo puedo pasarlo a buscar para que se quede aquí durante esas horas.