𝓛𝓪𝓼 𝓻𝓮𝓲𝓷𝓪𝓼 𝓭𝓮𝓵 𝓯ú𝓽𝓫𝓸𝓵

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 7: 𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔

"Está bien." Kuon apagó la pantalla, volviéndose hacia su equipo en la habitación. "Ahora que tenemos una nueva estrategia, ganemos esto del infierno".

"Pregunta." Imamura señaló a Raichi que estaba de pie con los brazos cruzados y la espalda contra la pared. "¿Realmente deberíamos dejar que ese tipo nos escuche?"

"No voy a hacer nada de nuevo". Raichi se alejó de ellos.

"Sí, lo creeré cuando las tortugas vuelen". Kuon miró al tipo. "Puede que esté de nuevo de pie, Raichi Jingo, pero no he superado lo que pasó".

"¿Quieres que me incline ante ti como lo hace ese tipo?" Raichi le preguntó, señalando a Isagi. "¿Cuántas veces tengo que decirte que lo siento?"

"Puedes detenerte ahora mismo". Kuon se encogió de hombros. "Nunca voy a olvidar lo que hiciste".

Raichi se alejó de ella. Si pudiera recuperarlo todo, podría, pero no hay forma de detener el tiempo, así que no puede. Anoche escuchó a escondidas la conversación de Kuon e Isagi y se puso tan jodidamente celoso que ya ni siquiera es gracioso. Pero Isagi tiene razón en una cosa, lo hizo de la manera equivocada. Probablemente debería haber hecho una artesanía barata y dársela. ¿Por qué diablos no pensó en eso? Probablemente porque quiere que ella gane. "Las damas primero", siempre dicen.

"Volviendo al juego, hagamos esto señoras de mierda". Kuon animó a su equipo. "Y hagamos que Reo y Nagi caigan de rodillas".

"¡JODER SÍ!" Las chicas y los chicos animaron. Bueno, todos excepto Raichi. No es como si Kuon lo estuviera haciendo hacer algo de todos modos.

A menos que...

EQUIPO V VS. EQUIPO Z

Un gol más, eso es lo que el Equipo Z necesita para ganar. Los puntajes están empatados con 4-4. Pero Seishiro Nagi tiene el balón y está a punto de marcar.

Todos en el Equipo Z entraron en pánico. Nadie estaba lo suficientemente cerca de ella, incluso Chigiri no podía alcanzarla. Todos estaban en pánico. No querían que terminara así. Pero si Nagi hizo el tiro, todos están.

Raichi miró a Kuon a unos metros de distancia. Parecía igual de asustada y lista para llorar. Ella tampoco quería que terminara aquí. La expresión de su rostro le rompió el corazón.

"No llores".

"¡HOLA PERRA!"

Nagi volvió la cabeza hacia el chico que saltó y empujó a la chica de cabello blanco al suelo.

"Tarjeta roja para Raichi Jingo". La voz automática dijo después de que sonó un silbato. "Estás fuera".

"¿¡Nagi !?" Reo corrió hacia su amiga, quien se recuperó bastante rápido.

"Estoy bien". Nagi corrió hacia ella, mirando al tipo que acababa de empujarla.

El Equipo Z corrió hacia el hombre tiburón, preguntándose por qué hizo eso. Una tarjeta roja es un problema importante y puede arriesgar mucho. Este tipo debe estar loco.

"¿Por qué hiciste eso?" Kuon se acercó a él, queriendo una respuesta en este momento.

Raichi respiró hondo mientras volvía la cabeza hacia la chica que pensó que era hermosa desde el primer día. La única mujer a la que quería conocer mejor. El que nunca podría compartir sus sentimientos después de sus acciones. El único Kuon Wataru. "Porque no quiero que llores".

Kuon se sorprendió por eso. ¿Llorar?

"Solo sigue adelante y trata de ganar". Raichi la anima a ella y al equipo. "De lo contrario, no te convertirás en el mejor como quieres ser".

"Come mierda, Raichi". Isagi habló, secándose un poco de sudor con su camisa. "No vamos a dejar que termine aquí".

Y sus palabras eran la verdad.

Una vez que recuperaron el balón, el Equipo Z ganó con cinco goles. Todos estaban celebrando y llorando de alivio.

Isagi aplaudió por el bien de todos. Todos lo dieron todo y él está orgulloso de este equipo. Bueno, todavía no está seguro de Raichi. Pero todavía está orgulloso de todos por encima de todo.

Kuon se acercó a Raichi y le dio una bofetada en la cara. Duro.

"¿¡Ow!?" Raichi sostuvo su mejilla, preguntándose por qué lo hizo después de recibir una tarjeta roja para el equipo.

"Está bien, ahora ya no estoy tan enojado". Kuon suspiró antes de darle al chico un beso en la mejilla que acababa de abofetear. "Y eso es para tomar uno para el equipo".

Raichi se sonrojó de un rojo intenso, su corazón saltó de alegría. "Chupa eso, Isagi. Me besó una chica".

"Y para que lo sepas, no eres mi tipo".

Raichi estaba a cuatro patas cuando escuchó eso de ella. Él no es su tipo. Eso cuenta como un rechazo. Va a estar solo para siempre, ¿no?

"Tal vez si fueras más amable y no tan impetuoso, entonces tal vez habría considerado darte una oportunidad". Kuon puso una mano en su cadera. "Pero no lo eres. Lo siento".

Igarashi trató de contener una risa con la mano. Rechazado, rechazado, este tipo fue rechazado.

"Entiendo." Raichi le dijo. Realmente quería aplastar el cráneo de Igarashi en este momento, pero tratará de ser amable por su bien. Ahora, él sabe lo que tiene que hacer.

"Oye. Buena idea, Kuon". Bachira se acercó a Isagi, quien acababa de terminar de limpiarse la frente con una de las toallas. Él la miró cuestionablemente hasta que ella puso sus manos sobre su cara y lo tiró hacia abajo para besarlo.

En los labios.

Todos se quedaron boquiabiertos ante su audaz movimiento. Isagi se puso roja como la sangre de nuevo tan pronto como se retiró. No tenía palabras. ¿Por qué hizo eso? ¿Qué hizo para merecer eso esta vez? Tiene que luchar contra el impulso de no dejar que su nariz sangre por todas partes de nuevo.

"¡Qué maldita suerte!" Iemon murmuró, dándose la vuelta con el puño cerrado. "¡Maldito Isagi!"

"¿Quién dijo que te diviertes mucho, Bachira?" Chigiri se acercó y besó a Isagi. "Después de todo, no sabemos qué depara la próxima selección. Así que vamos a divertirnos antes de eso".

Si era posible, Isagi se puso rojo antes de huir, gritando. "¡NOOOO!"

En la sala principal de monitores de Blue Lock, Ego estaba comiendo un poco de ramen mientras veía a Isagi Yoichi siendo perseguido por las reinas del Equipo Z. Probablemente debería detenerlos, pero en realidad se encuentra disfrutando del espectáculo.

"¿No deberíamos hacer algo al respecto, Ego?" Anri preguntó mientras veía al pobre niño ser perseguido.

"No, tengo curiosidad por ver cómo terminará esto".

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continuara...