Porque eres tú.

Que empiece el juego

Cada día me mantenía más ansiosa que el anterior. En todo momento revisaba los estados de Lianny, para vigilar si había algo nuevo, sin embargo, parecía haber desaparecido. Nuestras conversaciones seguían siendo las mismas, preservaba mi postura ante la situación, la cual se basaba en fingir no saber nada al respecto y pretender ser tonta frente a cada indirecta que lanzaba aquella chica.

Al ver como pasaba el tiempo y no obtenía respuestas, decidí hacerlo yo. Me dirigí a mi galería y busqué un video en el cual se podían apreciar dos chicas enamoradas. No lo pensé demasiado, simplemente lo envié junto a un comentario, el cual alegaba que estaba soltera.

Así pasaron las horas, revisaba mi bandeja de notificaciones cada dos minutos, esperando respuestas. En un momento inexacto, al fin lo vi. Aquel mensaje decía "Estás soltera porque quieres". Leer eso me subió el ego hasta el cielo, sabía perfectamente que se estaba refiriendo a que ella podía ser mi pareja, sin embargo, no me lanzaría.

-No es cierto, no le gusto a las mujeres- Comenté

-Que sepas...- Agregó

Quería preguntarle sobre qué estaba hablando, pero temía que esa interrogante nos llevaría a tener una conversación donde surgirían cosas que, francamente, en ese momento no estaba lista para enfrentar.

-En eso tienes razón- Terminé aquella conversación con dicho comentario

Sabía que, quizás, tarde o temprano Lianny y yo hablaríamos al respecto, sin embargo, por el momento prefería sencillamente evitar que sucediera de manera directa, aun cuando de forma indirecta ya lo estábamos haciendo.

Desde ese día, los estados se convirtieron en una guerra de indirectas, era como si lucháramos por cuál de las dos se atrevería a dar el primer paso, pero yo tenía por seguro que no sería esa persona, por primera vez, estaba dispuesta a ganar contra Lianny.

En un momento impreciso, aquella chica volvió a aparecer y colocó un estado, a pesar de estar en clase, no me pude resistir a revisarlo. Este era un "cupón" el cual alegaba que cualquiera que lo tuviese podía pedirle lo que quisiera. Yo sabía que era para mí, también tenia pendiente el hecho de que lo más probable estaba esperando que le pidiera algo "candente", sin embargo, no sería algo en lo que caería, o al menos, no por el momento.

Aun así, decidí contestarle. No sería obvia, pero tampoco le cerraría las puertas. Solo fingiría que no tenía idea, mientras lanzaba leves señales, para que ella se confesara, o bueno, era lo que tenía en mente.

-Mmm, déjame pensar...Quiero fresas- Contesté

-No se trata de nada material- Respondió al instante

Esto hizo que me detuviera unos segundos a pensar. Ese mensaje confirmó el hecho de que ella esperaba que le pidiera algo sexual, no obstante, por el momento no era capaz de hablar sobre eso.

-Entonces no sé que pedirte- Volví a responder

-Bueno, no te daré nada- Dijo

Quizás me arrepienta más tarde de no haber sugerido nada indecente, pero, preferiría eso a dar el primer paso, a dejarme seducir y a volver a perder contra ella. Ahora bien, decidí contraatacar, en una guerra, si no atacas, por más bien que esquives los golpes, nunca ganas. Y estaba dispuesta a obtener la victoria, independientemente de como resultaran las cosas o a quien arrastrara en el camino.

Así que, decidí replicar su jugada. Coloqué de estado un cupón, el cual decía "cupón válido para abrirme las piernas donde y cuando quieras". Lianny no tardó más de cinco minutos en contestarme, estaba justo donde la quería.

-Lo guardaré- Respondió

Yo reí al ver su respuesta, una parte de mí pensaba que era broma, pero la otra sospechaba que en un momento en el cual estemos solas ella usaría aquello a su favor y, francamente, no me molestaría.