Siempre

17• Todo.

Capítulo dedicado a mi lectora fav. tatiana433

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Si, ahora estábamos frente a Pedri contándole todo.

Desde lo que le dije a Pablo, hasta lo que el me dijo.

- Entonces ¿ya se habían besado?

- Aja, en la " pijamada" - Hice comillas con los dedos.

- Joder, con razón llegaste demasiado rojo a la habitación, según tu, estaba dormido, pero haces mucho ruido. - Miró a Gavi.

Pablo soltó una leve carcajada.

- Dijiste que ibas al baño. - Lo vio directamente.

- Me desvíe un poco - Sonrió. - Pero.. todavía no queremos una relación, nos queremos conocer más.

- Claro. - respondi yo.

- Bueno, pero sabes que tienes que hablar con nuestros Padres sobre esto. - Esta vez me miró a mi.

Abrí mucho los ojos, mi madre tal vez lo entendería, pero mi padre...

El les hizo entender a Pedri y a Fer que me tenían que cuidar como a su propia vida.

Lo que le costo aceptar que tenía novio..

- Si, claro.. - dije sin muchos ánimos.

- Y tu Pablo, tan bien tienes que hablar con tus padres.

- No los eh querido interrumpir, fueron a Sevilla.

- Ah vale.

- Bueno os dejo, en realidad no, Pedri, necesito que me lleves a comprar algunas cosas para la escuela.

- Ahora te llevo, voy a hablar de algo con Gavi.

- Vale. - me encogí de hombros.

No le di importancia y subí las escaleras.

Coji una pequeña bolsa, metí dinero.

Una notificación retumbó en mi móvil, lo coji para ver que era.

¿Lo disfrutaste? Disfruitaiste besarte con el?

Mensaje de Mateo.

No iba a contestar, pero tenía muchas ganas de responderle con un "si" Porque era verdad, lo había disfrutado.

Sonreí ante el pequeño recuerdo.

Metí mi móvil y baje.

Pablo estaba sentado, con expresión seria y Pedri tenia los ojos rojos y cristalizados.

- ¿Pasa algo? - pregunte con desconfianza.

En ves de conseguir una respuesta, conseguí un abrazo de Pablo.

- No pasa nada, linda. - me apretó más contra el.

Un leve beso en mi cabeza apareció.

Mire sobre el hombro de Pablo, vi a Pedri con una lagrima resvalando sobre su mejilla.

Una sonrisa vagaba entre sus labios, no se podía decir que era una de alegría, era más bien como una de tristeza.

Me separe poco a poco de Pablo.

- Pepi, ¿pasa algo?.

- No pasa nada, solo, vámonos.

- No, no voy a dejar que vayas así.

Solté mi bolsa y la deje en algún lugar de la sala.

Me acerque a el, el parecía que estaba evitando algo, pero, luego me abrazo fuerte.