ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 18

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≻───── ELI ─────≺

Lo que vivimos ayer fue absolutamente extraordinario, y no me refiero solo a la aventura que nos llevó a su casa de la infancia, sino a lo que aconteció después. La conexión con Grace fue mágica; ambos anhelábamos y deseábamos ese momento. Descubrir cada rincón de su ser, experimentarla en todas las formas que la mente puede concebir, y luego entregarnos a un profundo sueño compartido. Esta mañana, desperté al borde de la cama, pero sin preocupaciones, ella estaba a mi lado, las palabras se quedan cortas para expresar lo que siento.

La realidad es que a la noche no pude dormir, por obvias razones, y porque no paraba de pensar en cómo se suponía que mi vida seguiría desde aquí.

-Buen día -siento un suave beso en mi hombro desnudo- ¿Qué estás haciendo?

-Encontré un pan por ahí y lo estoy tostando en la sartén. Hace demasiado tiempo que no cocino.

-Estoy casi segura que está vencido -dice envolviendo sus brazos en mi abdomen.

-¿Por qué no nos quedamos en esta casa hasta el último día de nuestras vidas? -me doy vuelta y la beso.

-Eso suena interesante pero irreal.

-Creo que es racional -sonrío y vuelvo a llevar sus labios a mi boca que me esperan con ansia, sus dedos se adentran en los mechones de mi pelo. Me di cuenta que amo ese gesto anoche. Mi brazo se va a su cintura, bajando mis manos hasta tu trasero.

-Hey -me da un pequeño golpe en la mano mientras sonríe.

Ella camina hacia atrás, dándose contra la encimera de la cocina y se coloca arriba.

-Sí -dice con falta de aire y mirándome seria.

-¿Sí que? -pregunto levantando mis cejas.

-Lo que sea que quieras hacer, sí.

Nuestras lenguas siguen jugueteando, me muerde un poco el labio, y sale de mi un pequeño gemido. La atraigo hacia el borde de la mesada teniendo una vista privilegiada, privilegios de no atrevernos a colocarnos de vuelta la ropa. Apoyo mi bulto en ella. Jadeamos ambos desesperados por el otro.

La sujeto por los muslos cargándola. No sé cómo lo estoy haciendo, pero llegamos a la habitación, la recuesto en la cama, quedándome arriba de ella y contemplándola.

-En serio tienes abdominales -aprecio realmente su abdomen marcado, sus piernas, brazos.

-Es que yo si voy al gimnasio, pero tú no estás tan mal -me agarra el músculo en el brazo.

Ambos nos reímos y creo que de eso se trata.

Sigo recorriendo mis labios por su escote, y dejando un rastro hasta su vagina, la toco con mis dedos y se arquea agarrándome del pelo.

-Eli -gime, mi nombre no fue tan lindo hasta que comenzó a salir de sus labios.

-Tú cuidas de mí, ahora es mi turno.

Sigo tocándola con las puntas de mis dedos, está tan húmeda. Abre su boca gimiendo.

-Eli -dice- Eli-vuelve a hablar y solo hace que me ponga más duro- ¡Eli! -vuelve a gritar, pero se levanta rápidamente de la cama- Alguien está llamando -sale de la cama colocándose mi camiseta, que no tengo ni idea cuando termino de este lado de la habitación- Ven -grita desde la cocina.

Me acerco y me muestra un mensaje: Alexandra Thorn

"Espero que podamos hablar hoy, los espero en el acto de campaña

Siempre A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora