"Por favor... Follame.."
Apolo se aferró más a Leonidas y acarició suavemente el pecho de Leonidas, se río entre dientes y colocó su cabeza en los pectorales del soldado, Leonidas aplasto con sus dientes el cigarro y colocó sus manos en la cadera del pelirrosa pastel.
"No.."
Y de una grata sorpresa Apolo sintió un bulto rozando sus pantalones, jadeo de sorpresa y agacho su cabeza y vio que en los pantalones de Leonidas había un gran bulto. El pelirrosa pastel gimió suavemente antes de caer al suelo.
Pobre iluso...
Leonidas no lo dejó ahí como si nada, lo agarro fuertemente del cabello y empezó a arrastrarlo, llevándolo a una esquina. Leonidas miro por todos lados, para ver si no había alguien, cuando vio que no había nadie, se desabrocho el pantalón y dejó ver su gran miembro, Apolo estaba boquiabierto, al ver la gran polla de ese soldado.
"Nunca me favoreció practicar el sexo oral... Pero tu, maldito marica.. Serás el primero en probar mi semen.."
Y sin previó aviso metió su polla en la boca del pelirrosa pastel, Apolo agarro las rodillas de Leonidas y movió su cabeza para adelante y hacia atrás.
-Vaya... ¿Un marica como tu, ya había chupado malditas pollas?-
Dijo Leonidas mientras acariciaba el cabello del pelirrosa pastel y agarraba la mejilla de este y lo jalaba con fuerza.
Apolo cerro sus ojos y lamió la polla del soldado, su sonrojo aumentó y pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, esta sensación de chuparsela a un hombre que es como la edad de su papá... Era magnífico... Leonidas gruño suavemente y siguió fumando su cigarro mientras jalaba con más fuerza el cabello de Apolo.
Leonidas se corrió dentro de la boca del pelirrosa pastel, haciendo que una ráfaga de semen, manche toda la boca de Apolo, incluido las esquinas de sus labios. El soldado saco su miembro de la boca de Apolo y bajo su mano, apretando un poco su polla para que después, todo el semen manche en rostro del pelirrosa pastel.
"Hoy si te ves como una verdadera perra..."
Leonidas se río entre dientes y agarro a Apolo del cuello, levantandolo hasta su medida, Apolo tenía su lengua afuera mientras respiraba con dificultad. Luciendo "igual que un perro".
Leonidas lo tiro al suelo y se abrocho otra vez sus pantalones, se dio la vuelta y empezó a alejarse del pelirrosa pastel, Apolo entrecerro sus ojos y se limpio las manchas que habían en su rostro, saco de su bolsillo una caja de cigarros y un encendedor y empezó a fumar, sonrió levemente y se levantó del suelo, llendo a buscar a su amigo.
"Algún día... Mi Daddy, me follara.."
¡Bye, bye! <3
