Capítulo 1: La Llegada Misteriosa

11 0 0
                                    


El pequeño pueblo de Willowbrook era conocido por su tranquilidad. Anidado entre densos bosques y rodeado de colinas onduladas, era un lugar donde el ritmo de la vida era lento y predecible. Hasta la noche de la llegada misteriosa.

Comenzó con un susurro en los arbustos cerca del borde del pueblo, apenas audible sobre el suave susurro del viento. Pero para aquellos pocos que estaban despiertos a esa hora inhumana, fue un sonido que les erizó la piel.

Sarah, una joven con una predilección por los paseos nocturnos, fue la primera en notar. Siempre había encontrado consuelo en la oscuridad, pero esta noche, la oscuridad guardaba algo nuevo, algo inquietante. A medida que se acercaba a la fuente del ruido, sus pasos se ralentizaron y su corazón se aceleró.

Emergiendo de la maleza estaba una criatura como ninguna que hubiera visto antes. Su pelaje era tan oscuro como el cielo de medianoche, y sus ojos brillaban con una luz extraña, casi de otro mundo. Pero no era solo su apariencia lo que envió un escalofrío por su espalda; era la sensación de que esta criatura no era completamente de este mundo.

Como si sintiera su presencia, el enigmático gato volvió su mirada hacia ella. Esos ojos, como dos esferas de esmeralda reluciente, parecían penetrar en su alma. Era una mirada que la mantenía cautiva, dejándola incapaz de moverse o apartar la vista.

Poco sabía Sarah que este sería el comienzo de una serie de eventos inexplicables que cambiarían para siempre el curso de su vida y la de todos en Willowbrook. La llegada misteriosa del gato negro marcó el inicio de un viaje hacia lo desconocido, un viaje lleno de secretos, hechicería y una oscuridad que desafiaría su existencia misma.

Susurros de Medianoche: El Enigma del Gato NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora