El anime es el patio de recreo de un Dios exterior

Cap. 13: Las tres diosas diabólicas

Cap. 13: Las tres diosas diabólicas

El ataque de Akira a Falmuth finalmente llegó a su fin. ¿Pero a qué costo?... La capital se había convertido en nada más que un desierto lleno de numerosos lugares de caída de meteoritos y barrancos que dividían la tierra en múltiples partes. En cuanto al Distrito Noble, ese era un páramo repleto de ruinas, edificios derrumbados y cadáveres.

El olor nauseabundo a carne podrida y el sonido exasperante de los monumentos derrumbándose sólo sirvieron como ejemplo del poder que ostentaba el Dios Dragón Todopoderoso.

Este asalto sacudió al mundo entero y todos, desde el Cielo hasta el Infierno, se enteraron de este ataque y comenzaron a discutir el asunto. Aunque no había mucha información disponible porque todos los que sabían mucho estaban en el campo de batalla y murieron o vieron el ataque desde lejos y se suicidaron desesperados o echaron un vistazo a los cabritos y se volvieron locos.

Algunos especularon que era obra del ejército de Orcos, mientras que otros aún más inteligentes vincularon esto con la repentina aparición de Akira Nava. Y entre ellos, estaba Guy Crimson; Líder del consejo del Señor Demonio y el más fuerte entre ellos.

Este último pidió un Walpurgis para discutir lo que había sucedido en el Reino de Falmuth y tal vez acercarse a Akira. Aunque lo que no esperaba era que personas ajenas vinieran a Walpurgis, esto era lo que iba a suceder, con Akira creando aún más Demon Lords.

[[Akira punto de vista]]

Akira estaba de pie en un trono dentro de su <Castillo Infinito>, un gran trono con destellos rojos y aspectos carmesí oscuro, espadas de rango Omni capaces de acabar con la realidad, todas insertadas dentro de las gemas y piedras irrompibles que formaban el majestuoso trono.

Había un trono en casi todos los niveles del castillo. Pero ahora mismo, Akira estaba dentro del séptimo nivel del <Castillo Infinito>; Un enorme bosque infinito cubierto por una luz de luna interminable y una luna resplandeciente. En medio del bosque, había un anfiteatro gigante con varios artefactos y estatus.

Akira bebió suavemente un sorbo de vino antes de levantarse y aterrizar en medio de la arena.

Akira-"Ya es hora." Dijo aplaudiendo una vez, lo que extendió un sonido de aplauso por todo el séptimo nivel.

Y frente a él, tres figuras se materializaron en una luz brillante; Testarossa, Carrera y Última.

Akira- "¡Bienvenidos a todos al <Castillo Infinito>!" Dijo y el espacio a su alrededor comenzó a cambiar en numerosas formas antes de volver a la normalidad.

Testarossa y Ultima estaban un poco sorprendidas por este tipo de entrada, a diferencia de Carrera que ya había venido aquí una vez... Y se sonrojó ligeramente después de recordar su noche con Akira.

Testarossa- "Qué ambiente tan majestuoso mi Señor..." Dijo sorprendida.

Ultima- "¡Es genial! ~" Exclamó.

Akira sonrió levemente porque apreciaba sus comentarios, fingió toser antes de hablar.