֎ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐨𝐬 ֎

152 17 9
                                    

—¡FBI, no importa que diga el presidente! ¡Tu te quedas con ONU y eso es todo!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡FBI, no importa que diga el presidente! ¡Tu te quedas con ONU y eso es todo!

Perú se estremeció al escuchar esos estrepitosos gritos, a los cuales les pudo poner rápidamente un nombre: Estados Unidos. Esa era la voz enojada de Estados Unidos. Nunca lo había escuchado enojado y mucho menos sabia por que lo estaba. Aunque ya podía deducir la razón y con quien tenía que ver.

Trago saliva.

—Lo se Sr. no voy a dejar a ONU jamás, sin embargo...

Los orbes marrones de Perú ahora se centraron en ver a ONU, quien había bajado la vista, seguramente enojado por el ruido y escándalo que estaban haciendo ahí adentro y... no, pero no, nada de eso.

Los ojos de Perú se abrieron grandes. En los orbes grises de ONU había tristeza, vergüenza y frustración, pero no enojo, ni una sola pizca de enojo.

El bicolor inconscientemente levantó su mano, en un mal intento y deseo de querer palmear el hombro del contrario por un impulso a un desconocido, solo queriendo decirle que todo estaría bien, aunque aun no supiera qué significaban exactamente esas palabras.

—ON...

La organiza abrió la puerta directamente, y esos ojos grisáceos volvieron a ser neutrales comos si nada hubiera pasado, entraron a la habitación.

Perú entrecerró los ojos. ONU lo había vuelto a hacer. Había vuelto a cambiar radicalmente, como si nada hubiera pasado, a un que algo si hubiera pasado.

Se vio a Estados Unidos levantarse y golpear la mesa con las palmas de la mano, sin quitar sus ojos de FBI quien se limitaba a restregarse el entrecejo con sus dedos.

No era una muy buena imagen del primer mundista y de la respetada organización, que digamos. 

Así que, con que aquí estaba Estados Unidos. Al menos ya sabía dónde se había metido el norteamericano luego de la reunión, algo que alivio un peso que no sabía que estaba cargando.

Los dos hombres voltearon a verlos para darles su total atención, después de todo ellos habían acabado de ingresar abruptamente en la habitación, interrumpiendo su agradable "conversación".

Noto de inmediato el ambiente tenso que se formó y no dudo ni un segundo en mandarles una mirada a ambos hombres que hasta hace unos segundos discutían de quien sabe que. Los dos desviaron la mirada, prefiriendo mirar al suelo que al país bicolor. Sus labios hicieron una mueca por el ambiente tenso.

Dio un paso adelante y a un cuando tenía que darle la mano a Estados Unidos y FBI por cortesía, prefirió darles un asentimiento cortés en son de saludo.

Si a cualquier cosa, menos a el contacto corporal con ese hombre estadounidense.

No estaba preparado. A un no.

—Tengan buen dia, Estados Unidos de América y FBI.

—República del Perú, buen día —saludó educadamente la organización mayor quien asintió de igual manera en respuesta a su saludo, sin embargo su tono de voz sonó algo ahogada.

ℝ𝔼ℂ𝕌𝔼ℝ𝔻𝔸 𝕃𝕆 ℕ𝕌𝔼𝕊𝕋ℝ𝕆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora