cuando los mundos chocan

odio

-Me duele todo....-. Miro al techo de la habitación sintiendose peor que después de un día de combate

-...-. Callada se reviso a si misma, no tenía prácticamente nada de ropa -Si algo resulta de esa noche te harás responsable o te matare-.

-No soy el tipo de hombre que hace eso... Aunque agradecería algo para el dolor-. Volteando la cabeza un poco miro a la joven que comenzaba a quejarse un poco de la situación, no pudo evitar sonreír al verla

-Aunque... Ayer no mentias, gracias por es-. También dejo salir una pequeña sonrisa antes de levantarse de la cama y estirarse -Muy bien, hay que irnos antes de que nos hechen a patadas de aqui-.

Sol tardaron unos pocos minutos en lo que recogían su ropa y utilizaban algo para mejorar el dolor que tenía Gera en la mayor parte de su cuerpo, lo que fuera que habían hecho anoche definitivamente dejo marca en el chico

Así ambos salieron del lugar no sin antes ver que el encargado de los cuartos felicitara a al humano, aunque claro indicio que a la próxima ser más silenciosos ayudaría bastante

...

-Esa inútil no logro nada y ahora me dices que ella podría estar muerta o haber desertado-. Con los ojos cerrados comenzó a apretar sus puños, visiblemente estaba furiosa al punto de que su rostro se había enrojecido

-M-mi señora no había forma de que supiéramos que ella... -. Por poco había recibido un cristal de hielo que impacto a un lado de su cabeza dejando un hueco en lo que parecía ser piedra sólida

-Creeme que me encantaría escuchar tus escusas, pero, ¿Y Rem?, ¿Que paso con mi jueguete?-. Comenzó a marcar un pequeño ritmo con la punta de su zapato derecho, el hombre frente a ella tragó saliva

-Consiguio una nueva pareja mi señora -.

Fue lo último que dijo, una serie de 5 cristales atravesaron su pecho drenando lentamente la sangre del cuerpo del elfo. Estos al absorber este líquido se tornaron en un rojo vivo al tiempo que obtenían luz propia

Con esos cristales carmesí la elfa los arranco del cadáver antes de observarlos detenidamente, pese a ser un ritual poco común había logrado un nivel de perfección bastante bueno

Pero su pequeño momento de felicidad se vio interrumpido cuando uno de los paladines entro sin avisar en su habitación, el rey quería ver a su hija favorita

Emilia sin tardan un solo segundo de más fue directamente a la sala del trono, su padre estaba centado en un trono que daba vista directa a la puerta que estaba tan custodiada por guardias que simplemente era imposible atacarlo, ni los humanos lograrían entrar... O eso es lo que decían los planificadores

-Asumo que ya escuchaste las noticias sobre tu "hermana"-. Molesto se encontraba recargando su mejilla derecha con ayuda de su brazo que estaba apoyado en el trono

-Si, ni siquiera yo sabía que esa escoria sería una traidora... Pero incluso entre las más hermosas esmeraldas sigue habiendo tierra-. Cerro los ojos cruzando ambas piernas antes de agacharse para hacer una reverencia

-Por suerte tu hermana no sabía nada sobre nuestro ejército o nuestras alianzas... Sin embargo creo que es hora de hacer "aquello"-. Usando un hechizo de elemento aire lanzo un pergamino que la peliblanca atrapó con suma facilidad

-El plan es arriesgado... Los prisioneros indicaron que la finalidad de todo era proteger a su "nación", sus familias... Su tierra-. Estuvo leyendo un rato el texto del pergamino antes de mirar confundida a su padre