Las historias del pacto Jedi

Capitulo 2 Illum

La nave empezo a emitir un sonido. Castiel, se acercó al panel de comandos y tocó unos botones. A causa de eso, la nave abandona el hiperespacio, dejando ver así, un planeta blanco enfrente de ellos.

-Hemos llegado, pequeño- Dijo Castiel
-¡Guaaauuuuu! Es impresionante!- Dijo Dani, asombrado.

El Jedi, tomo unas prendas de abrigo, y le dio unas a Dani.

-Toma, Dani. Esto te será útil y necesario allí, creeme.- Afirmó Castiel.

CS5 Se asomó a ver el planeta blanco que tenian enfrente. Este soltó sonidos de droide muy agudos y seguidos, estaba emocionado.
-Tendras que mirar por donde pisas muchacho, ese planeta no es un lugar muy seguro donde caminar.- Continuó el Jedi.-Si pisas mal, puedes acabar en un lago helado o en una fosa subterránea en la que solo os separaría un fino suelo de nieve-
-Y entonces, ¿por qué los Jedi están allí?- Preguntó confundido Dani al escuchar los peligros.
-Porque allí abunda un material imprescindible para los sables de luz.-
-Ooooh... Qué curioso.- Dijo Dani.

-Agarrate, que vamos a aterrizar.- Dijo el Jedi, mientras tomo el control de la nave.

-¡Sí!- Dijo Dani, para luego sentarse en una silla.

La nave voló por encima de lo que parecía ser una montaña con una mitad plana sin importancia, y aterrizó cerca en un lugar seguro, con un camino con antorchas a sus lados. Había mucho viento afuera, la nieve era arrastrada por el viento en el aire.

-¿Listo para salir, pequeño?- Preguntó el Jedi, a punto de abrir la puerta.

Dani simplemente afirmó con la cabeza. Su inquietud era obviamente notoria.

-No temas, mientras estés conmigo, estarás seguro.- Dijo el Jedi, para luego darle unas palmaditas en la cabeza a Dani.

Después de esto, se abriría la puerta, dejando entrar un frío insoportable.
Los dos se pusieron abrigos y bufandas pata protegerse del frío.

-Guaaaau...¡NIEVE!- Gritaría el pequeño, para luego hacer una bola de nieve y tirarsela al Jedi.

El Jedi solo esquivaria la bola hechandose a un lado. -Chico, no te entretengas. Debemos llegar o podría llegar una tormenta.-

-Ohh... Está bien.- Dijo este algo desilusionado.

Castiel y Dani siguieron caminando tranquilos el camino de piedra negra. Dani sólo veía los alrededores, era la primera vez que vió Illum. Estos se acercaban a la montaña antes mencionada... Debido a que Dani no le dio tanta importancia al principio, no vio nada raro, pero al ver la mitad en frente suya, pudo ver una puerta grande, con dos estatuas a sus lados.
En la entrada, habían dos personas con trajes blancos, encapuchados y con una máscara extraña. Tenían su sable encendido, casualmente de color amarillo, y estaban protegiendo la entrada.

Cuando llegaron a la puerta, los guardias inmediatamente reconocieron al Jedi y se hecharon a un lado, pero, sorprendente, no parecían decir una sola palabra.

-¿Que ea eso?- Dijo el chico curioso.
-Son Guardias del Templo. Estos se encargan de la seguridad en él.- Dijo Castiel, y luego añadió.-Son habilidosos y fuertes, y están bajo juramento. No pueden decir ni una sola palabra y no pueden mostrar su cara o pelo. Su identidades son un secreto.-

-Guau... Me dan un poquito de miedo- Respondió Dani.

-Bien chico, esto es un templo Jedi. Aquí pasarás la mayor parte de tu vida. Aquí sera donde aprendas a ser un Jedi.- Mencionó Castiel.

-¿De verdad? Pero... Yo no veo ningún Jedi por aquí.- Dijo el chico algo desconfiado.

-Eso es porque estamos en el pasillo de la entrada principal, es normal no ver nimguno aquí.-  dijo Castiel con una voz calmada.
-Ah.- Solo pudo decir el chico.

Estos solo avanzaron hasta que vieron la sala principal, que tenía varios pasillos que conectaban las distintas salas del templo.

Habían muchísimos Jedi allí conversando, muchos estaban con sus Padawans.
Había estatuas de Jedis encapuchados en las esquinas de la sala, además, había decoración que brillaba de color azul.

Todo esto era nuevo para Dani, que vivió sus 9 años en un hogar común.

-Bien Dani, sigueme y no te pierdas por nada del mundo.- Dijo Castiel, y se adelantó.

-Vale.- Dijo Dani, y se puso detrás de Castiel y le siguió.
Pronto llegaron a un pasillo grande. Habían varías puertas, pero una, tenía un símbolo extraño, de color amarillo.

Era extraño, pero no le desagradaba. Dani era observador, por lo que rápidamente se dió cuenta de que es mismo símbolo lo tenían los guardias en su traje.

Siguieron caminando, y llegaron a una puerta grande, custodiada por dos Guardias Del Templo. Estos vieron a Castiel y se apartaron, dejándolo pasar a él, pero cuando Dani quiso entrar, se pusieron en medio.

-El va conmigo, dejadle pasar a él también- Ordenó Castiel.

Los Guardias, se miraron entre sí y se apartaron.

-¡Eso eso!.- Dani giró la cabeza a un lado y resopló.-Ya les vale.-Y entró.

Rápidamente los miembros del consejo le saludaron.

-Hola Gran Maestro Castiel.-

-Saludos Gran Maestro.-

-Hola.- Les respondió este a ellos.

-¿Gran maestro?- Preguntó Dani, confuso.
-Sí. Soy por así decirlo, el más alto rango de toda la orden.- Respondió este. -Compañeros, este chico será un nuevo integrante de la orden. Tiene un cantidad de midiclorianos aceptable, y aunque el sea algo mayor, el es puro.-

-Castiel... El es muy mayor para empezar su adiestramiento. Ya tiene 9 años. ¿Usted sabe el riesgo que eso puede conllevar?- Dijo un miembro del consejo.

-Es cierto que es mayor pero, lo prometo, es ciertamente responsable y además, es buen chico. Denle una oportunidad.- Le respondió el Gran Maestro.

-Si, eso, dadme una oportunidad por favor, no os fallaré.- Dijo Dani, preocupado.

Los miembros del consejo empezaron a hablar entre sí. Parecía haber mucho desacuerdo pero, la respuesta fue sorprendente.

-Castiel, aceptamos tu decisión como Gran Maestro, confiamos en tí.- Respondió el Maestro de la Orden.

-Bien chico, parece que has sido admitido como Jedi. Pero esto no te convierte en uno como si nada. Tendrás que entrar a la academia Jedi.- Le dijo Castiel al Chico.