||𝐒𝐚𝐲 𝐘𝐨𝐮 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐌𝐞

|¿𝐂𝐨𝐧 𝐪𝐮𝐞́ 𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐠𝐨𝐥𝐩𝐞𝐚𝐬𝐭𝐞?

A Bible le gustaba mucho los días frescos, aquellos días donde puedes andar por todos lados sin la preocupación de sudar y de quemarte la piel. Amaba la sensación del viento golpeando contra su rostro y de su cabello meciéndose. A Bible solían gustarle esos días, porque fue ahí donde se conoció con Na. Lo peor que pudo haberle pasado. Al principio todo fue tan bonito, claro que tenían sus desacuerdos; sin embargo, no era algo que no pudieran resolver. Con el pasar de los meses, la relación se tornó preocupante. Na tenía actitudes cuestionables y a veces se mostraba agresivo con los demás. La gente no podía mirar a Bible, ni Bible mirar a los demás. Y justamente, esa ridiculez fue la causa de nuevas heridas en el menor de la pareja.

Mile y Apo le escribieron al mediodía, pidiéndole que por favor, recogiera a Fort. Bible respondió que estaría más que encantado de pasar por su sobrino a la escuela. Con prisa, terminó lo que tenía pendiente en el trabajo y volvió a casa para alistarse e ir por el pequeño de siete años. Al ingresar a su hogar, Bible notó que la chaqueta de su novio aún estaba colgada en el perchero, lo que significaba que Na aún no se iba al trabajo. Dejó sus cosas en el armario que tenían en la entrada y tras colocarse sus pantuflas subió directo al dormitorio.

- Bienvenido, bebé. -La voz de Na le hizo levantar la cabeza.

- Hola, iré a recoger a Fort, ¿me acompañas? -Preguntó sonriente el menor, como si hace unos días no hubiera sido golpeado.

- Claro. -Dijo él. - Voy por las llaves del auto, te espero abajo, no te demores.

- Está bien. -Bible vio bajar a su pareja.

Si no quería que Na se enojara, tendría que vestirse rápido. Buscó sus pantalones, una camiseta y un par de medias, una vez ya vestido, bajó, se colocó las zapatillas y salió de casa. El hombre al volante estaba más concentrado revisando su celular que, no se dio cuenta de la presencia de su novio. Bible tuvo que llamarle varias veces para que este reaccionara.

- Fort sale en veinte minutos, tenemos que darnos prisa. -Avisó y Na solo asintió.

La ruta hacia la escuela del pequeño fue hecha en silencio. Con una que otra mirada rápida, pero nada más. Cuando llegaron, los alumnos ya estaban siendo esperados por sus padres y tutores. Bible descendió del vehículo y esperó a que su sobrino saliera, lo cual no tardó en suceder. Fort venía de la mano con otro niño y un adulto, que parecía ser familiar del otro pequeño. En cuanto el hijo de Mile y Apo lo vio, se soltó de cualquier agarre y salió corriendo, lanzándose a los brazos del hombre que consideraba su tío. Detrás de él, el compañero de Fort y su padre sonreían por la actitud del niño.