7. Como se nota que no la conoces...

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☆⌒ Capitulo Siete :・゚✧


¿Entonces esta era otra parte de Vigrid? No había salido de la ciudad desde que empecé a trabajar en la catedral, pero sin duda alguna, este lugar debe de ser todavía parte del él. Había personas alrededor y bueno, gente en general. Me daba un poco de esperanza ver a personas aún, pero también me daba la sensación de que esta tranquilidad no iba a durar mucho. 

Los pasos de Cereza empezaron a escapar de mi vista y tuve que empezar a correr para alcanzarla. — ¡Cerecita, espérame! — exclamé, dando todo lo que podía para alcanzarla. 

Aunque mi búsqueda no duró tanto, ya que la silueta de otra persona atravesándose en mi camino, me hizo perder el equilibro. Estando a minutos de caer, dos manos se enrollaron en mi cintura y me impidieron impactar con el suelo. Al volver la mirada hacía enfrente, me sorprendió ver el rostro que estaba a centímetros del mío. 

— ¿Luka? — alcé una ceja con confusión. 

—  ¡t/n! Vaya, parece que el destino enserio nos quiere ver juntos ¿Eh? — soltó una media sonrisa que me hizo poner los ojos en blanco. 

Con cuidado me deshice de su agarre y me estabilicé, marcando mi espacio personal de manera alejada. 

— ¿Qué estas haciendo aquí? La última vez que te vi estabas en la cuidad de Vigrid — el alzó los hombros, restando importancia a mi pregunta.

Pero antes de que volviésemos en si. Los tacones de alguién conocida para mi se hicieron presentes. Giré la cabeza justo a tiempo para cuando Cereza se había dado cuenta de la presencia de Bayonetta. 

— ¡Mamá! — exclamó la pequeña, apunto de correr a los brazos de la recién mencionada. 

Pero antes de ver el reencuentro, la silueta de Luka se interpuso entre ambas. Estaba confundida y un poco desconcertada por el actuar de el chico. Quizá creyó que no era verdad o que en realidad era una mujer desconocida. Pero sus próximas palabras me hicieron pensar lo contrario. 

— ¿Mamá? ¿Tú eres su madre? ¿¡Tú?! — parecía realmente seguro de sus preguntas, y no solo seguro de sus preguntas, seguro de que Bayonetta no era de confianza para Cereza. 

— Vamos, niño. ¿Me ves como el tipo de persona que estaría interesada en criar niños? Bueno, en hacerlos, ya es otra cosa... — y después de soltar esa palmada de palabras con doble sentido, soltó un giño que no supe si iba para Luka o para mi. 

— Ey, ey... No, no, yo no estoy... — las palabras que antes parecía soltar con tanta confianza, parecían desvanecerse en un dos por tres —. Es decir... no es que tú no estés para... bueno... no me refiero, ahora... ahora...

Me aclaré la garganta para hacerlo detener de una vez. — Luka... — carraspeé cruzándome de brazos y frunciendo el ceño con una molestia notable. 

— Si, bueno, a lo que me refiero es. Que bueno que me quedé más tiempo por aquí, esperaba encontrarme contigo. La única forma de cruzar el puente y, llegar a la isla llena de sueños con champaña y caviar caro, es cruzando el puente de la Prominencia. 

— Ah, si... La isla — Bayonetta se llevó las manos a la cintura. Luka se agachó para tener a Cereza en brazos, esto hizo que ella se acomodase los lentes y suspirara —. ¿Y ahora qué? 

Él apretó a Cereza contra su pecho, protegiéndola de alguna manera.

— ¡No intentes jugar ningún juego extraño con ellas, Bayonetta! — exclamó —. ¿Cuántas mentiras no le haz dicho ya? ¡Estas enferma y loca! Yo tenía la edad de esta pequeña cuando mataste a mi padre..

Esas palabras que se revelaron frente a mi, me abrieron toda clase de preguntas. No, ella no podía matar a alguién, desde el primer momento en el que se apiado de Cereza y yo, no ha hecho nada más que intentar protegernos, estoy segura de que debe de haber una respuesta a lo que acababa de decir este chico. 

— Un momento... no habrás. ¿¡No habrás matado a sus padres, verdad?! — apuntó a la mujer de forma culpable. 

— Luka, espera un segundo, eso ya es ir demasiado lejos. Bayonetta no ha hecho nada más que protegernos — me paré delante de él y extendí los brazos para que se diese cuenta que estaba equivocado. Ella nunca podría hacer algo tan retorcido como eso, y Cereza estaba sola incluso antes de conocerla. 

Como se nota que no la conoces... — escupió con molestia. 

Pero aunque esperaba que ella se defendiese con sus propias palabras, justificando su inocencia, lo único que hizo fue acomodarse las gafas y llevar una de sus manos de nuevo a su cadera. 

— Pues ahora que lo pienso. No me parece mala idea que te quedes con las dos. A fin de cuentas, ambas podrán estar más seguras contigo — me llevé las manos al pecho, quizá un poco decepcionada que dijese eso —. Pero solo te digo una cosa. Les haces algo y te las verás conmigo. Ninguna acción queda sin consecuencia y nunca sabes cuando el enemigo estará a tus espaldas. 

Y creo que lo decía justo a tiempo, pues esas horribles criaturas volvieron a por más y sus horribles caras me hicieron apretar mis puños. 

— ¡Mamá! — exclamó Cereza. 

— ¡Bayonetta, cuidado! — dije con los dientes apretados.

Antes de que me diese cuenta. Ella se levantó y en medio del aire apareció uno de esos círculos con conjuros, que la hicieron desaparecer al momento. 

— ¿Pero que demonios? — soltó la voz de Luka a mis espaldas. 

Antes de que pudiésemos preverlo, una enorme nube gris nos acabó nublando la vista para finalmente saber donde se había metido ella. El puente comenzó a cuartearse, tal y como la catedral de Vigrid. Quería acercarme a ver si Bayonetta se encontraba bien, pero antes de que me acercase más al lugar, sentí la mano de Luka sobre mi brazo. 

— Debemos irnos... 

No tenía más opción que aceptar, pues ahora no sabía a donde había ido ella. Así que tomando a Luka del cuello y agarrándome bien, los tres salimos del lugar antes de ser consumidos totalmente por el puente desecho. 

— ¡Mami, no! — exclamó la pequeña Cereza antes de que desapareciéramos por completo del lugar. 

Nos tomó un poco de tiempo llegar a tierra firme, pero finalmente, cuando lo hicimos, pude relajar los hombros. Cereza llegó a salvo y terminó abrazando a su pequeño peluche, mientras que yo me dedique a cruzarme de brazos y mirar hacía la distancia. 

— ¿Y ahora que te pasa? — Luka se paró a mi lado con una mirada confundida. 

— ¿Quieres saber qué me pasa? — cuestioné con una molestia notable. De mi espalda saqué una de las biblias que aún conservaba conmigo y le pegué en la cabeza con fuerza —. Esto es por lo pecador que te viste antes. ¡No tienes vergüenza! 


Butterfly .。.:*☆ | Bayonetta x fem! reader COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora