ÁNGELA
Ojos verdes son traidores,
Azules son mentireiros,
Los negros y acastañados
Son firmes y verdadeiros.Ángela canta con tono suave, Nono le mira a los labios. Los ojos verdes de Nono brillan intensamente, Ángela los mira mientras canta.
NONO
Su voz..ÁNGELA
Los negros y acastañados
Son firmes y verdadeiros.Termina de cantar. Nono se acerca a sus labios y la besa, Ángela cierra los ojos dejándose llevar. Acercan sus cuerpos y se abrazan. Al cabo de unos largos segundos, Nono se separa.
NONO
Esto... no puede ser, señorita.ÁNGELA
¡Deja de llamarme señorita!Lo tutea con enfado. Se aleja hacia la orilla y sale. Nono reacciona y sale tras ella.
NONO
No me malinterpretes, me gustas mucho.ÁNGELA
Tienes razón, esto no puede ser.
Me dejé llevar.Nono frunce el ceño.
NONO
¿Qué? Si eres tú la que insiste en verme.ÁNGELA
¿Perdona? ¿Quién estuvo espiando a quién?NONO
Pasaba por aquí, ya te lo dije.ÁNGELA
Es inútil discutir, lo más sensato es que no se vuelva a repetir. Que termine bien el día.NONO
Ahora vuelve a ser la señorita, ¿no?ÁNGELA
Nunca he dejado de serlo.NONO
Como quiera, señorita.Ángela se marcha, Nono intenta no mirarla y se bebe la botella de un trago.
El resto del día, Ángela no salió de la finca, esperó a que regresase su padre y cenaron juntos en el comedor. Los muchachos cenaron en la cocina, Nono estaba con ellos, pero ni siquiera cruzaron miradas a través del portón que comunica ambas estancias.
A la mañana siguiente, Ángela prefirió no madrugar. No tenía la misma motivación que los días anteriores. A pesar de que su madre volvería pronto, y que lo mejor hubiese sido aprovechar su tiempo libre, prefirió remolonear en la cama.
MARIÑA
Señorita, su padre la espera para ir al campo.ÁNGELA
Dígale que hoy no me encuentro bien.Mariña se retira, Ángela se gira de medio lado en la cama y mira por la ventana. Es una mañana soleada con nubes y claros, los árboles se mecen y no hace tanto calor. Sería un magnífico día para pasear por el campo y bajar la río, pero la discusión con Nono la pone de mal humor. Se sienta sobre la cama y observa como se marchan a las viñas, Nono se gira de vez en cuando para mirar a la finca, ella se aparta de la ventana para evitar que la vea.
ÁNGELA
Dichoso muchacho... ¿qué me pasa contigo?Recuerda que su madre le dejó varias tareas de contabilidad para hacer, no tiene claro si tardará uno o más días en volver, pero vence a su desgana para terminarlas. Al llegar la tarde estaba más tranquila, el haber dejado el trabajo hecho la hacía sentir mejor. Se fue a leer debajo del castiñeiro. Su padre llegó con los jornaleros al caer el sol, ese día comían en las viñas para adelantar faena.
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Aires del sur
RomanceLa vida de Ángela parece estar escrita, pero un verano de 1907 todo cambiará. Tendrá que sobrevivir a sus propias decisiones, las cuales la harán renunciar a su felicidad en más de una ocasión. La obra está ambientada en los paisajes de viñas de alt...