La familia Real

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-Ok mamá!- le grité a mi madre que estaba tocando la puerta de mi habitación -En un momento salgo-. Si volvía a llegar tarde al desayuno mis padres duplicarían mis deberes y no me dejarían hacer lo que mas me gusta, caminar en mi propia libertad, hacer lo que quiera.
Bajé corriendo las escaleras hacia el gran comedor, ya estaban ahí mis papás y mis hermanos.
-Buenos días padre, madre- dije con un asentimiento -Hola Richard, hola Charlotte- le dije a mis hermanos mayores, ellos asintieron -Hey William! Dame esos cinco!- dije a mi hermano menor mientras levantaba mi mano hacia él -hola Victory!- mi hermanito levantó su pequeña mano para chocarla con la mía, ambos reímos un poco. Mis padres me observaron con desaprobación.
-Esa no es la actitud adecuada para una princesa...- dijo mi mamá que empezó a observarme -Victoria! Que es esa vestimenta!?- oh no! Mi vestido es hermoso, ligero, corto y de mi color favorito, azul turquesa, no quería que me lo quitaran. Pero se muy bien que esto es demasiado informal para mis padres -Emm... Es un vestido, te gusta?.
-En tu closet dejé un vestido para que usaras hoy, no lo viste?.
-No, no lo ví- mentí pues no quería volver a escuchar el discurso sobre lo delicado y elegante que debe ser el vestuario de una princesa, bah!
-Cuando termine el desayuno te quitas esos harapos y te pones el vestido que te dejó tu madre, ¿entendido?.
-Y te vas olvidando de tus feos modales- agregó mi madre. No tuve otra opción mas que asentir y aceptar sus ordenes.
-Hoy viene el futuro prometido de tu hermana...-¡Mamá!- la interrumpió Charlotte, sonrojada pero alagada y ambas sonrieron.
-Así que nosotros, como la familia Real, debemos estar presentables.
Lo había olvidado! Hoy viene Edward, el amigo o mejor dicho futuro prometido de mi hermana y seguramente vendrá Alexander, el hermano menor de Edward. Mi madre quiere que me case con Alexander dice que estaría bien que nos casáramos hermanos con hermanos, las herencias quedarían entre familias. Esa forma de pensar es demasiado tonta para mi, no pienso casarme con alguien que ni siquiera me gusta! Al parecer Charlotte y Edward tienen la suerte de haberse enamorado, y también mis padres tuvieron esa suerte, ellos han sido mi ejemplo de pareja perfecta desde pequeña.
Esa hermosa mujer delgada de cabellos dorados, tez clara y bellos ojos verdes se casó con el heredero de los Schleswig un joven que era todo lo contrario a ella; alto y robusto de tez clara pero cabello negro, dicen que fue amor a primera vista, la verdad yo no creo en este tipo de "amor" pero en ellos al parecer sí funcionó.

El día transcurrió muy rapido, al fin me había puesto el vestido y después todo consistía en preparativos ¡para una simple cena! -No es una simple cena Victoria- me repetía mi madre -Conoceremos oficialmente al chico con el que sale Charlotte y a su familia.
Cuando al fin eran las cinco y treinta llegaron -Espero que te comportes- me dijo mi hermana, echó un vistazo a la ventana y luego volvió a dirigirse a mi -Ya sabes que es lo que esperamos la familia y yo- la miré confundida -ya sabes de Alexander y tu- me guiñó el ojo y se fue. Al parecer Charlotte tambien quería conservar las herencias entre familias. Ahora solo quiero encerrarme en mi recamara comer la cena y dormir, pero ahora tenemos que recibir a Edward y a su familia.

Victoria y el bosque negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora