Kapitel 03

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— Aliviar? Que estás diciendo?

Los ojos de satoru se agrandaron en cuanto escuchó eso, acompañado de una pequeña sensación eléctrica recorriendo su columna. Jamás se había puesto tan sensible, era cuestión de esperar a que los supresores surtieran efecto.

"Qué tal si...?"

Muchas cosas pasaron por su mente, no podría estar más susceptible, las caricias en su oreja, esos ojos profundos que lo observaban con detalle, ansiaba más de él. Estaba dispuesto a aceptar hasta que escucho una pequeña risa de suguru salir de su boca.

— Tranquilo, solo te estaba molestando, debiste ver tu cara — el pelinegro sonrió satisfactoriamente, notó la pequeña mueca qué hizo el más alto "estás decepcionado?". Claro que quería ayudarlo, qué bueno que antes de salir de casa tomó sus supresores, de otro modo se encontraría encima de este, no hay nada más peligroso que dos alfas en celo — no deberías estar aquí, quieres que te lleve a casa?.

Esa pregunta salió sin pensarlo, por alguna razón no quería apartarse de su lado, tampoco podía dejar que cualquiera lo acompañará a casa.

— Me llevarías? — susurró algo bajo mientras se levantaba débilmente, sentía que sus rodillas lo iban a traicionar en cualquier momento, estaba demasiado débil — estoy bien, puedo hacerlo por mi cuenta.

El pelinegro se acercó a él para ayudarlo, pasando su brazo al rededor de su cintura para sostenerlo, podía sentir claramente lo pequeña que era.

— Solo dejame ayudarte, sabes lo culpable qué me sentiría si atacas a alguien? — soltó un suspiro mientras ambos caminaban hacia la salida de la escuela.

— Deberías tener cuidado, qué tal si termino atacándote a ti? — el peliblanco lo dijo de forma burlona, solo para tratar de molestarlo, pero al ver la mirada de geto, no pudo evitar sentirse nervioso.

"Que está pensando?", Se preguntaba el albino, debe ser por la forma de sus ojos, pero definitivamente sintió algo más en su mirada que lo hizo darse cuenta de que pregunto una estupidez, realmente estaba jugando con fuego. Algo dentro de él quería provocar al pelinegro aun más, hacerlo explotar sus límites, parece alguien demasiado recto, pero esa mirada parece decir algo más, la mirada de una serpiente astuta, qué sabe como actuar de la forma más tranquila y cautelosa.

— Estoy seguro de que si me atacaras, sabría controlar la situación — suguru soltó una pequeña risa, mientras desviaba la mirada hacia los labios de satoru.

Ninguno de los dos dijo algo hasta llegar a la casa del albino, la tensión hizo qué por primera vez, satoru cerrará la boca por un largo tiempo. Estaba muy concentrado pensando en cómo el de cabello negro, había respondido de una forma tan extraña, con segundas intenciones.

— Dame tu número, a partir de ahora seremos compañeros, tendremos que ir a la misión temprano — sonrió amablemente geto mientras dejaba a satoru en su sofá — además, necesito saber si estás bien.

— Claro, toma — el albino sonrió mientras le daba su teléfono y observaba pacientemente como el pelinegro tecleaba su teléfono, no pudo evitar mirar sus manos.

Sus manos eran grandes, sus dedos eran gruesos y largos a diferencia de los suyos, se dio cuenta de que terminó pensando algo tan lascivo, qué lo hizo ponerse rojo como un tomate.

— Deberías ir a descansar, me iré ahora — suguru tomó su bolso de la escuela, para luego dirigirse hacia la puerta, hasta que sintió un pequeño jalón en su camisa, mirando en dirección hacia el albino.

— No dijiste que me ayudarías?.

"Qué?" nada podía hacer a suguru perder el control, pero esa vista, definitivamente lo saco de sus cabales.

El rostro de satoru estaba enrojecido, mientras bajaba ligeramente su camisa para tapar su reacción fisiológica, "la fiebre volvió?". No, los supresores surtieron efecto, el albino estaba consciente y demasiado duro, pidiéndole ayuda a otro alfa qué se ha estado conteniendo durante mucho tiempo.

— No puedo retractarme, verdad? — susurro suguru en el oído del más alto, esto hizo estremecer a satoru, su celo se había calmado, pero sus ojos definitivamente brillaban por lujuria – pensaste en eso durante todo el camino?.

Geto lo tomó del mentón, acariciando suavemente sus labios con su pulgar, observando detalladamente como si el tiempo valiera cada segundo, no se perdía ningún detalle, ninguna reacción de lo que el mismo provocó.

— Déjame ver eso... — dijo el pelinegro al dejar de tocarlo, dando unos cuantos pasos hacia atrás.

Satoru temía hablar, estaba demasiado extasiado por la mirada de aquel chico, lentamente se deshizo de aquella chaqueta grande de su escuela, dejando a la vista la erección qué tanto había tratado de ocultar.

— No vas a tocarme? — dijo difícilmente satoru mientras desabrochaba también su pantalón, bajandolo lentamente acompañado de su ropa interior. Tomando por sorpresa al pelinegro, pues satoru ahora estaba completamente desnudo y con una simple camisa blanca que hacía notar sus pezones.

— He querido hacerlo desde el principio — susurro geto de forma baja, pero lo suficientemente alto para que el más alto lo haya escuchado, verlo en ese estado, un alfa demasiado sumiso que quería ser tocado por él.

Satoru empezó a ponerse más caliente cuando las manos de geto se pusieron en su cintura, apretandola de forma algo brusca. Esas manos gigantes y venosas ahora se encontraban recorriendo su cadera, era como si estuviera explorando su forma y sus curvas para memorizarlas a la perfección.

Su corazón dio un vuelco cuando sin previo aviso, geto comenzó a acariciar su miembro con una mano, y con la otra sostenía bruscamente su trasero, como si no quisiera que el más alto escapase.

— Más rápido — susurraba satoru soltando pequeños gemidos, con la mirada baja mientras movia sus caderas en busca de más atención.

— Tranquilo, no iré a ninguna parte, tenemos demasiado tiempo — su mano comenzaba a moverse más rápido cada vez que escuchaba a satoru suplicar — mírame — quería ver esos ojos azules brillando aun más por el extasis.

Satoru obedecía cada una de sus ordenes, sus ojos estaban enrojecidos y llorosos, lagrimeando de placer. Como recompensa, le dio un pequeño beso en su frente mientras apretaba suavemente el miembro del peliblanco, sin dejar de masturbarlo ahora más rápido.

— Suguru, espera...creo que voy a — al escuchar su nombre, no pudo contenerse, lo dijo de una forma tan erótica qué lo hizo olvidarse por completo de todo sonido a su alrededor, solo estaba satoru en su mente.

Suguru observaba sus labios finos, un labio superior pequeño acompañado de un labio inferior carnoso, listo para morder. Como si estuvieran hechos a la medida, lo estaban llamando.

"Quiero besarte".

Era lo único que su mente pensaba, una mente que se esforzaba por ser moral y recta, con un cuerpo que no obedecía las reglas, pues ahora se encontraba a centímetros de los labios del albino, tomándose su tiempo como un maníaco para sentir cada jadeo agitado. Su mente de alfa le hizo hundirse en esos pequeños y carnosos labios, un beso demasiado pasional, sin pausas, su cabeza se estaba nublando, su impulso deseoso lo hizo introducir su lengua para explorar aquella pequeña boca qué no dejaba de ser terca.

El albino estaba sorprendido, pese a que el mismo actua como si fuese un play boy, no tenía ninguna experiencia, un tipo extraño estaba explorando su boca, tocando su cuerpo virgen "definitivamente has hecho esto antes". Pensó satoru inconscientemente al observar de reojo a geto besándolo.

El pelinegro sabía exactamente como tocar, sabía exactamente que decir, lo estaba volviendo loco, a punto de estallar del extasis y celos porque alguien más haya sentido su toque, se acercó para morder el grueso cuello de geto, al mismo tiempo, corriendose en su mano.

— Se sintió bien? —el acto del albino tomó por sorpresa a geto "acaba de morderme?". Lo hizo, la razón, solo satoru la sabia, Suguru pensó que con esto iba a satisfacer su deseo por tocarlo, pero no era suficiente.

De ahora en adelante tendría mucho tiempo para acercarse a satoru, si algo tenía geto, esque es demasiado franco con lo que siente, desea como nunca a este alfa, tratará de jugar sus mejores cartas para que satoru sienta lo mismo que él.



Continuará

S𝖈𝖊𝖓𝖙 |  S𝖚𝖌𝖚𝖘𝖆𝖙𝖔 [ 𝖆𝖑𝖋𝖆 𝖝 𝖆𝖑𝖋𝖆 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora