22- ¿Padres?

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Las risas de fondo desaparecieron cuando me quede congelada frente a la puerta.

- ¿Sara? - escuche la voz de Gavi, abrí mucho los ojos.

Oh mierda.

- ¿Hija? ¿Estas bien? - hablo mi mamá.

Sentí una presión muy grande en mi pecho, había pasado casi un mes desde que no nos habíamos visto, era difícil concentrarme sabiendo que estaba Pablo justo aquí, mis padres también y que probablemente seria difícil esta situación.

- Todo bien. - sonreí.

Abrace a mi padre primero, después de soltarlo abrace a mamá con mucha ilusión, la falta que me hacía, necesitaba tenerla conmigo, era mi fuente de apoyo.

- Oh padres... no pensé que llegarían tan pronto.. - pude ver como Pedri miraba a Gavi con los ojos muy abiertos.

- Te necesitaba ver, amor y claro a tu hermanos también,  mi niña preciosa, la luz de mis ojos. - Me volteo a ver con una sonrisa.

Sonrisa que le devolví.

Mi madre fue hacia Pedri con una sonrisa y lo abrazo con mucha fuerza.

- ¿Y el? - pregunto mi padre viendo a Pablo. - Lo conozco, pero, ¿que hace aquí?

- Soy el mejor amigo de Pedri y... amigo de Sara. - por dentro agradecí qué dijera eso.

Le sonreí, el me devolvió la sonrisa.

- Ah vale, por un momento pensé que eras algo más de Sara, ya sabes todas las noticias que hay de ustedes dos me confunden. - me sonroje al instante.

- Claro, muchos confunden nuestra amistad, con algo más...

Asentí nerviosa.

Mis padres no eran tontos, pero yo esperaba que creyeran las palabras de Gavi.

- Bueno, yo igual ya me iba, solo vine a dejar a Sara... - note como su cara cambiaba como si hubiera dicho algo malo.

- Si, fue a recogerme a casa de una amiga. - Sonreí.

Mi madre tenía una ceja enarcada y mi padre lo veía con mirada fulminante.

- Bueno, nos vemos Pedri. - se acerco a mi hermano y le dio un pequeño abrazo.

Se iba acercando a mi.

Y solo me abrazo, no me pudo dar ese típico beso de despedida, no enfrente de mis padres.

- Adiós, Sara. - me apretó un poquito más de lo normal. - lástima que no puedo besarte. - susurro.

- Adiós, Pablo. - sonreí.

Salió por la puerta y mis padres me voltearon a ver.

- Que guay que están aquí, ¿planean quedarse aqui? - pregunte intentando calmar la tensión.

- De hecho si, vamos a quedarnos aquí. - contesto mi padre fríamente.

- ¿Aquí? Pero íbamos a quedarnos en...

- ¡Nos vamos a quedar aquí! - corto a mi madre.

- Ah, vale. - hablo mi madre poco convencida. - Vamos a que me muestres tu habitación, mi niña.

Sonreí y le tome la mano.

Subimos y ella quedó con la boca abierta cuando vio mi habitación, sabían que siempre quise una habitación así, era increíble como Pedri la decoro con mucho detalle, pero claro que le había dejado su toque, con algunos cuadros de cuando eramos pequeños, cosas de fútbol y algunos recuerdos de Canarias.

- Me encanta y mira ese closet es enorme. - se metió a aquel cuarto. - Claro, tu hermano seguro dejó estas playeras aquí.

Tomo las playeras de fútbol que había dejado Pedri.

- Típico de Pedri. - me sonrió. - ¿Y esta?

Tomo la playera de Gavi.

- Sara... quiero que me digas la verdad, tu y el, son.. ¿Algo más?

Sentí mi cuerpo congelarse, mis manos sudar y mi corazón palpitar, que le iba a responder a mi madre, era difícil contestar eso sabiendo que si tenía algo con Gavi, pero no era mi novio.

- Vale, te lo voy a contar todo. - suspire.

Las dos nos sentamos en la cama y tardamos una larga hora contándole todo, desde que había llegado y como lo habi conocido, como mi ex novio vino, cómo Gavi me jura amor siempre y por último que nos estamos conociendo más y más.

Pero no le conté la follada que me dio el otro día, eso ni se chiste se lo iba a contar.

- Vale, lo entiendo, pero Sara, si tu padre se entera, se va a poner como el diablo, es mejor que le cuentes cuando ya tengan algo más formal. - me sonrió.

Sonreí sabía qué mamá siempre me entendería, pasara lo que pasara.

- Claro, gracias mami. - la abrace fuertemente.

- Te amo, cielo y ahora, vete a bañar que no creas que no me di cuenta qué estás toda sucia. - me dio unas palamditas en la espalda.

Le sonreí, me conocía tan bien, por eso la echaba de menos tanto, ella siempre me trató de la mejor manera, me decía que era su princesa, siempre me trato como una.

Tome mis cosas y me metí a la ducha, mi cuerpo se relajo bajo el agua caliente, recorría mi cuerpo, mi mente viajo a el otro día en la noche, vaya noche.

Salí de la ducha y me vestí rápidamente, me puse algo cómodo para bajar, no se como reaccionar, si asustada por la cara seria de mi padre, preocupada por los ojos de mi madre que se han puesto cristalinos o triste por la mirada vaga de Pedri, esta familia se porta muy raro, sabía que me estaban ocultando algo pero no se que era.

- Sara.. - Pedri me volteo a ver.

- ¿Que pasa?. - pregunte preocupada.

- Los exámenes, los exámenes te hiciste antes de venir, las pruebas de sangre.

- Los recuerdo, ¿que pasa con eso? - Me intrigó.

- Sara, tienes anemia... una anemia muy avanzada. - vi la preocupación en la cara de Pedri.

Sentí como todo se me iba abajo, yo sabía que algo estaba mal en mi, pero me esperaba de todo, menos eso, no me podía estar pasando esto, ya habían acabado mis problemas con la comida, pero claro, los malditos síntomas, mareos, moretones raros, dolores de cabeza, cansancio etc.. Esto era una mierda.

- Ay amor. - mi madre me abrazo. - vamos a hacer lo posible por que todo este de nuevo bien.

Me senté en el sillón que tenia más cerca, no lo podía creer, me sentía mal con esto.

- ¿Me puedo recuperar? - No sabía que hacer.

- Si, pero es algo difícil y tardado. - respondió Pedri.

Agache la cabeza, todo tenia sentido ahora, miles de vueltas dieron mi cabeza, era muy raro oír esto.

- Vale, pues no hay otro remedio. - Dije más desanimada.

Subí a mi habitación, le tenía que contar a Pablo de esto, se lo diría otro día.

Me senté en una banca frente la ventana, respire profundo y me puse a pensar, iba a ser difícil esto si seguía mi carrera como modelo, suspire, pero era mi sueño y no lo podía dejar ir, tendría que afrontarlo, con cada uno de sus pasos, tenía que tener cuidado y paciencia.

El repique de mi móvil sono.

Lo tomo y abrí el mensaje, era de ¿Danna?

"Prepárate tonta, muy pronto vas a dejarnos ser felices como siempre eh querido."

¿Qué habrá querido decir? No tengo idea, pero ahora no necesito sus tonterías, no ahora.

Fue... bastante impactante lo que me dijo mi hermano, no estaba triste, más bien estaba impactada, era raro escuchar tantas cosas, cosas que me hacían mal a mi.

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