Capítulo 1 Un nuevo sensible a la fuerza.

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Hace mucho mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, había un chico joven, de 9 años de edad.

El viento soplaba a su alrededor, la luz del día golpeaba su cara y la naturaleza lo rodeaba.

-Rayos, creo que perseguir a esa cosa no me salió bien. Me alejé mucho de mi hogar.- Dijo el chico.

El joven dió media vuelta y solo pudo ver vegetación.

-Sep, me perdí. ¿Ahora como voy a regresar, CS5?- Él dijo.

Un pequeño droide, color rojo y blanco, salió de su mochila e hizo pequeños ruidos.
El chico inmediatamente entendió.

-Bien, CS5, ¿Qué camino debo seguir para volver a casa?- Le preguntó el humano a su amigo droide.

El pequeño respondió con más sonidos y pitidos.

-Al norte, ¿eh? Eso cruzaría el bosque, es muy peligroso. No quiero encontrarme con brujas de Dathomir y que me coman.- Él diría, con tono inocente y asustado.

Él cambiaría su tono a uno más calmado.
-No hay remedio... No quiero preocupar a los del hogar, o si no me regañarán.-

Entonces el chico caminó, a paso lento pero y seguro, entre el pasto del lugar, hasta que llegó a un bosque. El bosque estaba muy oscuro, allí apenas llegaba la luz del día.
El joven chico caminó y caminó, hasta que, de repente, una rama se partiría a lo lejos.

-Hay no, CS5, ¡tengo miedo!- Exclamó el chico.
De repente, unos adolescentes salieron de entre los árboles. Uno grandullón y musculoso, uno alto pero no tan musculoso y otro que llevaba un físico espectacular, con una mezcla entre altura y fuerza. Éste último, llevaba un palo en la mano.

-¡Mira Dani! Juguemos a los Jedi y a los Sith!- Exclamó el chico que parecía perfecto.

-¡No, dejadme en paz!- Exclamó el pobre chico de 9 años.

-¡Será divertido!- Dijo el adolescente.

-¡Ya estoy harto de vuestro acoso!- Dijo el chico, con un tono temeroso y enfadado.

-¿O si no qué? ¿Te irás a llorar con papi y mami?- Se burló el grandullón, con una voz estúpida. Parecía como si esa voz no fuera suya.

-¡Hey! ¡Ahí te pasaste estúpido!- Dijo el pobre chico, que estaba asustado como para poder hacer algo.

-Bobby, Ken, vamos a enseñarle una lección a este estupido.- Dijo el perfecto, que era el cabecilla del grupo.
Sus amigos asintieron, y rápidamente se tiraron hacía el chico para golpearle.

Dani agarró un palo cualquiera del suelo e intentó defenderse, pero él no podía.

-Tú eres el malvado Sith y nosotros somos los Jedi buenos, jajajaja- Rió el cabecilla, para empezar después, a golpear a Dani con el palo.

Las heridas en el chico aparecieron, los gritos de dolor salían de su boca, la sangre brotaba de sus heridas.

El chico estaba recibiendo la mayor paliza de su vida por parte de los que le acosaban.

Entonces, un grito se escuchó.
-¡Dejadlo en paz!-

Y entonces, los adolescentes se detuvieron y dieron media vuelta, solo para encontrarse con un hombre adulto, con túnicas marrones, una capucha que le cubría la cabeza y el rostro.

-¿Y que nos hará usted, friki?- Le gritó el alto al hombre adulto.

-Creo que es un Jedi de verdad- Le susurró el grandullón al cabecilla.

-¡Eso! ¡Usted no hará nada!- Grito el cabecilla, para luego intentar golpear una vez mas al chico.

El hombre adulto extendió el brazo y mandó a volar por arte de magia a los adolescentes abusadores. Cada uno se dió con un árbol, y, cuándo se levantaron, el cabecilla intentó atacar al señor con su palo, pero éste lo esquivó muy fácil y, sacó rápidamente de su bolsillo, lo que parecía ser, un cilindro de metal.

El hombre pulso un botón y, una hoja de luz salió del cilindro. Era un sable de luz, de color azul. El encapuchado, partió el palo con una precisión increíble, casi cortaba la mano del adolescente, y acto seguido, lo empujo de nuevo como hizo con sus amigos.

-Váyanse y no vuelvan a molestar a este chico- Dijo el señor con túnica. Los adolescentes, con miedo, salieron corriendo mientras gritaban.

El señor, se giró hacia el chico herido, se acercó a él, y puso una mano en su pecho. Las heridas de este, empezaron a sanar, y el chico, recobró la conciencia.

-U-usted... ¿Usted me salvó?- Dijo Dani.

-Sí, yo te salvé.-

-Pero... ¿Como sabías que estaba en peligro?-

-Chico, la Fuerza es fuerte en tí. Si no fuera por la Fuerza, creo que no estarías aquí ahora mismo-

-Tú... ¿Tú eres un Jedi de verdad?- Preguntó emocionado el chico.

-Sí, lo soy. Soy Castiel, un Jedi de la orden-

-WOW, quiero un autógrafo- Dijo emocionado.

-Lo siento, en otro momento será. Por ahora, ¿que hacías tu solo aquí en este bosque?-

-Pues me había perdido y estaba buscando el camino de vuelta al hogar-

-¿A si que eres de un hogar común verdad?-

-Así es, señor Jedi.-

-¿Te puedo acompañar?- Preguntó el Jedi, curioso.

-¡Por supuesto!- Dijo Dani.

Y entonces caminaron. Estuvieron hablando, contando sus pequeñas cosas, sus aventuras en mitad del bosque, hasta que llegaron. Cuándo llegaron, había un edificio redondeado, con una nave espacial a su lado.

-Chico, es mejor que vayas despidiendo de tus amigos, te llevaré al templo Jedi.-

- La verdad es que no tengo amigos aquí... A si que si me fuera, no me extrañarían-

-En ese caso... Vamonos, te llevaré a Illum-

-¿Illum? Escuché que habían muchos cristales Kyber allí.-

-Exacto, jovencito. Allí comenzarás tu adiestramiento como Jedi.-

-¿De veras?- Dijo el chico.

-No bromearía así jeje. Ven, vámonos, nos espera un largo viaje-

Entonces, el Jedi y el chico, subieron a la nave, y partieron hacia Illum.

Las historias del pacto JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora