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la princesa de deseo

Inosuke Hashibira estaba caminando por la aldea cazando humanos con burla, el era un demonio e hijo de la segunda luna superior, como siempre llevaba su pantalón con pelo y su chaqueta corta sin mangas.

El era un joven de pelo azul que le llegaba casi al hombro muy oscuro con puntas de color celeste, a pesar de tener una cara un poco afeminada tenía un cuerpo tonificado por el cual varias humanas y demonios llegaron a desear, junto a sus ojos

-malditos asquerosos-
Susurró caminando entre la gente y sentir como estos llegaban a chocarle le hombro, el festival hacía que consiguiera muchas víctimas pero a la vez tenía que aguantar a los tontos hombres cobardes y a las mujersuelas llamándolo desde las casas de cortesanas.

Por su puesto el las ignoraba porque ninguna era digna de un minuto de su tiempo y ninguna aguantaría su violencia y dureza, no durarían ni un rato sin rogar piedad que nunca les otorgaría.

Saltó a un techo buscando alguna persona digna de ser su rival y también devorada por el, ahí visualizo a un hombre con katana y aus ojos brillaron.

Bajó caminando hacia ellos escuchando la gente reír fuertemente, quejarse por algo o incluso algunos peleaban por haber perdido una apuesta o ser echados de las casas de cortesanas.

La multitud empezó a rodear a un lugar específico, Inosuke fue ahí encontrándose con no solo un samurai, eran dos samuráis altos y fuertes con una katana cada uno en su cintura.

-¿eh? ¿qué cuchichean estos tontos humanos ahora-
El los escuchaba suspirar y susurrar cosas con sus caras coloradas,
"Es tan bella", "qué linda" "¿estará comprometida ya"

El jabalí no entendía hasta visualizar a una joven entre ellos dos, tenía pelo negro cortado a ambos lados dejando el medio largo con ojos estirados de color negro como la noche perdidos en el suelo, una cicatriz desde un costado hasta la nariz y labios color cereza, ambas manos adelante y una flor morada en su oreja izquierda.

La miró de abajo para arriba sorprendiendose al hacerlo, llevaba un kimono amarillo con un obi amarillo mostaza bastante bonito y simple, sus mejillas se pusieron coloradas al verla mejor, era una muchacha tan hermosa y simple.

Según varias viejas chismosas se llamaba Genya Shinazugawa y era conocida por su fuerza y su fácil irritabilidad, ¿cómo una joven tan hermosa y delicada podía enojarse tan fácil y ser tan fuerte pareciendo tan delicada?

También era la "hija" de un hombre muy alto y fuerte pero a la vez muy amable y bondadoso, el padre era ciego sin embargo eso no quitaba su gran corazón y fuerza física.

El demonio quería acercarse y hablarle, vió a unos niños acercarse para darle flores y ella los aceptó gustosa, ahora el corazón de Inosuke latía a toda velocidad hasta el punto de doler, como si hubiera corrido un montón.

-no, no...¡No!-
Negó una y otra vez para quitar esas ideas de su cabeza, que sea bella no le quita el hecho de que era una simple e inútil humana y el no debería enamorarse de una simple humana.

¿O si podía?